El Amor a veces Duele

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Abrí mis ojos encontrándome con Brick que dormía plácidamente con la sabana cubriendo solo parte de su cintura para abajo.

Mire hacia la ventana y el resplandeciente sol iluminaba la habitación, abrí mis ojos sorprendida y mire hacia la mesa de noche donde estaba mi teléfono.

—Buenos días hermosa —dijo el con voz ronca.

Tome el móvil entre mis manos y estaba apagado.

<< Eso no es buena señal >>

—Mierda —murmure poniéndome de pie.

—¿Qué pasó? —dijo el mirándome desde la cama— allá esta mi cargador.

Tome el cargador que estaba sobre un estante y conecte mi móvil.

Me dirigí hacia el baño y me acerqué al lavábamos mi mirada fue al cepillo de dientes color lila, que estaba a un lado del cepillo color azul.

—Y tú que desconfías de mi —el apareció detrás mío depositando un beso sobre mi cuello.

No dije nada porque sabía que cualquier objeción de mi parte iba a comenzar una pelea.

—Me daré un baño y luego me iré… mi madre debe estar preocupada —dije metiendo el cepillo de dientes a mi boca.

—¿Vas a la universidad y aun sigues obedeciendo a tu madre? —él se río para luego tomar su cepillo de dientes.

—Claro que si o en estos momentos seguramente estaría en la calle —dije volviendo a dejar mi cepillo de dientes.

El se acercó hacia la regadera dejando salir el agua y se metió para luego mirarme con una sonrisa extendiendo su mano hacia mi para que yo me metiera junto con el.

—Me gusta bañarme contigo —dijo para luego depositar un beso sobre mis labios.

No podía evitar perderme en su mirada mientras el agua caía sobre su cabello.

Aunque deseaba quedarme más tiempo junto a el pero sabía que debía irme.

—Quédate y disfrutamos un poco más —el me tomo de las caderas haciendo presión en mi trasero.

—Brick —me di vuelta para poder mirarlo— debo irme mi madre debe estar preocupada por mi— Además hacemos esto casi todos los días —dije para luego depositar un beso sobre sus labios.

—Nunca es suficiente —el me miro por unos segundos y la sonrisa desapareció— vete entonces...

Puse mis ojos en blanco y terminé de colocarme la ropa. Tomé mi teléfono y vi que no había cargado lo suficiente. Las notificaciones empezaron a llegar una tras otra.

—No te comportes de esa manera —me acerque a él dándole un beso sobre su hombro.

—No quiero compromisos y entre nosotros no hay ningún tipo de sentimiento o relación —el no me miro a los ojos— ahora vete.

Era la primera vez que sentía como mi corazon se estrujaba en ese mismo segundo.

¿Por qué? ¿Por qué hacia eso?

Trague saliva sintiendo como una puntada se hizo presente en mi pecho. Era la primera vez de tantas que me quedaba inmóvil.

—¿Por qué lo haces entonces? —dije sintiendo como mi voz empezaba a quebrarse— ¡Dices una cosa y luego te comportas de otra manera!

Me acerque hacia donde estaban mis pertenencias, el estaba de pie observándome porque era la primera vez que le decía lo que realmente estaba pensando.

—Quizás la del problema eres tu que no sabe diferenciar —abrí mi boca sorprendida— ¡Podemos estar bien pero tu eres la que provoca esto!

Negue con mi cabeza sintiendo la indignación que me causaban las palabras de Brick. Sali del cuarto con rapidez y el me siguió.

—¡No iré por ti otra vez Astrid! —exclamo con enojo.

—¡Si es lo que quieres! ¡No me merezco todo esto que me haces! —exclame sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas.

Su cara paso de enojo a sorpresa y confusión.

—¡Tu no vuelvas a buscarme! ¡Esto se termina aquí! —dije saliendo del apartamento y metiéndome en el ascensor.

Me di la vuelta sintiendo otra vez esa esperanza de que el apareciera pero no lo hizo.

Sentía otra vez esa angustia porque nunca podíamos estar juntos sin que terminara en pelea. Otra vez quería llegar a casa, encerrarme en la habitación y romper en llanto que era lo que últimamente hacia.

Intentaba buscarle alguna justificación para su actitud pero no había.

A mi mente vinieron las palabras de mi amiga: “¿Por qué no simplemente lo dejas?

Pero no podía… solo recordaba sus ojos y sentía que había algo mas que ese Brick que a veces se mostraba frio.

Al entrar a casa mi mirada llego a mama que se encontraba caminando de un lado a otro con su teléfono en mano.

Recorrí con mi mirada la sala y vi varias cajas, fue cuando me percaté que ya no estaban los cuadros y los adornos de la sala de estar.

—¿Por qué no cargaste el móvil? —pregunto mama mirándome por unos segundos— me molesta tener que comunicarme contigo a través de Payton.

—Lo siento mama —dije acomodando mi cabello.

—Ve y empaca tus cosas que nos vamos —dijo ella entrando a la cocina.

Pensé por un momento que había escuchado mal y la seguí hasta la cocina.

—¿De que estas hablando?

—Que nos vamos Astrid me ofrecieron un trabajo en Doustown —ella me miro por unos segundos pero paso por mi lado con una caja— podrás asistir a la universidad de allá es otra institución de “Western Now”.

Parpadee varias veces intentando procesar lo que ella acababa de decir. Pero el rostro de mama me decía que sus ánimos no eran los mejores y solo me limite a subir hacia mi habitación.

A penas entre vi mi maleta sobre la cama, conecté mi teléfono que prácticamente no había cargado.

—¡En quince minutos nos vamos! —exclamo mama.

Empecé a guardar toda mi ropa y me cambia de vestimenta. Quizás el traslado por unos días o semanas así que no dije nada en todo el trayecto hasta la estación de autobuses.

—¿Por cuánto tiempo nos iremos? —dije mirando por la ventanilla.

—Es indeterminado Astrid —abrí mis ojos con sorpresa.

Y fue en ese momento que me percate que la mudanza era en serio y que nos estábamos trasladando a otro sitio.




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