Mis ojos seguían observando aquella puerta por la que cruzaban los estudiantes.
Mi mentón apoyado sobre mi mano, esa pequeña esperanza que se había mantenido intacta desde hacía unos días.
Lleve mi otra mano al pequeño dije dorado que colgaba de mi cuello.
<< El sol se escondió y la noche se adueñó de mi >>
Ya no sentía ganas de llorar porque luego de que la verdad saliera a la luz y Brick desapareciera. Casi todo un día había estado encerrada llorando.
—Creo que podríamos ir a un bar esta noche —escuche decir a Peter que intentaba animar la situación.
—Quizás te haría bien despejarte un poco —agrego Trix que estaba del otro lado de Peter.
Lo que menos quería era salir de casa, iba a la universidad porque debía cumplir con mis responsabilidades y ya había faltado al trabajo.
Los miré a todos disimulando una sonrisa y me puse de pie para tomar mis libros.
—Tengo que terminar varios trabajos y quiero tomarme estas próximas vacaciones —solté un suspiro.
—Te acompaño hasta la parada de autobús —dijo Chase mirándome con una sonrisa.
Me despedí de mis amigos que me miraron con cierta preocupación.
Chase caminaba a mi lado con la mano en sus bolsillos por momentos me miraba.
—Pasaron cuatro días —dije mirando a mi alrededor.
Los dos tomamos asiento en los banquillos que había en aquella parada.
—Pronto tendrás noticias —el tomo una de mis manos entre las suyas— debes continuar con tu vida no me gusta verte así.
Mire a Chase, pero no sabía que responderle, había tanto por decir como a la vez nada.
Aún seguía doliendo pero había aceptado que era lo que yo misma había provocado.
—Podemos salir esta noche con los niños para que ellos también se despejen —dijo Chase con optimismo.
—¡ASTRID BAILEY! —exclamaron a un lado.
Una joven de cabellos rizados se acercó a nosotros.
—¿Dónde te metes el maldito teléfono? —dijo ella frunciendo el ceño— ¡Brick! ¡Quiere comunicarse contigo!
Al oír eso rápidamente abrí mi bolso para buscar mi móvil. Había olvidado por un momento que en clase lo dejaba en vibración.
Mi corazón empezó a latir rápido al ver todas las notificaciones y llamadas perdidas.
Brick: ¿Podemos reunirnos esta tarde en el parque? Quiero ver a los niños.
Por un instante pensé que aquel mensaje era parte de mi imaginación.
—Me llamo preocupado porque no respondías —dijo Becca que tenía una sonrisa en su rostro.
<< Brick quiere ver a los niños >>
—Nevan hablo con el… ya tomo una decisión.
Volví mi mirada a Chase que estaba serio mirándome con una débil sonrisa.
—¡Astrid! ¡Reacciona mujer! —mi prima se acercó a mi para abrazarme— te dije que Brick no era tan mierda.
Aun mi mente seguía procesando aquello y después de días sentía como otra vez el cielo empezaba a despejarse.
Apenas llegue a casa prepare a mis pequeños, que estaban emocionados por salir a pasear.
Papá me había prestado su auto pero me sentía demasiado nerviosa para manejar así que Chase fue el conductor y Becca también se había ofrecido a acompañarnos.
Mire a mis hermosos hijos que iban sentados a cada lado de mi.
—Bebes… hace tiempo les hice una promesa —mis mellizos me miraron expectantes— he hablado con su papá y quiere conocerlos.
—¿DE VERDAD MAMI? —grito mi hija emocionada.
—Si mi vida —dije mirándolos con una sonrisa— el se llama Brick…
En sus caritas pude ver esa confusión.
—Ustedes ya lo conocen y…
—¡Eso es estupendo mami! ¡Si! —exclamo mi hijo con emoción.
—Entonces el señor Brick —mi hija se puso de pie sobre el asiento— ¿Es nuestro papá?
Al ver aquellas sonrisas sentí como aparecieron esas ganas de llorar.
—Si mis amores Brick es su papá —decir esas palabras enternecieron mi corazón.
Mis manos otra vez se volvieron sudorosas al ver que el auto se detuvo en el parque.
—Mami, al señor Brick… ¿podemos llamarlo papá? —pregunto Olivia al bajarnos del auto.
A mi mente vino Brick imaginándome aquella situación.
Sabía que para él no iba a ser tan fácil.
—Si —disimulando que no estaba tan segura de eso.
A él no podía molestarle, quizás si iba a ser extraño pero Owen y Oliva eran unos niños.
Mientras más nos adentrábamos al parque sentía mis nervios crecer con cada paso.
—¿Seremos sus hijos como el abuelo y tú, mami? —pregunto Owy que estaba expectante.
—Si mi cielo —dije mirándolo con una sonrisa.
Cuando levanté la cabeza lo vi sentado en un banco con sus codos apoyados sobre sus piernas, junto a él estaba Nevan que se percató de nuestra llegada.
Él le dijo algo a Brick que hizo que el mirara en nuestra dirección y al vernos se puso de pie.
Ese cruce de miradas fui consciente de esa decisión de Brick.
Él nos había elegido.
<< Los había elegido >>
Aquello que tantas veces había imaginado en mi cabeza estaba sucediendo de verdad.
Me incline a la altura de mis pequeños para tomar sus manitos entre las mías, sus ojos estaban claritos y sus cachetes suaves infladitos con sus cabellos rubios.
Esos dos hermosos seres que eran parte de mi pero también de Brick.
—Escuchen solo quiero decirles que los amo y… —mi voz se entrecorto— sean ustedes mismos.
Gire mi cabeza para mirar a Brick que estaba de pie con las manos a ambos lados de su cuerpo.
—Alla esta su papá —dije volviendo la mirada a ellos.
Sus cabecitas giraron a la dirección donde se encontraba Brick.
—¡Papá! —grito Olivia con emoción para luego salir corriendo.
Owen que estaba a su lado reacciono de la misma manera.
Los dos empezaron a correr a Brick que se había quedado inmóvil por unos segundos, pero luego se inclinó para abrir sus brazos.
Me levanté llevando una mano a mi boca y mis ojos se llenaron de lágrimas al ver aquella escena.
#9211 en Novela romántica
#1302 en Joven Adulto
amor dolor secretos pasado doloroso, drama amor inesperado, hijos secretos
Editado: 30.07.2024