El amor en tiempos de cuarentena

Segundo impacto

Fran se recostó en su cama, frustrado y un tanto decepcionado con su ducha, que no le había lavado la sensación de ser rechazado. El techo blanco, con algunas manchas de humedad que se habían formado con el tiempo, le devolvía la mirada, como diciendo, “es lo que hay”.

Como todos los días, había salido a correr un rato antes. Era algo que hacía siempre, algo común para él. Pero de común esta vez no había tenido nada.

Por la esquina a la que se acercaba había doblado una bicicleta. Sobre esta, había un chico de apariencia que Fran recordaba de algún lado; alto, bastante delgado y con el pelo castaño claro. Lo reconoció como un chico de quinto A inmediatamente, pero no recordaba su nombre, porque no solía juntarse mucho con él. ¿Era cuestionable que no se acordara el nombre de un compañero que iba a su mismo año desde el secundario? Sí, pero, ¿qué podía decir? En general no le prestaba demasiada atención a sus compañeros más allá de su círculo de amigos.

Sin embargo, si era honesto consigo mismo, hacía un tiempo que se sentía bastante solo. Todos sus amigos vivían cerca del colegio, todos excepto él. Así que, cada tanto, ellos podían encontrarse al menos unos minutos en algún parque a charlar, con los barbijos puestos y la distancia respetada, y Fran, desde sus cuatro paredes y con el celular en la mano, tenía que bancarse ver las fotos donde la pasaban bien. Por primera vez en mucho tiempo, se arrepentía de no haber hecho más amigos que vivieran a su alrededor.

Justamente por eso, se había alegrado al ver al chico de la bicicleta. Si había salido a andar como Fran salía a correr, no podía estar muy lejos de su casa, lo que quería decir que vivía cerca de él. Pero, mientras que Fran había bajado su ritmo como para parar a hablar cuando lo vio, el otro solo se cruzó de vereda y aceleró.

A Fran, eso le pareció bastante maleducado de su parte, pero no pudo evitar sentirse rechazado por la única persona que vivía cerca de él.

 

Chat grupal: cementerio de neuronas

Yo: :(

Lucas: todo bien?

Yo: :((

Lucas: jajaja qué pasó?

Yo: es que

Yo: acabo de volver de salir a correr y me encontré a un pibe del A

Nacho: con quién?

Yo: …no sé

Nacho: JAJAJAJA

Yo: pero la cuestión es que

Yo: yo frené para hablarle y él SIGUIÓ DE LARGO

Lucas: NOO

Lautaro: seguro era el ortiva de bruno

Yo: vos decís?

Nacho: por qué asumís eso?

Yo: tenía el pelo tipo marroncito y era alto por lo que pude ver

Lautaro: tenía anteojos?

Yo: sí

Nacho: …

Lautaro: JA

 

Fran rio frente a la satisfacción de Lautaro por haberle atinado al personaje; aunque realmente no podían estar seguros si tenía razón o no.

 

Lucas: seguro era él entonces

Lucas: lara me dijo que se la pasa en bardos últimamente

Lucas: como que le pegó heavy la cuarentena

Lucas: así q no me sorprende que te haya ignorado

Nacho: ayyy le dijo laraaaaaa

Lucas: por qué no cerrás el orto?

Nacho: estamos agresivos hoy che

Lautaro: HAYA PAZ

Lucas: bueno

Lautaro: eu fran

Yo: qué

Lautaro: qué vas a hacer al respecto de toda esta situación?

 

Si era totalmente honesto, Fran todavía no había considerado muy bien eso. Extrañaba hablar con sus amigos de cerca, y sabía que hablar con un compañero que no conocía tan bien no podría suplantar eso. Así y todo, no podía negar su curiosidad.

 

Yo: ni idea, tal vez mañana salgo a la misma hora por el mismo lado para ver si me lo encuentro de vuelta

Yo: no se ofendan pero me aburre bastante solo hablarles por chat a ustedes

Nacho: :O

Nacho: eso me ofende mucho

Yo: bueno desofendete solo




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