Sentir amor por alguien no significa aprisionarlo y obligarlo a corresponder ese sentimiento, el amor es más complicado, puro y diabólico, es aterrador pero hermoso, simplemente nadie puede obligarte a sentir de una sola forma.
Ambas personas estaban de mal humor de repente y sin intenciones de dirigirse la palabra, a pesar de ello y para seguir con las apariencias tomados de la mano y del brazo no se separaron hasta que llegaron a la salida y estando enfrente de la puerta para cada uno dirigirse a su auto. Al verlos en tal posición ambos asistentes simplemente se quedaron sin palabras y boquiabiertos, no esperaban que las cosas cambiaran tan rápido, por un momento creyeron que se llevaban bien, de no ser por sus expresiones de disgusto, labios apretados y temblorosos en línea recta y ceños fruncidos ligeramente. Aunque eso se veía en sus rostros eso también sorprendió a Erik y Helga, ya que sus jefes son buenos manteniendo sus emociones ocultas y no era normal verlos frunciendo el ceño o incluso que sonrieran era bastante extraño.
Por cómo se veían las cosas ambos se percibían bastante adorables para sus asistentes, parecían un par de niños obligados a hacer algo que nos les gusta, pero para no hacer rabietas y el ridículo simplemente tuvieron que actuar. Reprimiendo la risa en sus rostros y temblando ligeramente por lo gracioso que resultaron los acontecimientos se dirigieron cada uno a lado de su jefe para distanciarlos cortésmente, sabían que no soportarían mucho tiempo esta situación y ambos probablemente pelearían entre sí, aunque eso sonaba atractivo de presenciar decidieron no presionar ese botón aún.
Aclarándose la garganta para no reír repentinamente Erik habló primero.
- Señor, por favor ya puede subir al auto -cuando Mario escuchó a Erik no vio con disgusto y casi a punto de querer golpearlo, pues, sabía que él tenía la culpa porque estuviera en esa desagradable situación, para calmarse respiró profundo y se dirigió a Evangeline, pero antes de que pudiera hablar ella lo interrumpió con disgusto en su voz y apretando los dientes reprimiéndose-
- Señor Hallis, creo que ya se acabó el espectáculo, ¿puede soltarme? -ante esas palabras Mario simplemente se irritó más y replicó-
- Tan parece que usted, Señorita Yaqus es quien cuelga su mano en mi brazo.
- No lo haría si usted no actuara tan irracional que creyera que tiene el derecho de tocarme y casi arrastrarme fuera del restaurante -dijo con disgusto mirándolo irritada-
- Al contrario, creo que deberías agradecerme. Ese tipo quería coquetear con mi futura esposa, es irracional de tú parte dejar que él simplemente se te acerque así teniendo ya un compromiso conmigo -dijo él ahora apretando los dientes-
- Todos estos asuntos lo arreglaremos el día programado por nuestros padres antes del compromiso, escriba una lista de sus condiciones y sugerencias, haré lo mismo para evitar confusiones, hablemos claro y sin conjeturas desagradables -dijo Evangeline agotada y con resignación, soltando su mano de él-
- Bien, suba primero a su auto. Espero que de verdad asista a esa reunión -dijo él acompañándola a su auto y cerrándole la puerta para verla irse, aunque aun tenía disgusto poco a poco su rostro llegó a la normalidad y se fue.
Cada uno en sus autos se sintieron mentalmente agotados, fue una experiencia muy desagradable pero inusual al mismo tiempo, aunque siempre tenían reuniones formales y papeleos en sus oficinas nunca se habían sentido tan agotados. En su auto Evangeline perdida en sus pensamientos volvió a su expresión usual y se sintió diferente, sabia que su vida sería agotadora a partir de este momento, pero primero tenía que encargarse de su asistente. Mario llegando a su oficina y percibiendo que Erik salía sigilosamente para irse a su respectivo lugar de trabajo lo irritó nuevamente pero ahora no mostró su disgusto, sino que habló con dureza.
- ¿A dónde crees que vas Erik?
Sus palabras le pusieron la piel de gallina a Erik, deteniendo sus pasos y pararse enfrente de su jefe. Por otro lado, Helga estaba en una situación y posición similar.
- Dime Helga ¿estás contenta con lo que sucedió?
- Lo siento Señora, yo…
Permaneciendo en silencio eso impacientó a su jefa por lo que dijo enfurecida pero aún con expresión neutral, pero ojos chispeando de rabia.
- Te sugiero que hables, de lo contrario no seré suave contigo.
En la oficina de su jefe, Erik simplemente le explicó a Mario todo lo que pensaba que sucedería, su trato con Helga y lo que ambos esperaban que pasara, comprendió su error, por lo que nunca volverá a actuar así por sus suposiciones.
- No volverá a ocurrir jefe, se lo prometo. La asistente de la Señorita Yaqus y yo no teníamos malas intenciones, solo queríamos que ustedes tuvieran una presentación antes de todo su compromiso, pero en realidad no estábamos seguros de que en verdad se encontrarían. Fue una gran sorpresa que ambos accedieran a ir al restaurante…
Mientras Helga se trataba de explicar.
- Mi señora lo siento, ya le expliqué lo que esperaba pasara, pero aun así acepto mi culpa y cualquier castigo que decida para mí lo aceptaré sin problemas.
- Vaya Helga, al parecer Erik de verdad te ha cautivado -dijo Line con una mirada tan penetrante y aterradora, pero lo que dijo simplemente sorprendió a Helga, ella se sonrojo un poco y trato de explicarse-
- N-no es lo que piensa Señora, solo nos conocemos por negocios y las reuniones a las cuales asistimos como sus representantes. Atamos cabos cuando supimos que ustedes se casarían, tratamos de están en sintonía por ustedes principalmente. -eso le resultó gracioso a Line, pero no siguió con el asunto burlándose-
- Si vuelves a hacer esto, me temo que actuaré diferente Helga. Has estado muchos años conmigo y creo sabes lo que podría pasarte. No vuelvas a involucrarte.
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Editado: 05.07.2024