CAPITULO 7

El amor puede no demostrarse, pero su simple existencia ya es algo maravilloso y doloroso.

Pensando en lo que ocurrió en su infancia Helga simplemente suele perderse del mundo en el tiempo y se vuelve realmente distraída, eso suele preocupar un poco a Evangeline, ya que su asistente más que un trabajador, a lo largo de los años se ha vuelto muy especial para ella, casi puede decir que es más especial que sus propios hermanos, simplemente por la cercanía y el apoyo mutuo que se dan, principalmente la confianza.

Line se dio cuenta que Helga volvió a tener un pequeño episodio por su actitud y su distracción al trabajo, sin embargo, la dejó en paz y esperó hasta que llegaran a su hogar. Evangeline vive en una pequeña mansión de su pertenencia un poco lejos de la mansión principal, ella decidió vivir separada de su familia debido a la presión que le genera y por tranquilidad personal, aunque Helga también cuenta con una torre de apartamentos personal de los cuales pone en renta algunos y su lugar privado es el penhouse que se ubica en la cima de la torre, sin embargo siempre opta por vivir con su jefe para estar alerta todo el tiempo y trabajar en cualquier momento que se requiera.

Cuando ambas llegaron a casa Helga pensaba despedirse de Line para ir a su habitación y descansar un poco, aunque sabía que su mente estaba bajo distracción sabía que no dormiría bien hoy. Cuando pensaba sobre ello Evangeline inició el tema con mucha paciencia.

- Helga, ¿nuevamente pensando en ello? -la repentina pregunta sorprendió a Helga, pero también la hizo mostrar una sonrisa tímida, su jefa siempre la ha conocido bastante bien-

- Lo siento señora, sé que estropee el trabajo antes, es solo que… -al verla tan triste, el corazón de Evangeline simplemente sintió un ligero apretón-

- No deberías estar pensando en eso, después de todo estoy aquí, ¿no?

- Estuve pensando en todo mi señora… no sabe lo mucho que usted significa para mí.

- Helga…

- Perdóneme, mañana estaré mejor. Como siempre solo necesito descansar.

- De ninguna manera, sabemos que no lograrás dormir. Ven vamos a hablar.

- Pero usted debe estar cansada.

- Por favor, sabes el tipo de entrenamiento que he tenido, el sueño no es mi debilidad.

- Tiene razón... lo siento…

- Deja de disculparte y vamos a tomar una taza de té. Ve a lavarte las manos.

Mientras Helga se dirigía al baño de la planta baja Evangeline se lavó las manos en el grifo de la cocina y rápidamente empezó a preparar el té especial de Helga, nadie sabe esto, pero Helga después del secuestro que sufrió Evangeline cuando era joven trajo estragos a su querida asistente, tal parece como si Helga hubiese sido la secuestrada, Line no lo creía hasta que lo escuchó y lo vio con sus propios ojos. Cuando regresó sana y salva del secuestro Helga estaba como loca, se arrancaba el cabello de tanto jalarlo, se hizo pequeños cortes en las manos y en los pies, se comió sus uñas hasta sangrar sus dedos. Era como si el hecho de que secuestraran a su salvadora era como si le estuvieran arrancando el alma. Al verla así Evangeline solicitó que la llevaran al médico inmediatamente, al final el diagnostico fue apego afectivo y culpabilidad en su máximo esplendor, si Evangeline se lastimara y Helga sabría que ella no lo puso impedir simplemente se castigaría por hacer que su jefa se lastimara por su culpa y que podría perderla debido a ello. Cualquier cosa que afectara a Evangeline Helga se abrumaría demasiado.

En pocas palabras Evangeline siempre tuvo cuidado de no lastimarse frente a su asistente, al principio no quería que Helga trabajara con ella, sabía que la pondría en peligro muchas veces y que su mente la traicionaría, podría provocarle un colapso total. Sin embargo y sin sorpresa Helga se puso en huelga de hambre, hasta que Line la aceptara, al final fue aceptada, pero con la condición de asistir al psicólogo puntualmente. Helga asiste puntualmente y Line la acompaña siempre, pero algo que su asistente no sabe es que ha estado siendo medicada para relajar su mente y provocarle un profundo sueño para descansar, es como la pastilla para dormir, pero más ligera y sin perjudicar la salud. Evangeline la hizo preparar especialmente para Helga con recomendación médica. Esta pastilla es usada cada que Helga tiene una recaída instantánea, sorprendentemente su sentido de culpabilidad ha reducido considerablemente y el apego permanece, pero no en sentido obsesivo, sino en querer el bienestar físico y mental de otra persona, si Evangeline se lastima Helga hace lo posible por curarla y tratar la herida, ya no se pone como loca intentando matar a todos y a sí misma.

Terminando de deshacer la pastilla y colocándola en la taza de té para Helga, la asistente llegó en el preciso momento para beberlo caliente y listo.

- Mi señora, debiste esperarme a que te lo preparara.

- Helga, ¿mi té no es sabroso acaso?

- No es eso, muchas gracias, sabe bastante bien.

- Bueno, ya que tenemos nuestro té sentémonos.

Ambas se sentaron en la sala de estar, mientras Evangeline veía atentamente cómo Helga se acababa su medicamento inició a preguntar.

- ¿Recuerdas cuando éramos niñas y quería un durazno del árbol que se encontraba dentro del jardín rodeado de flores hermosas y subiste por él?

- Hahaha mi señora, no me lo recuerdes. Aun me duele el trasero por la caída terrible que me di.

- Tienes razón, pero al final siempre me bajaste el durazno, aunque te caíste lograste alcanzarlo para dármelo.

- S-si… -ese recuerdo provocó que Helga se sintiera avergonzada se sí misma, ya que el durazno que al final de dio a su jefa estaba aplastado y magullado-

- Tiene mucho que no como un durazno tan sabroso… lo probé gracias a ti Helga.

Esta charla tiene un significado para Evangeline y tiene un motivo oculto para ello, desde que principio del tratamiento psicológico de Helga, el psicólogo le recordaba a Evangeline hacerle recordar al paciente que ella tiene sus buenas acciones y que actuar es lo que cuenta, no el resultado, el resultado es independiente de que ella haga lo necesario, eso le ayuda a saber que, aunque Helga muera por no obtener el resultado deseado el resultado nunca cambiará y el actuar es lo más importante. Ocasionalmente saca a relucir esos recuerdos significativos para ayudar a Helga y permitirle nunca olvidar la persona increíble que es, desde hace mucho, para Evangeline su asistente es como su hija, aunque tienen casi la misma edad, es inevitable no sentir ese cariño por alguien que has visto crecer y protegido en todos los aspectos, solo se deja proteger por Helga para darle en qué ocupar su mente y el trabajo es bueno para ella debido a la experiencia, los hijos querrán volar en algún momento.