El amor puede ser Trágico

Trabajo (Parte 1)

Margaret Chapman no puede parar de pensar en su dama de compañía quien a regañadientes se tomo el día libre para aliviar su estrés y posible trauma; sus manos no paraban de temblar por su preocupación. Su esposo entro a su oficina para decirle lo que Amalia Bennet le dijo.

 

─ Amalia Bennet me confeso que Nicolas se ha marchado de su casa a causa de proteger a su criado ─ Dijo Archie sentándose en la silla de su esposa que esta al frente de su escritorio.

 

─ ¿Alfonso? ¿Pero que habrá hecho la marquesa para que Bennet tenga que protegerlo yéndose de su casa? ─ Pregunto Margaret con profunda curiosidad.

 

─ Maltrato ─ Dijo en corto ─ La marquesa Bennet posible maltrató al criado de Nicolas, y como lo considera familia, huyó para protegerlo. Es lo mas probable y obvio ya que Amalia tiene la tendencia de maltratar a los sirvientes sin motivo alguno.

 

─ Entonces... ¿Puedes pedir que pongan un boletín de búsqueda? ─ Dijo Margaret con un poco de tensión.

 

─ ¿Porque debería? ─ Cruzo sus piernas ─ El aparecerá con el tiempo.

 

─ Ponle un boletín de búsqueda y lo quitelo tres días después ─ Dijo tensa. Ella quiere saber a donde esta su amigo de la infancia ya que se preocupa por el.

 

─ Se que es tu amigo ─ Hablo con desinterés.

 

─ También es su primo, emperador ─ Interrumpió a su esposo con una cara seria pero aun tensa. Ella se atrevió a hablarle de forma descarada a su esposo. 

 

─ Bien ─ Se levanto de la silla ─ Pondré un boletín de búsqueda y lo quitaré tres días después. Aun que no se haya encontrado ─ Se fue de ahí dejando a Margaret sola en su oficina. Ella lo vio marcharse, en el fondo de su corazón sabe que su esposo no le intereso ni un poco la desaparición Nicolas, quien es su primo hermano.

 

***

 

En la posada esta Nicolas quien se alista para irse a averiguar en donde alguien necesita un ayudante en los próximos días. El reclutamiento será en una semana y en ese tiempo el aprovecharía buscar dinero para pagar el alojamiento de dos semanas a partir de ese día ya que no se esperaba que se tenía que pagar lo demás servicios de la posada. Todo para que Alfonso no haga mas esfuerzo. Nicolas busco y busco hasta que la herrería que Alicia le había dicho, el no fue directamente a ese lugar ya que lo suyo no es eso y buscar otras opciones era lo primordial.

 

El joven de cabellos negros ingreso al lugar de trabajo y un joven herrero salió a darle la bienvenida. Nicolas se sorprendió ya que ese hombre se ve mucho menor que el.

 

─ ¿Que busca, caballero? ─ Pregunto el pelirrojo sonriente ─ ¿Viene a comprar o a reparar alguna cosa?

 

─ Eh... ─ Quedo en helado. Nunca antes el había visto a un persona trabajar desde muy joven ─ Vine... a buscar trabajo, si se puede, claro.

 

─ ¡Llegas justo a tiempo! ─ Dijo alegre ─ Mi padre se fue hace mucho ─ Dijo cambiando drásticamente a un tono glacial ─ Hubieras llegado hace una hora, no entrevistará a nadie hasta mañana.

 

─ Vaya chico... ─ Pensó algo fastidiado ─ Bien, mañana regresare al alba ─ Dijo sonriente. Se marcho de ahí algo agotado pero sin dejar de sonreir.

 

El muchacho pelirrojo miro con mucho disgusto hasta que Nicolas desapareció lentamente de su vista, el de cabellos negros sin querer había ganado un enemigo pero uno inofensivo.

 

Un señor de pelirroja barba y con uno que otra cana en ella, de alta estatura y de ojos azules, apareció cargando los mangos de las hachas que pronto crearía ─ ¿Que buscaba el joven, hijo? ─ Pregunto el señor.

 

─ Solo venía a molestar, papá ─ Cruzo de brazos con enojo.

 

El padre del chico lo miró fijamente por unos segundos hasta que descubrió el por que su hijo trató así al muchacho de cabellos negros. Dejo a un lado lo que cargaba y se acerco a su hijo, puso su gran mano en el hombro del menor y dijo ─ Se que vino en busca del trabajo, hijo. Lo escuche todo. El se merece por lo menos la entrevista.

 

─ ¡Pero, papá! ─ Dijo el niño.

 

─ Se que tu puedes encargarte del negocio cuando yo no esté pero ocuparas una ayuda ─ Inclino un poco su cabeza hacía el frente ─ No dejas que se acerquen las personas que buscan empleo por que temes que ocurra de nuevo "eso" ¿no?.

 

El niño de cabellos rojos igual que el brillante fuego aparto la mirada, demasiados recuerdos de profundo dolor y de traición, se apoderaron de su mente, su puño se cerro por completo con fuerza, sus dientes son víctimas de la presión que el ejerce hasta que su anciano padre volvió a hablarle.

 

─ No todos son iguales, Javier ─ Dijo el padre ─ Si el muchacho vuelve mañana como prometió, lo entrevistaras y si es apto, lo contratas ¿esta bien eso? ─ Dijo amablemente.

 

─ Si... papá... lo haré ─ Dijo pausado. El no quería trabajar con un extraño pero el sabe que su padre podrá necesitar mas ayuda con el negocio.

 

Javier esta presionado y en su mirar era notorio, su viejo padre retomo su trabajo, recogió los mangos de las hachas y se marcho a su taller lejos de la recepción.

 

Al día siguiente, al alba, Nicolas volvió como lo prometido, fue a la supuesta entrevista que el joven muchacho le haría. Se vistió como "normalmente" la plebe se viste pero su toque elegante no lo dejaba disimular.

Javier miró entrar el de cabellos negros al local, con mala gana y sin ánimos de tratar con el, y arrastrando sus pies en señal de protesta, atiende a Nicolas quien esta sonriente.

 

─ Vienes para la entrevista, ¿no es así? ─ Hablo sin respeto hacia su mayor.

 

─ Correcto, joven ─ Dijo con mucho respeto.

 

─ ¿Y este quien cree que tendrá el trabajo? ─ Dijo fastidiado en su mente mientras cruzaba de brazos ─ Comenzamos con la entrevista. ¿Que sabes sobre herrería? ─ Dijo con mucho desagrado.




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