Los padres de María estaban furiosos. Le dijeron a María que no podía casarse con Juan. Dijeron que era una vergüenza para la familia, y que la desheredaban.
María estaba destrozada. Había perdido a su familia y a su amor.
Juan y María decidieron irse de su pueblo. Se mudaron a la ciudad, donde comenzaron una nueva vida juntos.
Juan y María eran muy felices juntos. Se casaron y tuvieron hijos. Tuvieron una vida plena y llena de amor.