El árbol de los 1000 ojos

Capítulo 54

Pascal y el ser con el que se chocó cayeron en una superficie suave, la oscuridad casi los rodeaba a los dos. Una ligera iluminación verde alumbraba el lugar.

—¿Qué crees que estás haciendo animal? — preguntó un ratón mientras se frotaba la cabeza. El ratón empujó a Pascal.

Era Nerol.

—Yo debería preguntar, ¿Qué esas haciendo dentro del árbol, Nerol?

—Mientras tú estabas ocupado con Roberta, ese psicópata llamado Oliver y ese enorme gato asesino yo me escabullí para entrar dentro del agujero, pero el árbol comenzó a moverse. Fue un milagro que no me haya caído.

Pascal se puso nervioso ante las palabras de Nerol. Este no era el momento adecuado para estar dando explicaciones.

—¿Activaste la bomba?

—Si, apenas pude hacerlo. Va a explotar en cualquier… ¡DIOS MIO MIRA!

Nerol señaló el agujero. Este se estaba cerrando. Los ratones corrieron hasta la salida diminuta. El agujero era tan pequeño que, apenas, había espacio para uno. Pascal consiguió salir. Con una pata se agarraba en el grueso tronco mientras que con la otra trataba de sacar a Nerol de ahí.

—Nerol, toma mi mano.

—Pascal, el agujero es demasiado pequeño para mí. Antes de morir quiero decirte una cosa…

Pascal estaba dispuesto a escuchar las últimas palabras de ese ratón rebelde. Puede que nunca se hayan llevado bien, pero eso no quería decir que no pudiera cumplir sus últimos deseos. Un ojo enorme se posó encima de Pascal. Este soltó un grito y se soltó del árbol antes de que Nerol tuviera la oportunidad de hablar.

El agujero se cerró.

Dentro del árbol el brillo de las semillas captó la atención del ratón fanático de los explosivos, de forma hipnótica. Había escuchado de ellas, y de los efectos que le ocasionarían a cualquiera que las ingiriera. Antes de pensar en algo otro sonido nubló sus pensamientos. Tic tac. Tic Tac. Tic Tac. Era la bomba. Tomó una de las semillas y la pegó muy cerca de su pecho, con tres patas escaló hasta llegar a su corazón.

—¿Quién eres tú y que estás haciendo dentro de mí?

Nerol no respondió. Solo abrazó la semilla en la enorme y arañada superficie de cuero orgánico.



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En el texto hay: cultos, gato negro, monstruosidades

Editado: 20.09.2024

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