CAPÍTULO 11 | Como una ensalada de insultos
"Así es el ser humano, fascinado por lo prohibido, atraído por lo imposible"
***
Samantha
—Solo falta imprimir esta hoja y podremos irnos.
—¡Que bueno, muero de hambre!
Logan se rio cuando me llevé una mano al estómago, dramáticamente. Estábamos en la biblioteca, terminando de imprimir nuestro trabajo. Al parecer, ambos teníamos la misma hora libre antes del almuerzo y decidimos reunirnos para acabar lo que no nos habían dejado hacer el otro día.
—Oye, no pude preguntarte, ¿Cómo te fue ayer con Scarlett? ¿Se solucionó? —le pregunté, como la chismosa que era.
No estaba muy enterada de cómo habían seguido las cosas con esos dos. El día de la pelea, la casa estaba vacía y no fue sino hasta la noche que papá llegó a casa, con una muy deprimida Scarlett que lloraba, mientras él la abrazaba. Al parecer, ella le pidió que la recogiera en casa de Logan y mi padre había sido lo suficientemente amable como para hacerlo. Estuvo con ella todo el rato hasta que su madre fue a buscarla y cuando creí que eso era el fin de todo, papá subió a mi habitación y me dio un largo sermón sobre no lastimar a otros.
Si, Scarlett le había contado su versión acomodada de la historia.
En la cabeza de mi padre, yo era una persona horrible que había ido a la casa de Logan para seducirlo, sabiendo que él tenía novia y que yo tenía novio— cosa por la cual también me reprochó, pues no se lo había comentado—. Me hizo prometer que me disculparía con Scarlett, cosa que no había hecho todavía, y que le presentaría a Asher en cuanto se diera la oportunidad.
Por supuesto que no tenía planeado hacerlo. Mi familia ya estaba muy jodida como para agregar mi relación falsa a la ecuación.
—No ha ido tan mal. Por lo menos ella ya me habla.
—Lamento lo que pasó, Logan.
—Tranquila, tu no hiciste nada malo.
—Aun así, me siento culpable.
—Bueno, puedes compensármelo, almorzando conmigo hoy.
Me paralicé un segundo. ¿Almorzar con Logan? ¿En su misma mesa? ¿Ahí, junto a Scarlett? Ni loca.
—¿Q-Quieres q-que... que yo almuerce c-contigo?
—Si, conmigo, con Scarlett y con nuestros amigos —sonrió— Será una buena forma de mostrarle a ella que solo somos amigos.
—¿Es que se piensa que tenemos algo?
—Es bastante celosa, pero sé que en el fondo no cree eso. No tiene razón para hacerlo —se encogió de hombros— Entonces, ¿Almuerzas con nosotros?
—No lo sé, suelo almorzar con Asher y sus amigos.
—Vamos, un día no hará daño, seguro que él lo entiende.
—Bueno, él también es bastante celoso —dije rápidamente, creyendo que eso causaría algún tipo de empatía en él y no me insistiría, pero fue todo lo contrario.
—Entiendo, pero no hay problema. Si lo hace sentir más seguro, él también puede almorzar con nosotros.
—¿Eh?
Código rojo, tenemos un código rojo.
—Por favor, creo que todos podríamos ser buenos amigos.
Basta, no me sonrías así.
Muy en contra de mi voluntad, me dejé caer por esa sonrisa y esos ojos suplicantes, porque terminé asintiendo a su petición.
—De acuerdo, ahí estaremos.
—¡Genial! —exclamó— Entonces está hecho, los veré en el almuerzo.
—¡Claro!
La siguiente media hora me dispuse a practicar mentalmente el cómo le diría a Asher que debíamos almorzar con su exnovia y su novio, el cual le caía mal. Seguro no iba a gustarle y eso no era lo que me preocupaba, lo que me tenía nerviosa es que él decidiera no hacerlo y me dejara sola con esos dos.
Lo cual, parecía querer hacer, el muy idiota.
—¡No puedes dejarme sola! —protesté, caminando a su lado— Nos invitaron a ambos.
—¿Y? No quiero hacerlo.
Rodé los ojos al cielo, implorando paciencia. Asher era tan insufrible.
—¡Por favor! ¿Es que acaso no puedes hacer una sola cosa por mí?
—No.
—¡Asher!
—Sam, no me hace gracia pasar una hora de mi tiempo junto a Logan.
—Pero también estará Scarlett, ¿Tampoco quieres gastar esa hora con ella?
Me puso mala cara.
—Estás jugando sucio.
—¡Por favoooooorr!
Le tomé una mano, apretándosela. Él llevó la vista a ese punto, en el que nuestros dedos se entrelazaban y eso fue como si un botón se hubiese activado en su cabeza, porque suspiró con resignación antes de aceptar.
—Bien, solo cuarenta minutos —advirtió, soltando mi mano— Ahora deja de verme como si fuera una paleta, es perturbador.
—¡Gracias! —exclamé antes de lanzarme a él en un abrazo.
Creí que se quedaría inmóvil, sin devolvérmelo, pero para mi sorpresa, envolvió sus brazos a mi alrededor y enterró la cabeza en mi cuello. Juro que lo sentí inhalar, ¿Qué diablos?
Separarnos fue extremadamente incomodo, pero se logró.
Cuando llegué a la cafetería, supe que pedirle a Asher que me acompañara no era nada en comparación con pasar ese tiempo en mi infierno personal. Mientras nos acercábamos a la mesa de Logan, noté como Scarlett nos lanzaba una mirada mordaz desde su asiento, comenzaron a hormiguearme los dedos y a darme más frío de lo normal. Le eché una ojeada a Emily, que estaba sentada con los chicos en nuestra mesa de frente, todos veían expectantes como íbamos a la guerra, mientras se susurraban cosas y soltaban leves carcajadas.
Menudos amigos los míos.
Llevé los ojos a Asher, porque sorprendentemente era lo único que me daba seguridad en ese momento y él me sonrió. Posiblemente se burlaba internamente de mí, pero yo me creí que era para darme ánimos.
—Hola, chicos —nos saludó Logan, apenas llegamos a la mesa— Siéntense, con confianza.
Así lo hicimos, uno al lado del otro. A la derecha tenía a Asher, a la izquierda, a las dos amigas de Scarlett, Hannah y Andrea. Enfrente, Logan y Scarlett. La segunda, con una larga melena rubia recogida en una despeinada trenza, su piel perfectamente bronceada, con los ojos azules resaltándole por el maquillaje y una sonrisa de dientes perfectos que, aun pretendiendo ser amable, estaba lejos de serlo. Era malditamente perfecta. Tragué saliva y procuré sonreír tímidamente, aunque ni de lejos llegaría a verme como ella.
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Editado: 19.03.2023