El arte de soñar

Capítulo 3 Conociendo otra perspectiva

Todos siempre se dejan llevar por sus ilusiones, por sus sueños, sin embargo, los sueños pueden ser frustrados y una vez que son arruinados, dejan un caparazón vacío en esos ilusos soñadores, la música, el arte, los deportes, etc. Crean soñadores que en un mundo como este simplemente serán apagados tarde o temprano, odio eso, odio a esa gente como odio a aquellos que después de ver sus sueños morir esa luz se apaga, por esa simple razón considero que los sueños no son necesarios en este mundo, todo lo analizado, todo aquello que pueda ser guiado para tener un resultado estadísticamente favorable, considero que será mejor.

-sabes es gracioso que la persona que trae una guitarra, pregunte ¿Cuál es tu música favorita?-

Una risa salió de mi boca, esa chica mostraba un prejuicio de ser toda una soñadora, se podía ver a distancia, sin embargo esa imagen de ella concentrada tocando, esa imagen invadía ese prejuicio, como si intentara demostrar más de lo que la gente pensara, como si intentara demostrar algo a sí misma, la curiosidad puede ser lo peor del ser humano, sin embargo es también un instinto primitivo para nosotros.

-o vamos, dame crédito no soy la mejor rompiendo el hielo-

Ella correspondió a mi risa asiéndola más contagiosa, mientras el silencio empezaba a regresar ella extendió su mano hacia mí.

-empecemos de nuevo soy Sara un gusto Gabriel-

-ja, soy Gabriel  un gusto Sara-

Correspondí a su saludo mientras un autobús llegaba y ambos decidíamos subir, ella prefirió cederme el asiento con vista a la ventana, mientras ella colocaba cuidadosamente la guitarra en la parte de equipaje, y se sentaba, su mirada lo decía todo prefería estar cerca de su instrumento.

-dios, sí que eres una guitarrista, no puedes pasar dos minutos sin estar en ese mundo-

Más que un comentario gracioso, pudo demostrarse mis verdaderos sentimientos, aunque ella en realidad parecía no notarlo o negarlo, solo agarro de su mochila unas partituras mientras me volteo a ver.

-bueno tal vez en realidad lo lleve en la sangre-

Bromeo mientras buscaba la partitura correcta, papeles y papeles, con claves de sol, blancas, negras y corcheas aparte claro de los puntillos y alteraciones de bemoles un festín para cualquier músico o también el causante de su estrés y desvelo para entender a veces esas aparentes indescifrables melodías.

-ya sabes que me encanta la música sin embargo yo no sé nada de ti, vamos tiene que haber algo interesante en tu vida, pasatiempos, algo-

Ella era más astuta de lo que aparentaba, tomo mi sarcasmo y logro regresármelo sin siquiera poder decir nada, simplemente suspire.

-en realidad nada, ¿acabar la preparatoria cuenta?-

-pfff, seguro señor aburrido, adivino quieres dedicarte a algo relacionado a la mecánica o informática, cualquier cosa que puedas controlar o medir-

En un segundo volvió a buscar la partitura que buscaba, encontrándola por fin solo para guardar todo lo demás de vuelta a su mochila, su cabello lacio y piel de porcelana brillaba con la luz que lograba pasar por la venta del vehículo.

-¿Por qué estaría mal ser alguien aburrido?-

-valla, sinceramente me sorprende atinarle a la primera, no hay nada de malo, ese es quien eres como yo soy quien soy-

Empezó a revisar esa vendita partitura, no pude evitar suspirar, mientras ella parecía cada vez más perdida en su mundo, tal vez al final nunca me equivoque en mi percepción de ella. Mi celular vibro, mi curiosidad me invadió y lo saque para ver un mensaje.

<Dime por favor que no has lanzado su guitarra a donde sea>

Sonreí mientras empezaba a escribir.

<Tal vez debería, esto no estaba en parte de mi contrato>

<Vamos, no puede ser tan malo>

Voltee a verla discretamente para encontrarme la escena más graciosa para ese momento ella practicando con una guitarra invisible intentando tocar la partitura.

<Tiene una guitarra invisible, me está exigiendo que la critique>

<en realidad eso debe ser divertido, por favor no hagas que me arrepintiera de irme con Liz, es tu oportunidad para ser un ser humano normal>

Apague mi teléfono mientras veía la carretera, un gran sentimiento de nostalgia invadía mi cuerpo, un sentimiento tan agrio como a la vez dulce, recordando otra de las grandes frases robadas de mi madre “no juzgues un libro por su portada y menos si solo lo has leído una vez” siempre tenía que ser tan ilustre, todavía puedo sentir como si fuera ayer cuando me dijo eso, no puedes juzgar a nadie y menos si no conoces toda la historia, tal vez tuviera razón, aunque era complicado. Un escalofrió recorrió mi cuerpo mientras la volteaba a ver.

-eso se ve doloroso-

Por fin pude captar su atención o mejor dicho sacarla de su mundo, su mirada se veía incluso un poco molesta, no podía lograrlo o eso parecía.

-si es algo molesta-

-no soy músico pero ¿no eso puede dallarte o lastimarte la mano?-

Ella por un segundo reflexiono mientras pensaba que tenía razón, usualmente no debería ser una posición incómoda, tal vez si la tocaba en lugares, o mejor dicho trastes diferentes las mismas notas podría evitar que fuera tan pesado, lo pensó mejor y reacomodo su mano en otra posición mucho más cómoda y que permitiera avanzar incluso más rápido, todo por tocar las mismas notas en otro lugar.



#22066 en Novela romántica
#14106 en Otros
#2076 en Humor

En el texto hay: romance, musica arte, sueño

Editado: 27.11.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.