El arte de soñar

Capítulo 12 comprendiendo

-¿enserio crees que todos los músicos son así?-

El rostro de Sara había cambiado rápidamente, era serio, incluso un poco depresivo.

-eso pensé mucho tiempo, incluso actualmente todavía ese pensamiento se aferra. Tú eres la única excepción que todavía no entiendo, te preocupas por los demás, todavía-

-no comprendo el por qué piensas eso, pero te demostrare lo equivocado que estas-

Sonrió mientras calentaba, era absurdamente interesante el saber cómo incluso en la música era necesario calentar si no querías que con el tiempo la factura llegara a tus manos, escuche practicarla unos minutos y una pregunta real nació, más que malicia, solo tenía una intención, entender más.

-¿Por qué tocas la guitarra?-

Sara me volteo a ver y se quedó callada un momento analizando sus respuestas, analizando detenidamente que sería correcto decir para exponer su postura y también su respuesta.

-la guitarra me permite expresar, permite que demuestre mis emociones con notas, me encanta ya que veo lo que una pieza puede cambiar en alguna persona, incluso en ti puedo notar como cambiaste, tu no lo vez pero una parte de ti cuando toco pareciera que bajas la guardia y simplemente disfrutas-

-¿entonces tocas la guitarra por que en secreto quieres desnudar el alma de las personas?-

-tal vez, no lo sé. Mi abuelo solía tocar igual que yo, me conto tantas experiencias grandiosas sobre el instrumento y una parte de mi esta fascinada, decía que el músico tocaba para todos pero difícilmente disfrutaría lo que el mismo tocara, él lo noto cuando un amigo. Dejo de tocar en años y un día lo retomo diciendo que era impresionante lo bien que seguramente toco en un momento desprestigiando su esfuerzo actual-

Parecía una broma de mal gusto, tocar un instrumento y no disfrutarlo o darte el crédito por ello, esa realidad si la podía creer, Sara solo buscaba de alguna forma demostrar a los demás otra gama de emociones como también las suyas, salir de esa zona de confort que marcaba a muchos. Una artista en todo su esplendor para bien o mal.

 -que ironía-

Lance una pequeña risa seca mientras ella me miraba sin decir una palabra, solo observándome.

-¿serias capaz de cambiar tu perspectiva?-

-no lo sé, tú amas la música, yo la odio es algo dramático para mi gusto en realidad, solo y solo tal vez necesito tiempo nada más-

-no estoy tan molesta en realidad, solo me sorprendió que alguien como tu decidiera defender a su manera la música, defenderme para ayudarme, no dejas de ser un idiota pero llego un punto que pensé que fue lindo-

Sonrió mientras me dejaba pensando, la defendía o eso pensé pero también era solo porque en realidad me preocupaba un poco ella, no conocía su historia pero la música parecía ser algo demasiado importante para ella que la ayudaba a ser quien era.

-dejemos de hablar, necesitas practicar. No quiero que hagas el ridículo en tu presentación y me eches la culpa-

-ja ja ja-

Una sensación cálida invadió mi ser cuando su instrumento empezó a sonar, una parte de mi quería que ella me abandonara, como todo el mundo solía hacer a excepción de mi padre y Esteban, pero incluso siendo yo mismo, no me abandono. Era gracioso como después de un tiempo podía detectar sus expresiones y todo lo relacionado a sus preocupaciones de equivocarse en una estúpida partitura. El tiempo paso más rápido de lo pensado y un día más estaba culminando.

-entonces-

Escuche su voz e instintivamente la voltee a ver, mientras guardaba tranquilamente sus cosas, suspire y la ayude un día mas con su atril mientras ella intentaba todavía formular de manera correcta lo que intentaría decirme.

-supongamos si yo te invitara a ir a mi concierto ¿irías?-

-por supuesto-

Mi respuesta salió antes de que incluso yo razonara, incluso después de razonarlo, no cambiaba la respuesta, estuviera de acuerdo o no en mi propio odios, prometí apoyarla y por supuesto que lo aria, claro está sufriría un poco pero nada más que eso.

-para ser alguien que se comporta como un engreído y sínico tiendes a ser agradable a veces-

-cállate obsesiva por la música-

Abandonar el salón de música donde toda la magia sucedía por primera vez pude sentir tristesa.querer seguir en ese lugar escuchando a Sara invadía mi cabeza, no importaba si estamos en el autobús esa sensación de querer seguir y no abandonar ese espacio prevalecía y se intentaba aferrar a mi mente.

-bien, te guste o no quiero practicar hoy con la guitarra invisible-

Un mal chiste acompañado de una sonrisa burlona, mientras practicaba en el aire. Sabía que ella tendía a ser muy infantil en ocasiones pero no me importaba, era algo que la caracterizaba y estaba bien, tal vez demasiado. Una sensación de incomodidad llego a mí, ella era libre, era quien quería ser o eso aparentaba mientras que yo simplemente sentía que estaba encadenado totalmente por mi odios, miedos y rencores pensando por primera vez ¿esto es lo que quiero de mi vida? ¿Quiero simplemente ser recordado por mis odios y frustraciones?



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En el texto hay: romance, musica arte, sueño

Editado: 27.11.2021

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