Un ruido me hizo sobresaltar de la cama, al parecer provenía del ático, no le di importancia pues tal vez lo estaban organizando mire la mesita de noche y el reloj marcaba las 7:00 am mire a mi lado izquierdo y allí se encontraba la cama de Cristina y ella sobre está durmiendo. Me restregué los ojos y me quite las mantas de encima, me puse mi bata de dormir y Salí de mi habitación en dirección al baño.
Una vez allí me despoje de mi pijama y me metí a la ducha, el agua caía de una manera muy relajante, mientras me enjabonaba mi cuerpo la luz del baño empezó a parpadear, al parecer ya se iba a acabar y abría que reemplazarla por otra bombilla, volví a abrir la ducha y quite todo el jabón, luego me seque mi cuerpo. Me disponía a ponerme la bata de baño cuando escuche un grito ensordecedor proveniente de mi habitación, sin pensarlo mucho salí corriendo del baño y abrí la puerta de mi habitación pero no había nada, Cristina seguía durmiendo plácidamente en su cama.
Pero entonces ¿que fue el grito que escuche?
Tal vez habían sido alucinaciones mías.
(***)
Mi gemela y yo nos encontrábamos en la sala estudiando online, ya iban tres horas, tres materias, mis padres ya se habían ido a trabajar así que solo nos encontrábamos con las empleadas.
-Iré por un vaso de jugo.-Me hablo Cristina parándose del sillón.
-¿Me podrías traer uno?-Pregunte a lo cual ella asintió. Una vez que se adentró en la cocina seguí haciendo las actividades que los maestros online nos recomendaron. Y allí estaba otra vez aquel grito que escuche esta mañana, deje a un lado la laptop y salí corriendo a la cocina. Pero una vez que llegue todo estaba normal, solo se encontraba Cristina sirviendo los jugos.
-¿Estas bien?-Cuestione observando alrededor.
-Sí… ¿Porque lo preguntas hermanita?
-Por nada, anda ven, sigamos con las actividades.-Cris asintió y me entrego uno de los vasos llenos de jugo y nos volvimos a sentar en el sillón.
La verdad ya me estaba empezando a preocupar. ¿Y si me estoy volviendo loca?
-Ya me aburrí, vayamos a jugar.-Insistió Cristina a lo cual yo solo asentí, cerré el portátil y salimos corriendo hasta el tercer piso para entrar a nuestra nueva habitación de juegos, no sentamos al redor de la mesa de té con unos cuantos muñecos.
-Sería tan amable señor conejo de darme un poco de té.-Hablaba Cristina sosteniendo una linda muñeca de cabello rojo e imitando su voz, esto siempre me parecía ridículo pero le seguía el juego.
-Con gusto Angelina.-Respondí cambiando mi tono de voz e imitando vaciar té en una tacita que tenía Cristina. Y así nos quedamos casi una hora jugando.
-Niñas les traigo galletas y leche.-Entro nuestra nana con una bandeja llena de lo que acababa de decir y la dejo encima de la mesita de té.
-Muchas gracias, moría de hambre.-Contesto Cristina tomando un sorbo de leche y a continuación cogió una galleta.
-Muy bien niñas, las dejo, sus padres llegaran en 3 horas.-Ambas asentimos, la nana salió de nuestra habitación y yo procedí a comer una de las galletas de chispas de chocolate.
-Están deliciosas.-Comento mi gemela entrecerrando los ojos y disfrutando del sabor. Mientras mordía mi galleta escuche como rechinaba una mesa, pero procedía del ático, ambas nos miramos y dejamos de comer.
-¿Escuchaste eso?-Cuestione parándome de la silla.
-Sí, ¿Qué crees que fue?
-No lose, ¿vamos?-Ella asintió y se levantó de su asiento, ambas caminamos hacia la salida del cuarto cuando la puerta fue empujada por algo y se cerró de golpe haciendo un estruendo gigante, Cristina soltó un grito y salió dispara para la ventana.
Estaba paralizada en la mitad del cuarto, no reaccionaba, empecé a cuestionarme por qué la puerta se había cerrado.
-Cris, no pasa nada solo fue el viento.-Solté aun un poco asustada, y caminando hacia ella.
-¿Segura?
-Sí, no te preocupes ven vamos.-Ambas volvimos a caminar hacia la puerta, tome el pomo de la puerta y la gire, esta se abrió normal.-Ves no pasa nada.-Cris respiro aliviada y se llevó una mano al corazón de seguro se había asustado bastante. En ese instante el teléfono de la casa empezó a sonar desde la primera planta.
-¡Niñas bajen!-Escuche gritar a la nana y ambas salimos corriendo escaleras abajo.
-¿Qué paso?-Pregunte acercándome a ella.
-Sus padres no vendrán.
-¿Qué? ¿Porque?
-Les surgió un viaje de imprevisto a parís, se irán por dos meses. Arréglense que iremos al aeropuerto a llevarles sus maletas.-Ambas asentimos y subimos a vestirnos.
Esto siempre pasaba, nunca estaban con nosotros por su trabajo, pero quien los necesita, ambas aprendimos a vivir sin ellos, no pasa nada, estaremos bien.
(***)
-Pórtensen bien niñas, volveremos en 2 meses.-Nuestra madre nos dio de abrazo seguido de dos besos en la mejilla.
-Les traeré un regalo cuando volvamos se los prometo.-Nos habló nuestro padre seguido de un abrazo, ambos se cogieron de la mano y los vimos desaparecer por la entrada de su vuelo.