El beso de la muerte

PRÓLOGO

¿Les han contado la historia de que los dioses crearon a la raza humana? ¿A todo lo que ha existido, existe y existirá? Pues lamento decirles que han vivido engañados, un Dios no es nada sin el hombre, sin el que cree, sin el que reza, sin el que con su infinita búsqueda de la salvación los creó.

Fue el mismo hombre quien creó a los dioses, fue el mismo débil de cuerpo quien creó a seres supremos destinados a la grandeza, a la gloria o a la destrucción.

Los Dioses son creación de los humanos para dar las respuestas que temen darse a sí mismos. El hombre los creó para adorarlos o temerles y ellos los cuidaron.

Hace miles de años, tal vez más, Nyx diosa de la noche cambió la historia al crear a sus hijos sin la ayuda humana, un par de hermanos nacidos de la noche más oscura y de la estrella más brillante.

Hermosos en su naturaleza y a pesar del amor que la Diosa les tenía a sus hijos por igual, no pudo protegerlos del mundo divino.

Hipnos y Tanátos han sido los únicos dioses creados por otros Dios, nadie sabe cómo, después de esto Nyx decidió aislase en los cielos pero hay quienes dicen que sus hijos hablan con ella.

Sí un Dios es creado por la necesidad y la creencia de los humanos ¿Cuál creen que es el peor castigo para estos seres?

El olvido humano.

Y ese fue el castigo de Hipnos, Dios del sueño, creador de la Narcolepsia, Padre del sueño, las pesadillas y las predicciones, El único ser capaz de dormir otros dioses, por su traición a Tanátos, su hermano.

A pesar de todo, las Moiras del destino le concedieron una salvación, en alguna época del mundo, en algún lugar, existirá una mujer capaz de reconocerlo.

¿Pero que sucederá si otro ser se adelanta?

¿Es más fácil seguir a tu destino?

¿O a tu corazón?

¿Y porque no ambos?




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