El reflejo de Camila la hacía recordar muchos momentos felices, en particular su cabello largo, aquellas palabras que había dicho el amor de su vida aun las recordaba con afecto "Tu cabello largo se ve bonito", una amarga sonrisa sale a flote, ella suspira con pesadez sabiendo que hoy es un día especial, hoy se reunirá con su grupo de amigos que desde hace mucho no los ve, cierra los ojos y aquella tarde donde todo ocurrió vuelve a ella, de forma tan fresca como si hubiese sido ayer.
-Alicia, Marcus y Ronald.- Dice con lágrimas en sus ojos mientras toma una foto del cajón, donde estaba ella con sus amigos muy felices, esa vieja foto era su tesoro mas preciado, pues era lo único que quedo de ellos, de aquel tragico día...
Tenía 8 años en aquel entonces, ese día había quedado en salir a jugar con mis amigos Marcus un chico gordito castaño de 7 años y Ronald un pelinegro alto de 9 años, ya estaba lista para salir cuando Alicia mi hermana menor me pidió ir conmigo.
-Hermana quiero ir. –Dice con pucheros.
-Tu eres muy llorona Alicia, además siempre me haces perder en todos los juegos, eres muy mala jugadora. –Digo con molestia.
-Vamos hermana, dejame ir contigo. -Insiste.
-Ya dije que no.
-¡Eres mala conmigo! le diré a mama que no quieres que juegue contigo. –Dice mientras sale corriendo.
-¡Aparte de mala jugadora también eres chismosa! –Grito molesta.
Cuando estuve a punto de salir de casa mi madre me regaña y advierte que si no me llevaba a mi hermana no iba a salir a ningún lado, no me quedo otra opción que dejarla que me acompañase, estaba irritada pero no tenia opción, mi madre simpre accedia a los pucheros de mi pequeña hermana rubia, al llegar ha aquel campo cerca del bosque vi a lo lejos a Marcus y Rolad que estaban sentados bajo un árbol esperándome, corro hacia ellos y los saludo con un abrazo.
-¿Qué paso Camila? ¿Por qué tardaste tanto? –Pregunta Marcus.
-Bueno es una historia un poco fastidiosa. –Digo molesta.
-Hola chicos. –Dice Alicia apareciendo a mis espaldas.
-Ahora todo tiene sentido. –Dice Ronald mirándome con un poco de burla.-Bueno, no importa mientras más seamos mejor.
-Si... - digo sonriente aunque no muy convenida.
-¿Qué vamos a jugar? –Pregunta Marcus.
-¿Qué les parece las escondidas? – Dice Alicia, todos nos miramos y al parecer estamos de acuerdo, pero debemos escoger quien va a contar asi que hacemos el clásico juego de piedra, papel o tijera.
-¿Listos? 1, 2 y 3. –Digo sacando roca, Ronald también saco roca, Alice también pero Marcus saco tijeras.
-¡Ash, No puede ser!, siempre pierdo. –Dice Marcus.- Bueno voy a contar en este árbol, así que escóndanse. –Marcus se da la vuelta, tapa sus ojos y comienza a contar, todos salimos corriendo para ocultarnos en todos lados menos el bosque ya que esta prohibido, me escondo detrás de unos árbustos donde abundas las flores, tomo algunas de ellas y las pongo en mi cabello.
-Se te ven muy bien. –Dice Ronald asustándome, el ríe un poco al ver mi reaccion, al final rio con él –Me esconderé por aquí contigo ¿No te molesta? –Dice con una linda sonrisa la cual me hace sonrojar, niego con la cabeza y él se sienta a mi lado, al igual que yo arranca flores y comienza hacer una corona de flores, la cual me la pone, estoy un poco nerviosa, así que miro a otro lado ya que me cuesta mirarlo a los ojos, siento un beso en mi mejilla, volteo con sorpresa, él esta sonrojado, y sus ojos estaban con un brillo especial. –Camila tú... me gustas. –Dice nervioso.
-Tú también me gustas -digo en voz baja, él sonríe y me abraza.
-¿Quiere ser mi novia Camila? –Dice contento.
-No, mi mama dice que soy muy pequeña para esas cosas.- Digo un poco triste, él se pone algo triste pero en seguida vuelve a sonreír.
-¿Y si te casas conmigo? Mis padres se casaron a sus 15 años, a mí me faltan 6 años para cumplirlos y a ti 7, pero ¿Eso está bien cierto? Tu madre no se enojara contigo por que no seremos novios, si no esposos. –Dice contento, me rio de sus locuras pero todo eso me hace feliz ¿Eso está bien? No sé qué hacer pero... lo quiero y quiero estar con él.
-Sí, está bien, pero nos casaremos cuando seamos mayores, porque ahora estamos muy pequeños - Digo contenta, escuchamos el ruido de una rama al romperse y con cuidado nos asomamos.