El Bufón del Rey Demonio

Tormenta.

.

.

.

.

.

Algo que sacudiera al castillo era bastante raro, no lo fue la llegada de uno de los 4 condes.

El gran reino demoníaco de Haworthia tenía 5 poderes principales. Su rey estaba a la cabeza, como un líder de sangre y con el poder suficiente para tener a los otros 4 poderes a sus pies no había quien se le compara, pero hablando políticamente los líderes de los 4 territorios también tenían una opinión importante.

En todo el territorio demoníaco había 4 señores que gobernaban y protegían la parte que les tocaba y rendían cuentas a su majestad. Pero con la guerra tan cerca los poderes se estaban desequilibrando.

El Duque Blanco, patriarca de las serpientes blancas había cortado la comunicación con la firmeza de mantenerse neutral, su clan puro y sin mancha no quería participar en algo tan banal, a su vez que deseaban conservar su trueque con los humanos.

El Duque Chay, el líder de la torre de inteligencia y jefe de los elfos siempre había aceptado ser el cerebro fiel de su rey, apoyando la decisión que tomará.

El Ducado de los orcos, tenía de representante a un orco sin nombre que regía por su fuerza bruta más que por su inteligencia estaba ansioso por la guerra, listo para liderar sus tropas hacia el campo de batalla. Pero aquella irracionalidad le hacía ver cómo el menos confiable de los 4.

Por ende, el último conde había obtenido un poder político abrumador, el territorio de las bestias, que antiguamente había sido liderado por cierto conde con forma anfibia que "casualmente" desistió de su puesto, cayó a manos del nuevo Duque, el gran Duque de Ónix, nombrado así por el curioso color de sus ojos; tenía bajo su mando a todas aquellas criaturas que fueran consideradas bestias, desde los leales hombres lagarto hasta las poderosas quimeras.

El Ducado de bestias siempre había sido el escudo del rey, el más fiel y del que nadie dudaba, por ello, que ellos estuvieran a favor de la guerra inmediata causaba gran impacto. Era casi seguro que irían a la guerra, aunque el rey siguiera desistiendo.

Cuando el Duque de Ónix llegó personalmente hasta el castillo, todos dentro de él asumieron que no había más que hacer, habría guerra y trataron al invitado como uno de los más importantes.

Quizás fue por eso que Eider restringió sus salidas, Biel fue casi encerrado en el edificio anexo donde estaba su habitación y era poco probable salir a menos que el rey viniera por él.

 

— La guerra en verdad está cerca — Iñaki se veía más decaído de lo normal desde que el duque llegó, el mismo se encerró en la habitación y se quedó en su silla nervioso y preocupado por el futuro. Biel trataba de ser positivo, Eider era un rey perfecto, invendible, aunque fueran a la guerra no se tendría que preocupar ¿Verdad? Todo estaría bien, era definitivo.

— Llegó la hora de dejar de jugar — En el fondo de la habitación, Kanu estaba irritable y mal emocionalmente, aunque se había relajado bastante en su nuevo ambiente, despertar todas las mañanas con el sonido de las armas chocando del campo de entrenamiento le hacía caer lentamente en la desesperación.

 

Un humano que había jurado lealtad a su rey, a su nación, a su amigo, a quien le había prometido volver con información útil para evitar la misma guerra que ahora estaba floreciendo.

Una sola palabra, una sola orden del rey demonio y las tropas avanzarían y entrarían en una guerra que, ganará quién ganará, ambos lados tendrían pérdidas irremediables. Antes no le había pasado por la mente las consecuencias de toda esa lucha de poder, pero ¿Y Biel? Había muchos seres como ese cabeza hueca que serían catalogados como "víctimas inocentes" solamente... Ya no podía del todo deslindar responsabilidad a únicamente "un número de víctimas" en un papel.

 

— Kanu, relájate, Eider no es así, es... — Desgraciadamente, lo era, su majestad se regía por su propio sentido de justicia y si los humanos daban un paso en falso él mismo iría liderando la batalla, pero no la empezaría, era imposible. —... Quizás si investigo...

— ¿Investigar que? Sí que el encierro trae locura consigo.

 

Iñaki se levantó de un salto, dirigiendo la punta de la lanza hacia el ropero de dónde había salido la voz de un tercero, Kanu se colocó frente al elfo y los nervios aumentaron.

 

— Que hermosa bienvenida, me conmueven.

 

Fue una escena un tanto extraña, pero con lo que estaba sucediendo últimamente no les tomó tanto de sorpresa, Eider salió empujando el ropero, con telarañas en el cabello y un aspecto de querer morir por falta de sueño, cargando papeles desordenados y mal doblados en una mano.

 

— ¿Eider? Que... ¿Desde cuándo está eso allí? — Biel cómo todo buen curioso se asomó por la oscuridad del pequeño pasadizo tras su ropero, que al tener un gran tamaño jamás se le ocurrió moverlo.

— Desde que antiguos reyes usaban está habitación para encuentros de alto secreto, los bufones no solo son lindos adornos ¿Sabes? Que tú seas un tonto no hace que los anteriores lo fueran — Tomando aire después de haber empleado un pasadizo que hace años no se usaba, dejó caer los papeles en la cama ajena y finalmente pudo sacudirse. — Ese pasadizo lleva tanto a mi habitación como al jardín que está cerca del salón de baile, es bueno cuando quieres ir rápido de un lado a otro. Ahora, tengo que trabajar lejos del idiota de Ónix así que cooperen — Colocó una mano en su cuello en signo de cansancio mientras se dejaba caer en la cama.

 

Extendió sus papeles y tomó algunos apuntes en específico mientras el tintero se balanceaba peligrosamente sobre las sábanas blancas.

Biel aburrido se sentó en el piso mirándolo, antes de que todo ese problema empezará era lo que hacía, sentarse cerca de su rey mirándolo trabajar.

 

— Biel aléjate de allí, ayuda más el que no estorba, ni entendemos qué está haciendo — Kanu tampoco tenía ni idea de lo que estaba haciendo Eider, pero si el Rey de los demonios estaba "trabajando" sentía que si se acercaba su cuello rodaría por el suelo.



#15486 en Otros
#2353 en Humor
#11569 en Fantasía

En el texto hay: comedia, amistad, boyslove

Editado: 12.11.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.