Tras ordenar que doblaran la guardia, Drake dirigió a sus nuevos invitados para llevarlos con las sirvientas que le prepararon las camas durante las noche, luego de de indicarles, ellos dormirían en las habitaciones contiguas a la de él.
Ambos estaban a la entrada de la habitación, vio como entraban, se volteó para entrar a la propia, donde aún posiblemente Beatrice estuviera en el Ropero, abrió la puerta, sintiendo un escalofrío en su espalda, como si alguien lo viera desde su espalda, giró la cabeza, solo para encontrar el pasillo completamente vacío.
Abrió la puerta.
Batrice salió del ropero, aun en la penumbra de la noche, logró ver sus ojos verdes brillando, estos pasaron de felicidad a terror.
«Lo sabía, hay alguien detrás mío», pensó Drake nervioso, a lo cual giró su cuerpo a gran velocidad, mientras tomaba la espada que estaba amarrada su cintura por la funda, solo para toparse con Marian, quien se aproximaba sonriente.
LA joven corrió y ambas se dieron un abrazo
Se separó para mirarla.
Mientras le daba una palmada en la espalda, la cual tuvo tal fuerza que la asesina cayó al suelo pesadamente, quedando aturdida en el acto.
Luego de acostar a Marian en su respectiva cama, la pareja pasó el resto de la noche durmiendo en su respectiva habitación.
El joven despertó antes del amanecer, no sabía cuánto había dormido, pero dada las situaciones ocurridas, el descansar le parecía un privilegio que no podía darse ahora mismo
, si atacaron ahora, podrían hacerlo otra vez, en cualquier momento, ¿habrían sido contratados un solo grupo de asesinos?, mercenarios, quien fue, estas y otras preguntas circulaban incansablemente recorriendo los parajes de pensamiento en el joven caballero. Miró a su joven esposa, seguía siendo un Ángel ella, incluso sin ver sus hermosos ojos verdes, incluso tras lo acontecido, a pesar del infierno que debió ser estar encerrada por casi dos años dentro de una existencia que no podía controlar, «habré hecho bien en casarme con Beatrice, es solo una niña, lo demuestra en su actitud, es como si siguiera siendo la pequeña que me dió su ´çinico recurso alimenticio, a un desconocido que estaba a punto de morir, incluso aunque le costó su propia alimentación».
Con su mano recorrió la tersa y suave piel del rostro, que aquella joven poseía.
Los primeros rayos del sol, aparecían en la ventana, iluminando la habitación matrimonial, poco a poco, los ojos de la chica comenzaron a abrirse, pasando de sueño, refregándose los ojos a una cálida sonrisa, pues la mirada de ambos se cruzaron.
Ambos acercaron su rostro, recibiendo mutuamente al otro, con beso en los labios.
Seguido a esto, se asearon con agua que una empleada les llevó a la habitación, por último se vistieron, se miraron mutuamente, Beatrice avanzó muy rápido hacia Drake, a lo cual él, la tomó en sus brazos, la inclinó, para besarla una vez más. En ese momento, antes que sus labios se rozaran, tocaron fuerte la puerta.
La pareja se miró con pesadez, mientras escuchaban aún la puerta tocarse.
Ambos se rieron al mismo tiempo.
Se dirigió a la puerta.
Abrió la puerta, apareciendo frente a él Alan, quien miraba con una gran sonrisa.
De fondo había unas sirvientas, las cuales miraban al joven asesino con desconfianza.
Era una de las tres niñas salvadas, siendo la más joven.
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Editado: 26.03.2022