capítulo 11

Aunque estamos en la fiesta, y varias personas se han acercado a mí o a Connor para invitarnos a bailar, seguimos muy pendientes de nuestra misión. A demás estoy un poco incomoda con Sasuke a mi espalda, porque se mueve mucho y tengo que disimular para que nadie note algo extraño en mi mochila.

— Deja de moverte así— me dice Connor, recostado en la barra con un vaso de no sé qué en la mano.

— Es que Sasuke no deja de moverse

— Te dije que no lo trajeras

— Ya sé— digo rodando los ojos— creo que los chicos ya comenzaron, nosotros también deberíamos.

Connor asiente y al mismo tiempo nos separamos de la barra, caminamos directo a una de las escaleras, pero nos damos cuenta que hay dos guardias gigantes cuidando que nadie pase.

— Eso va a ser un problema— menciona Connor

— Necesitaremos una distracción— le digo mientras observo un chico de unos veinticinco años muy borracho, diciéndole cualquier cantidad de cosas a cualquier mujer que pase por su lado.

Sonrió con maldad, y miro a Connor guiñándole un ojo, él me mira confundido, pero igual me sigue cuando me acerco al borracho. Paso por el lado de él y comienzo a moverme al ritmo de la música, enseguida él desconocido posa sus ojos sobre mí y se acerca lentamente, pone sus manos en mi cadera y comenzamos a bailar. Estuvimos así unos segundos hasta que al desconocido le da por darme una nalgada.

Connor se le acerca furioso con grandes intenciones de golpearlo, pero lo detengo antes de que lo haga, y en cambio soy yo la que voltea y le lanzo un puñetazo en toda su mejilla, de lo borracho que esta no puede mantener el equilibrio y se cae.

— Eres un maldito idiota— le digo y me acerco plantándole otro puñetazo, enseguida las personas comienzan a acumularse queriendo ver qué sucede, con Connor nos mezclamos en la multitud y nos damos cuenta que los guardias en la escalera también se acercan a ver la causa del alboroto.

— Fue una distracción perfecta, pero igual tengo muchas ganas de golpear a ese idiota— dice Connor

— Ya me encargué yo— le sonrió y nos apresuramos a subir.

Ya estando en el segundo piso, caminamos por un pasillo que tiene varias habitaciones cerradas, el lugar es muy grande y no nos encontramos con los chicos. Como nos toca buscar en el tercer piso nos dirigimos nuevamente a las escaleras y subimos.

Este piso tiene un pasillo gigante igual que el otro, y a cada lado hay muchas puertas. Abro la primera y veo solo un cuarto normal, Connor se encarga de la segunda, pero hay un mini gimnasio que, al igual que el otro no se ve nada sospechoso.

— Si seguimos así, nos va a tomar una eternidad— le digo a Connor y justo en ese momento, Sasuke comienza a moverse mucho más hasta que logra salir de mi mochila y sale corriendo por el pasillo

— ¡no Sasuke, vuelve! — digo aguantando la mirada de "te lo dije" de Connor.

Lo ignoro y los dos salimos persiguiéndolo. Nos toma un momento alcanzarlo y cuando lo hacemos, lo vemos frente a una habitación mirando la puerta fijamente.

— No vuelvas a hacer eso— le digo, pero él ni voltea a verme, sigue completamente concentrado en la puerta.

Me acerco e intento abrirla, está cerrada

— Está cerrada— le digo a Connor

— Intenta abrirla con magia

— No puedo, mi magia sigue bloqueada, y aunque pudiera no sé cómo hacerlo— le respondo

Recuerdo las pulseras de alambre plateadas que llevo puestas ya que hacen juego con el vestido, tomo una y con un poco de fuerza la parto en dos. Uno los dos pedazos lo doblo en forma de llave y la meto en la manija de la puerta, muevo el alambre por todos lados hasta encontrar un hoyo y lo inserto.

Un clic suena y de nuevo intento abrir la puerta, esta vez funciona, Connor me mira con orgullo y abro por completo, quedo muy asombrada de todo lo que veo. Parece un cuartel de la NASA o del FBI, hay unos cinco computadores de escritorio y unos seis portátiles, muchos cajones y cables por todos lados. Ahora soy yo la que le da una mirada a Connor de "te dije que Sasuke iba a ser útil".

Me acerco a los computadores y me doy cuenta que están monitoreando la entrada del bosque donde solemos entrenar, miro aterrada a Connor, en los demás computadores hay información de todos nosotros, desde mis padres hasta Nicholas, tienen nuestros nombres, datos, fotos subidas a redes sociales, y las personas con las que hemos hablado en los últimos cinco meses. Incluso hay unas fotos de cuando defendí a Coral en el callejón.

— Debes ver esto— dice Connor mirando con los ojos muy abiertos una de las carpetas que estaban en el cajón.

Me acerco hasta él y me da la carpeta, cuando la miro quedo completamente asombrada, está llena de fotos mías. Fotos ganando la moto en el parque de diversiones, fotos en la veterinaria, fotos en la librería, el parque, y hasta fotos dentro de mí casa, hay una en la que estoy en toalla en mi cuarto y es tomada al parecer desde la ventana.

— Esto es aterrador— Connor asiente y se acerca a un libro que esta sobre uno de los escritorios, a simple vista se ve muy antiguo, me muestra la portada híbridos es lo que dice, Connor guarda el libro en la mochila donde anteriormente estaba Sasuke.

— Tenemos que llevarnos los arch...— no termina porque escuchamos pasos por el pasillo, enseguida nos quedamos en silencio. Un hombre no muy alto está entrando en la habitación

— ¿Qué hacen acá? —nos dice y al ver en la pantalla una foto mía abre los ojos e intenta acercarse.

Lo que pasa a continuación es muy sorprendente, Sasuke al tener el hechizo que le hizo Ethan no lo puede ver nadie que no seamos nosotros, esto es de gran ayuda puesto que el conejito al ver que el tipo se acercaba a mí, se le lanzo a una pierna y lo mordió sacándole sangre.

Lo felicito y salta a mis brazos, enseguida lo agarro y salimos corriendo con Connor. Nos devolvemos por el mismo pasillo y bajamos apurados al segundo piso a buscar a los demás, enseguida comienza a sonar una alarma y escucho gritos en el primer piso de la casa.