capítulo 21

— creo que te pásate un poco con Ana— menciona Connor después de salir de la cocina

— igual ese es su trabajo ¿no? — digo con inocencia— y ¿por qué la estas defendiendo tanto? — le reclamo y el frunce el seño

— mejor voy a ir a ayudarla, hoy estas muy grosera Alessandra— suelta mi mano y se devuelve a la cocina, hago una mueca de disgusto y salgo al jardín con Sasuke.

— ¿por qué te ves tan enojada? — miro a Samantha que tiene uno de sus característicos extravagantes atuendos, me quedo unos segundos embelesada por su apariencia.

— hay algo extraño con Connor y Ana— digo con disgusto

— sí, ella tampoco me cae muy bien— me mira y guiña un ojo— ya sabes, instinto de ángel.

— Asher ya te dijo que me contó parte de la historia— afirmo, mientras veo que toma asiento a mi lado con su habitual elegancia.

— sí, me alegra que ya lo sepas, nos demoramos mucho en encontrarte— frunzo el seño

— ¿por qué se esforzaron tanto en encontrarme a mí y a mi hermano? Fue solo una promesa de niños.

— te equivocas, no solo fue algo de niños— toma una de mis manos y me mira con paciencia— supongo que lo olvidaste, pero cuando un ángel hace una promesa tiene que cumplirla si o si, nuestra obligación es estar siempre junto a ti y tu hermano, al igual que ustedes con nosotros.

— todo esto aún me parece algo ilógico, en parte quiero recuperar mi memoria para acordarme de todos ustedes, pero al mismo tiempo siento que no debería, si olvidé debe ser por una razón.

— de todos modos, es necesario que recuerdes, te están buscando y necesitas deshacerte del bloqueo mágico que tienes.

Iba a responder, pero veo que Coral sale del castillo y se dirige a donde estamos nosotras, viene algo pálida.

— ¿te sientes bien? — le digo cuando se nos acerca

— sí, es solo que no puedo dormir

— yo igual

— yo igual— decimos Samantha y yo al mismo tiempo, nos miramos y comenzamos a reírnos.

Nos quedamos unos segundos en silencio viendo las estrellas, Samantha mira a Sasuke

— antes no te gustaban mucho los animales, Alessa— menciona y yo solo me encojo de hombros

Escuchamos unas risas y volteamos a ver quiénes son. Frunzo el seño y apretó la mandíbula al ver a Connor paseando por el jardín con Ana, ella lo está tomando de un brazo y se ríe de algo que él dice.

Samantha y Coral me miran al mismo tiempo, y las dos se levantan rápido, luego me dan la mano y me ayudan a levantar.

Samantha se endereza, sacude un poco su vestido, me mira, sonríe y se dirige hacia ellos, Ana al verla palidece unos segundos y hace una reverencia saludándola, gesto que he notado hacen casi todos los que trabajan para los Kim, me acerco con Coral hasta que quedamos al lado de Samantha, Ana me mira de arriba abajo.

— ¿Qué a ellas no las vas a saludar? — Samantha dice mirándola con disgusto — tendré que hablar con el señor Frederick sobre los modales que está enseñando a los chicos del servicio— dice como si hablara para ella misma, logro ver una expresión de disgusto en Ana que solo dura unos segundos y es casi imperceptible.

— señorita no haga eso por favor— dice Ana y luego nos mira a Coral y a mí— disculpen mis modales— hace una pequeña reverencia y luego sale corriendo devuelta al castillo, Samantha me mira y me guiña un ojo, yo suelto una risita.

Al hacerlo Connor me mira enojado, no me dice nada, solo niega con la cabeza y también va devuelta al castillo, siento tristeza, aunque lo disimulo.

— bueno chicas, creo que voy a dormir, las quiero— me acerco y le doy un beso en la mejilla a cada una, les sonrió, levanto a mi conejo y entro al castillo.

(...)

Un peso en mi barriga me hace abrir los ojos con pereza, veo una bola de pelo gris encima mío y sonrió con ternura.

— conejito, bájate que me estas aplastando— Sasuke me mira y me ignora, solo sigue durmiendo.

Lo dejo unos segundos hasta que siento los músculos dormidos y con cuidado lo retiro dejándolo a un lado, me desperezo y voy hasta el baño.

Luego de una relajante ducha super caliente, me pongo uno de los vestidos largos de color blanco con bordado que traje y me dejo el pelo suelto, decido salir a desayunar y al abrir la puerta veo a Asher, vestido con unos jeans negros y camisa del mismo color, con la mano extendida en un puño a punto de tocar la puerta, le sonrío y él a mí.

— ¿me buscabas? — le digo y él asiente

— vine a darte esto, lo dejaste en el C.S.M.S cuando te fuiste— me muestra su mano derecha y veo un collar con un dije de lobo en cristal y dorado.

— es precioso— me quedo mirándolo unos segundos antes de tocarlo, cuando lo hago siento una sacudida y un dolor de cabeza que me hace trastabillar, Asher reacciona y me toma antes de que me caiga.

Siento que dice algo, pero no logro entender bien que. Me tomo la cabeza y una imagen mía de pequeña extendiendo mi mano pasa por mí cabeza.

— esto te protegerá, nunca lo pierdas— dice un niño, levanto la cabeza y su cara esta borrosa, pero su pelo rubio me recuerda al chico con el que he estado soñando.

Sin poder decir algo más, alguien me sacude y abro los ojos, que ni sabia había cerrado.

— Alessandra, ¿estás bien? ¿Qué tienes? — Asher está frente a mí con expresión preocupada

— ¿qué... qué ocurrió? — le digo y él suspira con alivio y luego me abraza

— te desmayaste, me preocupaste mucho— dice todavía abrazándome

— estoy bien, solo fue...un mareo

— ¿segura? — asiento y él me suelta poco a poco, como si tuviera miedo de que me volviera a desmayar.

Parpadeo unos segundos y sacudo mi cabeza intentando despejarla, vuelvo a ver el collar y le digo a Asher que me ayude a ponérmelo.

— muchas gracias por devolvérmelo, creo que es importante— lo miro con agradecimiento

— no hay problema, ven vamos a desayunar— me ayuda a bajar las escaleras, mirándome cada tanto para asegurarse que en verdad estoy bien.