"Yo, Armina, la diosa del amor, seré atacada por mi hermana en pocas horas, ella cegada por la envidia me dará al fin muerte.
Yo soy el símbolo del amor puro y verdadero y he decidido separar mi corazón en dos partes iguales, en dos corazones que pertenecerán a distintas personas, que serán escogidas al azar.
He decidido hacerlo porque el amor no puede morir, podrá morir el cuerpo pero la esencia, no debe hacerlo.
En cualquier momento un par de ojos negros conocerá a otro par de ojos claros, completamente distintos entre sí.
Esos ojos darán la respuesta a un sin fin de sentimientos y dudas, en ellos se podrá ver algo que en mucho tiempo no se había visto ni se había sentido.
Los ojos negros como el carbón se postrarán en los ojos claros como el sol y aquellas dos miradas se cruzaran por varios minutos. Los dos corazones se reconocerán al instante y sabrán que son ellos.
Tan heridos, tan frágiles tomarán su último respiro, con toda la fuerza que les quede entrecruzarán sus dedos y se recostarán mirándose fijamente a los ojos dejando que la magia haga lo suyo.
Se fundirán en uno solo...
Así como lo he dicho, aquellos ojos negros se irán apagando poco a poco hasta perder su luz, los ojos claros mirarán aquellos ojos negros oscurecerse y sin más se cerrarán, esos dos corazones darán su último suspiro y dejarán de latir...
Sus almas aún con sus dedos entrelazados volarán alto de la mano y desaparecerán entre las nubes del cielo estrellado.
Y reencarnarán en otros dos corazones, otras dos personas: hombres, mujeres, blancos, negros, eso no importará mientras sean almas nobles y puras.
Pasarán años hasta que un día se vuelvan a encontrar y el amor renacerá, en otras personas, con otra forma y con otro nombre, pero al final serán los mismos..."
Último escrito de Armina antes de morir