El Castillo De Cristal

Capítulo 5

¿Alguna vez se han preguntado la razón por la cual el tiempo a veces corre más rápido que otras? Muchos dicen que tiene que ver tu percepción de las cosas, tú estilo de vida y cómo te sientas emocionalmente... Yo sinceramente no lo sé, pero en los últimos días el tiempo había corrido tan lento que todo parecía un gran sueño.

Quizás era debido a la presencia de Arem, cuando estaba con ella todo era diferente, las horas parecían minutos y los meses parecían horas.

Cada vez la conozco más y más, durante la cena la he mirado hablar y sonreír mientras comemos, cuando pintamos suelo mirarla de reojo.

Me encantan los gestos que hace mientras pinta... ella mueve su boca como si tratará de expresar algo, de vez en cuando sonríe y un pequeño hoyuelo se forma justo debajo de la comisura de sus labios.

Ella había llegado a mi vida sin previo aviso y estaba verdaderamente agradecida con el destino quien la había puesto en mi vida.

El sol apenas empezaba a asomar sus primeros rayos de luz, me encontraba acostada en mi habitación pensando en todo lo que había cambiado desde la llegada de Arem, sentía una sensación extraña en mi pecho.

Wish?, ¿Estás ahí?- dije mirando al techo.

-Claro que sí, siempre estoy aquí, ¿qué pasa?

-Puedo contarte algo...

-Claro que sí, ¿qué pasa?

-Me siento extraña...

-¿Qué tienes?, ¿Te duele de nuevo el corazón?

-No, no te preocupes Wish... en realidad no me ha dolido en estas semanas, es solo que siento algo extraño en mí.

-¿Qué sientes?

-Siento algo en mi pecho, siento como si mi corazón quisiera salirse, es como si mis labios se hubiesen quedado en modo sonrisa, mi cuerpo quiere levantarse y hacer miles de cosas, ¿Qué es esto?... ¿me va a pasar algo?

Wish soltó una carcajada.

-¿De qué te ríes?- dije desconcertada.

-No tienes nada Cori, no tienes de que preocuparte, eso que sientes se llama felicidad. Simplemente estas feliz y eso es demasiado bueno para ser sinceros.

-¿Feliz?, hace mucho tiempo que no me sentía así.

-Si pudieras ver lo bonita que te ves sonriendo...

-¡Hey!, basta- agaché la mirada sonrojada- Sabes perfectamente como soy.

-Si eres demasiado seria, fría, callada, penosa... me lo has dicho muchas veces pero no te estoy mintiendo, te ves muy bonita así.

-Gracias.

-Y ¿a qué se debe que te sientas tan feliz?

-¿Cómo?

-Para sentirte feliz debe de haber una razón que te haga sentir así

-No lo sé, me siento muy a gusto de que Arem esté aquí, me divierto mucho con ella y me siento acompañada- solté una risita- me siento feliz de que este aquí conmigo.

Es muy raro sabes, ella me hace sentir muchas cosas, muchos sentimientos y es algo tan extraño, en tan poco tiempo ella ha logrado hacerme sentir diferente.

-¿Diferente?

La puerta de la habitación sonó 3 veces seguidas interrumpiendo a Wish

-¿Sí?- hablé desde mi cama.

-Hola Corime, ¿puedo pasar?- detrás de la puerta sonó la voz de Arem.

-Claro, adelante- me senté y arreglé mi cabello.

Ella entró con la que era su pijama, un blusón color rosa con tonos rojos y pies descalzos. Su cabello estaba despeinado y en sus ojos se notaba que acaba de levantarse de la cama.

-¿Qué pasa Arem?- dije con una gran sonrisa.

Ella se me quedó viendo fijamente por unos segundos y gritó:

-¡ESTAS SONRIENDO!- corrió hacia la cama y se echó de un salto- Cuéntame, cuéntame...- se recostó a un lado mío mirando al techo

-¿Qué quieres que te cuente?

-Pues el motivo de esa gran sonrisa que se dibuja en tu rostro

-No es nada, sólo me levanté de buen humor... con muchas ganas.

-Te ves muy bonita sonriendo, ¿sabías eso?-

-Gracias- mis mejillas empezaron a colorearse poco a poco de un color rojo, agaché mi cara y sonreí- Y ¿qué te trae a mi cuarto a primera hora del día?

-Pues ya estaba despierta, así que me quedé pensando en varias cosas, pero luego me sentí muy sola y decidí venir a ver si ya estabas despierta... Estoy aburrida.

-Acabas de despertar y ya estas aburrida.

Ella se levantó y me miró a la cara.

-Tus mejillas están rojas, ¿te apenaste por lo que te dije?, he notado que tus mejillas se colorean cuando te da pena o te pones nerviosa

-¿En serio?, bueno pues si quizás tienes razón- mi cara seguía roja, agaché la mirada e intenté no tener contacto con los ojos de Arem

-Descuida, dejaré de observarte. Eres tan tierna- dijo riendo

-Arem...

-¿Sí?, ¿Dime?

-Durante estas semanas hemos hablado sobre mí, pero tengo muchas ganas de saber quién eres tú.- cambié de golpe el tema de la conversación.

-¿Yo?, bueno pues soy la hija menor de los reyes de Marte. Mi hermana Lain es la heredera al trono. Me gustan las aventuras, descubrir cosas, conocer gente y sus costumbres, bailar, actuar y me encantaría poder ser uno de los mejores soldados del reino.

Hacer cosas grandes bueno eso solo es un sueño, una princesa como yo no puede tener un corazón aventurero, "Una princesa debe ser delicada, noble y debe encontrar a un buen marido con el cual forme una familia", según palabras de mi madre.

-¿En serio?

-Si, a partir del hechizo mis padres me han sobreprotegido demasiado y quieren que sea la heredera perfecta, conforme voy creciendo mi corazón se congela poco a poco creo que en algún momento no sentiré nada por nada ni nadie.

La sangre se me congeló y el corazón comenzó a latirme fuertemente, ella y yo éramos más parecidas de lo que creía, a mí me pasaba lo mismo que a ella... quizás el hechizo nos estaba uniendo.

-Y bueno creo que es todo.

-¿Disculpa pero a qué te refieres con que tu corazón se congela?

-Bueno después del Hechizo que lanzó aquél mago, mi corazón dejó de latir y es por ello que soy inmortal, aunque después de mucho tiempo sin latir mi corazón se está congelando.



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En el texto hay: lesbianas, lgbtq, amor lgbt

Editado: 26.07.2021

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