El Centro Del Caos

Capítulo III (En La Penumbra)

Era la mañana del quinto día desde que Matt salió del hospital, luego del incidente en la universidad las cosas pasaron con total normalidad, tanto él como Scarlett se ponían al tanto de las clases en casa con los apuntes de Grace, se reincorporarían como tal el Lunes, mientras tanto compartían momentos juntos y Matt se comenzaba a enamorar de su compañera, a pesar de que Matthew dormía no soñaba, por lo que el cuaderno al lado de la cama se mantenía en blanco, las angustias que tenía hasta hace poco parecían ser solo una alucinación ahora y todo tomaba un curso normal.

- Hoy iremos a ver a mis padres, llamaron antes de que te levantaras y me avisaron que esta tarde llegarían al pueblo – le dice Scarlett a su novio mientras ella acomoda la cama, mientras tanto Matthew se cepilla los dientes en el baño adjunto a la recamara – están preocupados quieren vernos – prosiguió ella.

- Me apena no poder recordarlos – respondió Matt después de escupir en el lavado, al mirar recordó la sangre y el diente que había “perdido” pero esta vez no vio nada.

- Tranquilo, ellos saben por lo que estás pasando.

- Entonces está bien, supongo, ¿A qué hora iremos?

- A las ocho de la noche, quieren que cenemos juntos.

- Bueno amor, entonces pasare el día estudiando y me arreglare a tiempo para ser puntuales.

Así se pasó el día de ambos, un día cualquiera, casi de rutina, llegó la noche, el cielo no tenía estrellas y tampoco había luna, si no fuese por las luces naranjas que proporcionan los faroles, El Medio estaría casi en total oscuridad, camina la joven pareja por la calle tomados de la mano, no tienen problema en llegar a pie a la casa de la familia Vermillión, esta queda a menos de cinco cuadras de la residencia Freeman, sin apuro y bastante íntimos avanzan por la acera, las calles están extrañamente vacías y el silencio es pesado, son las siete y cincuenta, les sobran diez minutos para llegar a la cita por lo que no tienen necesidad alguna de angustiar el paso.

- Papá quiere que nos casemos – dice Scarlett a mitad de camino, pero sin detener la caminata.

- ¿Qué? – se sorprende Matthew.

- Me lo dijo por teléfono cuando avisó que llegarían hoy.

- Pero parece muy apresurado, es una locura.

- Si lo sé, es una locura, pero él cree que es mejor así, para que la gente del pueblo y de la iglesia no rumore nada.

- ¿Qué rumoran?

- Matty no quería decirte nada, no quería que te preocuparas por esto, pero la verdad es que se dice que soy una mujer indecente, que estoy viviendo con un hombre que no es mi esposo, que compartimos la misma cama aun antes del matrimonio.

- Ese no es problema de nadie Scarlett, nosotros vivimos nuestra vida y no le debemos nada a la gente de este pueblo.

- Lo sé.

- ¿Entonces cuál es el problema?

- Que aun así lo dicen Matt y no me gusta.

- Entonces nos iremos del pueblo – dice Matt y justo al instante Scarlett se detiene.

- No vuelvas a decir eso – dice Scarlett molesta.

- ¿Pero qué te molestas mujer?

- Yo nací y me crie en este pueblo, mis hijos nacerán aquí y tú tienes que quedarte conmigo, no puedes pretender dejarme aquí – el tono de Scarlett muestra una enorme tensión y molestia.

- Pero si tanto te molesta lo que dice la gente entonces vayamos a la ciudad.

- No Matt, ni tu ni yo saldremos de este pueblo, ¿Me entiendes? – Todos los faroles se apagaron apenas ella terminó de decir esto, rápidamente la oscuridad consumió todo vestigio de visión y en cuestión de un par de segundos la luz regresó, pero Scarlett ya no estaba.

- Búscame – susurró una voz ya conocida desde detrás de Matthew, este giró y observó una sombra, una silueta humana quizás, aquella estructura sombría carecía tanto de una forma estable que se haría casi imposible identificar su estirpe.

- ¿Quién eres? ¿Dónde está Scarlett? – pregunto el asustado joven.

- No puedes confiar en ella, debes dudar de todo en este mundo, nada es lo que parece – la tenebrosa voz que le hablaba era exactamente igual a la que escucho en la universidad, opaca, similar a un susurro, pero perpetuamente lúgubre.

- ¿Qué está pasando? – la luz volvió a apagarse pero antes de que esta pudiera volver Matt escuchó:

- Debes recordar, abre la puerta - Entonces se hizo la luz trayendo con ella a Scarlett al mismo tiempo que Matthew se descubría en su posición original.

- ¿Me estas escuchando? Dijo la señorita Vermillión.

- ¿Estas bien? ¿No te paso nada? – preguntó Matt bastante alterado.

- ¿De qué hablas? te decía que no nos iremos del pueblo y…

- ¿No notaste cuando la luz se fue?

- No, la luz no se fue ¿Tuviste otra alucinación? Estaba hablando contigo y de pronto te quedaste callado, te tomó un momento reaccionar y luego saliste con esas preguntas extrañas.

- ¡La puerta!

- ¿Matt de que puerta hablas? – preguntó Scarlett confundida.



#3027 en Paranormal
#938 en Mística

En el texto hay: angeles y demonios, misterio

Editado: 22.07.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.