El chico de cabello blanco

19. El diario


Freeze escribió la canción en dos hojas, una para Loon y otra para Bombón. Era necesario conocer toda la letra y que cada uno se aprendiera su parte, Loon no tenía problema, sólo era cuestión de practicar, pero Bombón era una historia diferente.

¿Por qué tenía que ser una canción romántica? Se pregunto. Claro que cantarla con su amigo de Japón no representaba ningún problema, cuando Freeze remplazo a Loon al micrófono Bombón perdió su voz.

Freeze no cantaba nada mal, su tono de voz era tan suave y sus notas tan expresivas que en verdad cantaba como un hombre enamorado, Bombón se mostró aún más nerviosa por esto pues al cantar la letra Freeze la miraba directo a los ojos.

El corazón de Bombón latía a tal grado que podía sentir que se estaba mareando.

—Por favor, tomemos un descanso —suplicó ella. 

—Esta bien —dijo Freeze —creo que es mucha práctica por hoy, recuerden siempre que puedan practiquen esa canción, yo estaré con ustedes ayudándoles con todo lo que pueda.

—¿Freeze como puedes actuar como si nada estuviera pasando? —le pregunto Loon lo cual hizo que Freeze se erizara.

—¿Qué quieres decir? —trato de fingir que no sabía nada.

—habló de todas esas cicatrices —dijo señalando el cuerpo de Freeze —todos las vimos, todavía no puedo entender, alguien no puede hacerse esa clase de marcas sólo jugando.

¿O si? La verdad Loon no estaba muy seguro, es sólo que la forma en como Freeze había llorado sin temor a que lo juzgarán era una señal de que estaba muy lastimado y herido.

—Si tienes razón —suspiro Freeze con pesadez ante lo atento que era Loon. 

A este chico no se le escapa ningún detalle, pensó.

—Sólo diré que me pasaron muchas cosas esta bien, cosas por la que un chico nunca debería pasar. 

Loon quería indagar más pero cuando volvió a preguntar Freeze se negó a responder.

Freeze ya había pasado por mucha vergüenza, con que sus amigos lo hubieran visto llorar en casa de su madre fue suficiente humillación. No está dispuesto a que sus amigos descubrirán más del el. Era su vida, su dolor y su sufrimiento, de el y sólo de el. Además de que le serviría compartir sus penas con los demás, de nada, sólo lograría que se entristecieran por el pasado y eso era una pérdida de tiempo.

—Chicos mejor me voy, no quiero que mis amigos descubran que estoy ayudando a la competencia.

Loon se echo a reír, gracias a Freeze el y Bombón estarían listos para la competencia.

—Te vas a arrepentir por ayudarnos —le amenazo Loon.

—Más te vale —le advirtió —también espero verte después, zafiro.

Bombón no pudo decir nada sólo escondió su cara detrás del micrófono, esta escena fue tan tierna que Freeze aprovechó y tomo una foto sin que se diera cuenta.

—Nunca pensé que podías enamorarse Bombón —dijo Loon cantando.

—Ya guarda silencio —dijo con su usual forma de ser.

Loon rio, ahora que Freeze no estaba Bombón podía actuar con normalidad, pero cuando el esta cerca ella no podía evitar actuar como una torpe y tonta niña enamorada.

Freeze camino directo al cafetín, el tiempo se había ido tan rápido que perdió la noción del tiempo, sólo espero que sus amigos no notarán demasiado su ausencia, y que estos no comenzarán a agobiando con preguntas.

Llego al cafetín pero no pudo encontrar a sus amigos por ninguna parte, en vez de eso lo que encontró fue una multitud reunida en un sólo lugar.

Esto era muy extraño, pero le dio curiosidad así que decidió acercarse para conocer la razón de tanto alboroto, acercarse parecía una tarea imposible, la multitud estaba más que todos echa de chicos, estos estaban tan pegados que Freeze no encontraba un hueco donde ver.

Volvió a mirar a los alrededores y ninguno de sus amigos o conocidos habían llegado.

Freeze se paro enzima de una de las mesas, con tanto ajetreó era poco probable que alguien notará esto.

Trato el ver, el único hueco que los chicos dejaban, al parecer estaban reunidos alrededor de una persona.

Debe ser alguien muy popular, se dijo. Al mirar más de cerca pudo notar que se trataba de una niña, esta tenía la piel morena y su cabello era largo, hermoso y carmesí.

De seguro era una niña muy linda para que todos los chicos estuvieran a su alrededor, como si de un artista o un actor se tratará.

La chica que se daba aires de grandeza por el alboroto que su presencia había causado, se estaba vallando en la admiración y el enamoramiento de todos los que la conocía.

Era agradable ser popular, ella se sentía muy bien. Sólo que ya era demasiado, tanto chicos se le acercaban y le declaraban su amor que ser popular se había convertido en un verdadero dolor de cabeza.

—Chicos en serio estoy bien —dijo tratando de espantar a sus admiradores.

Freeze se rindió, si parecía ser una niña muy linda pero con la distancia que los separaba el no podía verla bien.




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