33. Dolor

Bombón camina arrastrando los pies, le quedaba poco tiempo para llegar a la escuela, suplicó internamente no llegar nunca.

La tristeza acariciaba su corazón, aquella emoción era muy desagradable pero por más que quisiera no podría hacerla desaparecer.

Después que su madre la había condenado a la soledad, cuando le había prohibido ser la amiga de Freeze. Algo en el fondo de su corazón se rompió.

Su madre le había prohibido tener contacto con aquel muchacho de cabello blanco, sólo por que pensó que era una mala influencia para ella. Su madre no podría estar más equivocada.

Si bien era cierto que su comportamiento no fue el más adecuado ella también tenía parte de la culpa.

Freeze le había besado en el escenario frente a todos, incluso frente a su madre. Aquello no lo había echo con mala intención, además Bombón no se había negado, aquel beso fue corto pero disfruto cada segundo.

La suerte no estaba de su parte, ya había llegado a la escuela. Sin más que hacer se dispuso a entrar.

Reviso su teléfono el último mensaje que había recibido de aquel chico de cabello blanco que tanto le agradaba y amaba.

El contacto entre ellos dos sólo se había limitado a simples mensajes de texto, claro que Bombón tenía miedo de que su madre descubriera eso, pero no podía estar sin saber de el. 

En aquel último mensaje Freeze le había invitado a su fiesta de cumpleaños, a la cual Bombón abría acudido con mucho gusto, si tan sólo no la hubieran sentenciado a terminar con esa amistad.

Bombón no se había tomado la molestia de responderle, algo que sabía que era muy descortés, pero el dolor en su corazón era algo que ya no podía soportar.

Guardo su teléfono y trato de pensar en otra cosa.

Tal vez, pasar tiempo con sus amigos le ayudaría a sentirse mejor, ¿Cuáles amigos? Se pregunto internamente.

En todo el año escolar ella no había podido hacer una sola amistad real y sincera, su único y verdadero amigo había sido Loon.

Ella no tenía talento para encariñarse con las personas nuevas, el caso de su amigo Loon era especial, pues a el le conocía desde la infancia. Se lamento que su amigo no estuviera con ella para consolarla, el había tenido que volver a Japón por una emergencia.

Aquel suceso inesperado había echo que todo su mundo se callera a pesados.

Habían compartido tanto, se habían preparado para la batalla de las bandas, los dos practicaron sus voces hasta quedarse sin aliento. Todo eso sólo para que ella tuviera que subir al escenario y cantar sola.

Aquel día fue el más terrible y más terrorífico que había tendido.

Bombón era fuerte a su manera, ella quería demostrar que podría cantar sola, quería demostrar que era fuerte, pero lo único que el público vio fue a una niña débil, torpe y aterrada.

Bombón había subestimado las circunstancias, pensó que sería capas de cantar una canción de amor, la cual necesitaba de dos vocalistas.

Ella se sabía la letra.

Intento cantar, pero lo que salió de su boca no fue un sonido cálido y dulce, al tratar de cantar por si sola su voz tembló, las palabras se escuchaban distorsionadas y la melodía no se escuchaba como debería.

Aquel día el público la abucheo, cosa que era entendible, pero aún así trato de cantar, sus lágrimas no se hicieron esperar pero aún así siguió cantando.

Ese día estaba pérdida en la tristeza, en la agonía y en la soledad. Todo por que su amigo con el que tanto contaba y confiaba tubo que abandonarla por una emergencia.

Bombón no lo odiaba por eso, jamás sería capas de odiar a su amigo de la infancia, aún así estaba molesta por que la suerte no estaba de su parte.

Cuando todo parecía perdido un chico de rizos plateados entró al escenario para rescatarla.

Freeze se había metido entre la ira del público y ella.

Aquel muchacho no bacilo como lo había echo ella, en ese momento Freeze demostró una valentía que Bombón envidio.

El tomo el micrófono y comenzó a cantar.

Por un momento Bombón no podía creer lo que ocurría ante sus ojos, Freeze había ido en su rescate, aunque el no tenía que hacerlo no lo dudo ni un instante.

Aquel rescate le había salvado de una humillación enorme.

Cuando el público exigió que ellos se besaran, por aquella canción romántica que sus voces habían interpretado. Bombón se paralizó, tenía que admitir que el le gustaba, pero jamás se atrevería a besarlo delante de todo el público y mucho menos con su madre observando.

Fue Freeze quien dominó la situación, le robó un beso sin su permiso, Bombón se estremeció cuando sus labios tocaron los suyos y después se dejó llevar por su caballero de cabello plateado.

En ese instante el corazón de Bombón latía desbocado, rápido y sin control.

Todo parecía perfecto, tanto que se habían llevado la victoria.