◀Prólogo ▶

---Conversación ocurrida esa mañana---

—No puedo creer que se cumpla cinco años desde aquel trágico suceso. No sé si recuerdas lo que le paso a los Stampone, sobre todo con el mayor. Ese que era el chico más deseado y fiestero de este lugar.

—¿Stampone? ¿Hablas de Paul Stampone? ¿El amo y señor de las fiestas?

—¡Ese mero!

—Oh sí, lo recuerdo. Fue el escándalo de esta ciudad, sin duda alguna la frase;
"Pueblo chico, infierno grande" se aplico muy bien en este caso.

— Aquí entre nos, fuera sido  mejor enternos de que su familia vendiera droga a que ocultarán todas esas crueldades. ¡Fue tan horrible todo eso! El pueblo no se recupera aún.

—Lo sé, es como una mancha negra para nuestra historia... Pasarán años y la gente seguirá hablando de cada uno de esos secretos ¿Puedes pensar qué ese muchacho de  cara bonita hizo que más de uno se muriera de un infarto al enterarse de las horribles cosas que él  hacía en esas fiestas?

—En lo personal; creo que resulto ser una  pena  el hecho de que aquel  bombón estuviera metido en ese tremendo rollo. Aún recuerdo  que más de vez fui a las fiestas  sólo para verlo y tratar de hacer que se animará a bailar conmigo.

—No te niego que yo hacía lo mismo. Sin duda, es una verdadera lástima que un ser como él resultará ser un monstruo sin corazón. Sin duda, mi abuela tenía razón cuando me dijo una vez; " Abi, cuidado con ese muchacho. Mira que el peor de los demonios es el que tiene la cara más bella"

—Sí, es una verdadera lastima todo lo que resultó ser;  ¿Sabes? siempre lo creí  muy diferente a como se pintaba, bueno no tanto. Ahora me da un poco de miedo hablar de todo lo que ocultaba ese chico, ¡Mira coml se levantan los vellos de mi brazo con solo pensarlo! Sin duda alguna; espero que el Señor se apiade de su alma, claro, si es que tiene. 

—Somos dos, ¿Sabes que era lo peor? yo estaba loca por él al punto que quería que Polo o alguno de sus hermanos me quitará la virginidad. Por muy bueno que estaban me alegro que no tuvimos nada que ver.

— ¿Por qué demonios ibas hacer eso? ¿En dónde quedo tu inteligencia? Mujer, acostarse o tener alguna relación con Paul Stampone es un grave error.

—¿Puedes creer eso? Ni yo puedo creer que fuera tan idiota cuando tenía 16, pero  bueno, al menos recapacite y no la perdí con él ni con ninguno de su pandilla. 
Sus hermanos son iguales de que él  y me da algo de tristeza al pensar lo que como se debió sentir su madre cuando conoció esas cosas. Pero según la prensa ella también estaba metida en ese rollo.

—¿También recuerdas a la muchacha?

—¿Cuál muchacha?

—La que lo expuso como era, creo que se llamaba  Lana ¿o era Hannah?

—Si la recuerdo. Se llamaba Alana, esa muchacha es mi superheroína favorita ni la Wonder Woman,  Catwoman o Capitana  Marvel le llegan a los tobillos.

—Oh sí, esa chica si que tuvo cojones para hacer lo que hizo.

—Tienes razón, no todos pueden destruir a un dios y vivir para contarlo, tampoco pueden vivir lo suficiente como para demostrar esas cosas tan aterradoras  de Paul Stampone  y a su vez humillarlo para que jamás  diera su cara en público otra vez.

—¿Te sabes la historia completa?

—Claro. ¿Quién no sabe sobre ese tema?

—Yo no me la sé. ¿Puedes contarmela?

—Vale, te la contaré...