— ¡Mamá, tienes que pagarme por la publicidad! Mira que tengo dos clientes nuevos conmigo —entramos y camino con ellos detrás de mí, siguiéndome hasta el mostrador.
Mis padres tienen un restaurante de “comida rápida” estilo casero, es decir que nada es prefabricado, el pollo y las hamburguesas son del día, no reutilizan el mismo aceite y las ensaladas se preparan con ingredientes frescos. No es necesariamente comida rápida, supongo que es un restaurante común pero no venden platillo muy elaborados, solo lo mismo que encontrarías en cualquiera de esas cadenas multimillonarias (lastimosamente no somos multimillonarios, solo tenemos su comida)
Es un lindo lugar con ventanas largas, mesas rectangulares de madera pintadas de azul oscuro, sillas de ese color también. A la derecha hay algunas cabinas con asientos acolchonados y a la izquierda, una barra con bancos altos.
Al fondo está el mostrador y detrás de todo, la cocina. Y claro, baños al fondo a la derecha. Siempre tienen que estar al fondo a la derecha, supongo que es una tradición de los restaurantes.
—Karlie —mamá me mira y suspira, luego mueve sus ojos detrás de mí—. ¡Bienvenidos a Comida De ensueño! —Toca mi brazo—. Ve y siéntalos.
—Trabajo sin paga, esto es ilegal —me quejo entre dientes.
Mamá rueda los ojos —Lleva el menú contigo —me entrega la hoja plastificada con todo lo que se sirve.
— ¿Dónde está Luke? —Luke es el chico que trabaja aquí, quien debería hacer esto porque a él si le pagan aunque no me molesta ayudar, pero me encanta quejarme de mi trabajo gratuito.
—Solo fue al baño —responde—. Si alguien entra, ¿Puedes atenderlo mientras tanto?
Volteo para ver a Erick y a Mason —Oigan siéntense donde quieran —pido—. Y aquí pueden ver todo lo que hay en este lugar, recomiendo las papas fritas.
Erick me pregunta: — ¿Te sientas con nosotros?
Siento que es raro que ellos que no me conocen quieran pasar tiempo conmigo, sin embargo me da igual, de todas formas iba a comer algo. —Está bien —respondo y nos sentamos en una mesa cerca de la ventana.
Luke aparece y se acerca a nosotros. —Karlie —saluda y yo asiento como respuesta, él levanta sus ojos a los chicos que están compartiendo mesa conmigo y me mira de nuevo, esta vez, levantando una ceja—. Trajiste amigos.
Luke usa el cabello corto, es físicamente grande pues le gusta practicar boxeo y está estudiando psicología (eso no tiene nada que ver con su físico pero es un dato extra de él) Es agradable, a veces un poco “misterioso” pero después de los seis meses que lleva trabajando aquí ya me cae bien.
—Clientes —respondo—. Son clientes, Luke. Esto sin duda representará un aumento a mi mesada.
Luke sonríe y luego se dirige a ellos. —Entonces, ¿Saben que van a pedir o necesitan más tiempo?
Erick recuesta los codos sobre la mesa. —Supongo que papas fritas, fue su sugerencia y yo quiero una hamburguesa de pollo, por favor.
Mason habla: —También yo, papas fritas —me mira por menos de un segundo—. Y hamburguesa, de carne la mía.
Luke asiente y pregunta que quieren para beber, ambos responden que soda de uva. Luke me mira y me señala —Asumo que quieres tus papas con mayonesa a un lado y tocino picado, ¿no?
—Luke, es hora que te den un aumento —expreso y él ríe.
Sé lo merece, sabe que siempre necesito mi porción de vegetales grasosos con más ingredientes grasosos.
—Ahora vengo con su comida chicos —está a punto de girarse cuando me señala—. Oye, tu hermana me pidió que agregara vegetales a tu comida.
Bufo. — ¿Y la vas a escuchar? —muevo mi cabeza de un lado al otro, desaprobándolo—. Ignórala, las papas son un vegetal, ¿no?
Luke levanta sus manos. —Lo intenté.
Y así, se retira.
Regreso mi rostro y veo que entre ellos se están hablando pero no con la boca, sino con los ojos. ¿Así que los chicos también se pueden comunicar de esa forma? Que interesante. Mel, Rossy y yo lo hacemos todo el tiempo, a pesar que Rossy se nos unió recientemente, ya estamos en sintonía.
— ¿Desde cuándo se conocen? —les pregunto intrigada por su amistad, se ven bastante cercanos el uno del otro.
Ellos se giran al mismo tiempo, Erick responde: —Desde los tres años.
Mis ojos se abren. — ¿Tres años? —Sonrío imaginándome dos niños pequeños decidiendo que serán amigos por mucho tiempo—. Eso es tan genial, ¿Siempre han sido amigos?
Erick le da una palmada en la espalda a Mason. —Siempre, en las malas y en las buenas.
—Tengo una amiga —afirmo—. Ella y yo nos conocemos desde los diez años, supongo que entiendo un poco su amistad —y como siempre, siento la necesidad de meter a Adam a todas mis conversaciones—. Y un amigo, bueno… si, pues somos vecinos y amigos. Mejores amigos.
Mason mueve un mechón de cabello con su meñique y afirma: —Seguro lo entiendes.
— ¿Tienes hermana, no? —Pregunta Erick—. ¿Trabaja aquí?
—En la cocina con papá —respondo—. Y tengo dos hermanas en realidad, una mayor y una menor. La proporción de su personalidad irritante equivale a su edad.
Mason suelta aire por la nariz como risa mientras que Erick asiente un poco preocupado, pero continua con las preguntas: —Karlie, ah, ¿Cómo es que terminaste en el club de música?
Cruzo mis brazos. —Claramente tengo la fachada de música, ¿no? Digo, me ofende que si quiera preguntes.
Erick levanta sus manos —Ah, no, lo siento…
Mason rueda los ojos —Está bromeando Erick —luego se dirige a mí—. Perdónalo, no entiende el sarcasmo.
— ¿Es eso sarcasmo? —Erick lo mira—. Si lo entiendo, pero solo asumo que está diciendo la verdad.
—No, es solo sarcasmo —sonrío—. La verdad mi amiga sugirió que entrara a ese club, para ayudar y todo eso.
—Entonces, ¿No tocas ningún instrumento? —pregunta él jugando con los cubiertos envueltos en papel.