El Chico Menos Probable

En un susurro.

 

Cuando llegué a casa ayer, no había nadie.

Esa vez no fui al restaurante, quise quitarme todo antes que mi familia me viera. Sé qué tipo de comentarios haría cada uno y no estaba de humor para lidiar con ellos.

Pero hoy es un nuevo día y estoy lista para seguir con la fase dos.

Salgo de la cama, tomo mi toalla y mi nueva bolsa con maquillaje.

Después de bañarme, me seco el cabello y me hago una trenza de lado dejando algunos mechones al frente sueltos. Prosigo con el maquillaje y sigo las instrucciones de un tutorial que encontré ayer por la noche, se lo envié a Melanie y ella dijo que me quedaría genial. Termino con el maquillaje, no me delineo porque no soy buena haciendo eso, pero con lo demás, estoy bien.

No tengo vestidos pero si tengo una blusa que me regaló mamá en navidad, no la he usado porque no es mi estilo pero hoy si lo será. También tomo uno de los pantalones que Allie me regaló (aunque son usados por ella) pero son más ajustados y femeninos. O eso dirían las personas.

Me miro al espejo y esta vez me miro cincuenta por ciento Karlie de antes y cincuenta por ciento Karlie renovada. Eso bastará por hoy.

Tomo todas mis cosas para la escuela, luego bajo las escaleras, voy directamente a la cocina y saco una barra de cereal del gabinete.

Mis padre están en la mesa con Allie, cuando ellos me miran juntan las cejas pero no importa, me he preparado mentalmente para todo lo que dirán ahora.

— ¿Eso es maquillaje? —mamá pregunta.

— ¿Por qué te pusiste labial? —ahora Allie.

—Esa ropa es muy ajustada, ¿no? —Papá aprieta sus ojos.

— ¿De dónde sacaste eso? —Allie me mira de arriba hacia abajo.

Levanto mis manos. —Mi familia acaba de descubrir que soy una chica —miro a mi padre—. Hannah usa este tipo de ropa todo el tiempo y no le dices nada —ahora veo a Allie—. No Allie, no te robé nada, este pantalón me lo diste tú pero lo estoy usando hasta ahora —ahora con mamá—. Si mamá, es maquillaje.

Superado el momento con mi familia y después con Hannah quien me miraba arrugando la nariz y actuando como es ella, sigo con mi plan. Salgo al frente, esperando que Adam y sus hermanos se aparezcan en cualquier momento.

La puerta se abre y ellos salen.

Específicamente le pedí a Mason que viniera a esta hora, ellos se van siempre diez minutos antes pues Trevor odia llegar tarde y no quiere ningún retraso. Supongo que debe tener suficiente fuerza a la hora de emitir sus opiniones y peticiones pues sus hermanos mayores se han ajustado a él. Brad también conduce pero es común que Adam los lleve a los tres pues van al mismo destino.

En mi casa, que Allie nos lleva usualmente.

Brad es el primero en notarme, levanta la mano para saludar pero se queda con la mano en el aire y no la baja hasta que está cerca de mí. —Oye, te ves diferente —sonríe—. Me gusta tu peinado, hermana.

Genial, incluso Brad dice algo bueno.

Trevor se acerca y sonríe —Hola Karlie.

Saludo con mi mano —Hola, Trevor.

Y sigue Adam, quien me mira de arriba hacia abajo, con el ceño fruncido. —Pensé que era para el club, la forma en que tú te veías ayer…

Recuerdo los mensajes que enviaron los chicos en el grupo ayer por la noche.

“ignóralo” de Arthur

“Finge que te sientes aburrida cerca de él” Jason

“Frunce el ceño cada vez que hable” Bobby

“Date la vuelta” Chase

Estos chicos se lo toman tan en serio, como si fuera un crimen que estamos planeando pero estoy agradecida que me ayuden, se siente bien no estar sola haciendo esta locura.

Miro a Adam y sonrío. —Me veo bien y me gusta cómo me he arreglado, así que, ¿Cuál es el problema?

Hoy no tengo labial en los dientes. Estoy un poco molesta con él, aunque no es su culpa, lo sé muy bien. No puedo culparlo que no se fije en mí pero, ¡Vamos! ¿Acaso es tan improbable que yo quiera verme diferente? ¿Qué use maquillaje? ¿Vestidos?

—Eh, no… yo…

Me doy la vuelta justo cuando Mason se estaciona al frente de mi casa, regreso mis ojos a Brad y luego a Trevor —Nos vemos chicos, tengo que irme.

No me despido de Adam.

Lo siento Adam, no estoy feliz con esto, no quiero ser grosera pero realmente quiero que tu sientas algo por mí. Además, he llorado mucho por ti, he deseado y orado por ti. Quiero estar contigo y un poco de malos modales no te matará.

—Karl —él me llama—. Espera, Karlie —se acerca y me detiene por la muñeca antes de abrir la puerta—. Karl, ¿Qué haces? No conoces a estos chicos y de pronto tú…

— ¿Algún problema? —Pregunta Mason del otro lado, ha salido del auto y tiene sus manos sobre el techo—. Ah, Adam.

Adam mira a Mason y suelta un suspiro cansado. —Karlie —regresa sus ojos a mí—. Si no quieres irte con Allie, ven con nosotros.

Quiero besar a Adam pero al mismo tiempo, quiero empujarlo lejos.

Él no tiene la culpa pero, me ha hecho llorar.

Sea su culpa o no, yo he sufrido por él.

Es un conflicto en mi corazón. He dejado que mis esperanzas subieran hasta el espacio sideral y él ha alimentado un poco eso.

Adam no es totalmente inocente.

Como esa noche, en su auto. Como esa vez en la feria. Como esa vez en mi habitación. Como en navidad. Como la última noche del verano pasado.

Retiro su mano de mi muñeca —Tengo que irme Adam, nos vemos después —sonrío, fingiendo que nada está mal y entro al auto.

Mason conduce y yo bajo la mirada.

Esto tiene que funcionar.

 

No sabía que tan en serio se estaban tomando esto los chicos hasta que estaba guardando mis cosas en el casillero cuando Adam se acercó a mí. —Hola —me mira nervioso—. Oye, sé que cancelé la última vez pero, ¿Quieres salir esta tarde? Vamos al lugar que te gusta, donde venden las donas grandes.




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