— ¡Karlie! —Lila me abraza cuando me ve en la salida de la escuela.
Me he cruzado con Lila en algunas clases y aunque rápidamente ha hecho nuevas amigas, siempre me saluda alegremente. Ella me agrada mucho, siento que es de esas personas que no pueden matar ni a una hormiga.
Miranda se acerca corriendo — ¿Por qué hoy si nos llevaras? —Me mira y levanta la mano—. Hola Karlie.
—Hola —saludo de vuelta.
Miranda también me agrada, es divertida y cuando nos topamos por los pasillos, me sonríe.
Mason se encoje de hombros —Porque voy para la casa, vamos.
Lila me mira —¿Karlie viene? ¡Sí! —entrelaza su brazo con el mío—. Pensé que ibas a venir el fin de semana, mis padres quieren conocerte.
Mason suspira. —Dale un respiro.
Miranda se acerca también. —Karlie, ¿Te gusta el arte? Literalmente somos una familia de artistas.
—No lo somos —dice Mason detrás de nosotras.
Lila rueda los ojos —Claro que sí, Miranda hace esculturas con todo tipo de materiales, yo dibujo, recientemente hago mis propios mangas, ¿sabes que es un manga? —Asiento—. Me gusta hacer eso, Mason sabe pintar —afirma.
—Vaya, es impresionante. —admito.
Miranda niega —Pero Anabelle no, bueno en parte —afirma—. Ella es maestra de nivel primario, usa técnicas de artes plásticas para sus clases pero es una maestra al final del día.
—Vaya —repito—. ¿Sus padres son artistas?
Ellas ríen, puedo escuchar reír a Mason también —No, nada de eso —Miranda contesta—. Mamá y papá son de bienes raíces, ni siquiera creo que puedan hacer un circulo perfecto.
— ¿Bienes raíces? Supongo que eso tiene algo que ver con el arte, ¿no?
—No sé —se encoje de hombros Miranda.
—Vender casas es un arte —les digo, supongo que eso hacen los de bienes raíces, ¿no? Al menos eso he creído todo este tiempo.
Erick se acerca corriendo cuando llegamos al auto de Mason. —Um, ¿Por qué hay tantas mujeres aquí?
Miranda le da un golpe con el puño cerrado en el hombro —Porque las chicas dominan el mundo.
— ¡Miranda! —Se queja él y mira a Mason—. Hablo enserio, ¿Por qué llevas a tus hermanas? —entorna sus ojos hacia mí—. Y Karlie.
—Y yo —señalo, sonriendo.
Se encoje de hombros. —Porque quiero enseñarle algo a Karlie y podía llevarlas así que les pregunté si querían venir conmigo y aquí están.
Miranda me mira y explica: —A veces Anabelle viene por nosotras o caminamos, usualmente no esperamos que salga del club.
Erick le abre la puerta a Lila para que entre sin embargo, Miranda se adelanta primero y esquiva a Lila para sentarse antes que ella.
Erick rueda los ojos y Mason ríe. Me alegra que entre ellos las cosas estén bien, supongo que si conoces a alguien desde que eres un niño pequeño, ya es como de tu familia.
—Ven conmigo adelante —me pide Mason.
Asiento y entro al asiento del copiloto.
Mason arranca y nos movemos, Miranda empieza a preguntar: —Karlie, ¿Recuerdas que nos dijiste algo sobre que te gustaba un chico?
Mason la detiene —No Miranda, no hagas preguntas.
— ¿Por qué? —Se queja—. Como sea, mira a mí también me gusta alguien y…
— ¿Te gusta alguien? —Pregunta Erick—. Pero si eres una mocosa.
Escucho una queja de Erick, asumo que le dio otro golpe —No soy una niña, solo soy un año menor.
Lila ríe —Erick es más celoso que Mason, siempre lo ha sido con todas —se ríe—, recuerdo cuando algún chico miraba a Anabelle, él era un niñito pero se enojaba.
—Que tierno —afirmo, sonriendo mientras lo veo de perfil.
—No soy celoso, pueden hacer lo que quieran —levanta un dedo—, pero no les pueden hacer lo que quieran, ahí está la diferencia.
Miranda estira su mano y toca su hombro. —Qué lindo eres, ¿me prestas dinero?
—No —me da una mirada—, siempre que quiere pedirme dinero me dice un cumplido.
—Y funciona —Miranda afirma—, solo tengo que decirle cosas como que es el mejor hermano del mundo y que no me agradan mucho los hombres pero él sí.
— ¿No que te gustaba alguien? —Reclama Erick—. ¿Es un chico? Si es un chico, ya estoy sufriendo por él.
—Erick, una palabra más y te prometo que lo lamentarás —se defiende.
Lila vuelve a reír. —No, Miranda, Erick es de los chicos buenos —dice—, no le hagas nada.
—Entonces, regresando a mí —Miranda da un aplauso—. Necesito consejos para conquistarlo, quiero saber que se debe hacer para ganarse el corazón de un hombre.
No soy la persona más indicada.
—Solo ignórala, Karlie —Erick susurra para nada discreto.
Mason niega con una sonrisa en su rostro. —Es cierto, no vale la pena, Miranda se enamora de alguien distinto cada semana.
— ¡No es cierto! —Miranda me recuerda a Hannah, creo que se llevarían bien—. Como sea, me gusta alguien y no sé qué hacer, ¿ha pasado algo entre ustedes? ¿Entre ese chico y tú?
Mason suspira ruidosamente —Miranda, déjala.
Yo sonrío —Está bien —muerdo mi labio—. Bueno pues, resulta que no salió muy bien pero no importa.
Escucho ahora a Lila: —un momento, ¿De qué hablas?
—Ahora tu —Mason se queja.
Quizás siente pena que ellas me pregunten sobre todo este asunto sabiendo que las cosas no terminaron bien entre Adam y yo pero, me siento capaz de hablar sobre el tema. No a detalle pero sí sobre de manera vaga, después de todo, me ha rechazado por muchos años.
Como que mi corazón ya estaba acostumbrado.
Yo río —Um, pues digamos que besó a la peor chica posible, algo así como mi enemiga mortal.
—Oh —Lila contesta—. Y, ¿Ahora qué?
Exacto, ¿Ahora qué?
Tiro de la banda del cinturón. —Supongo que nada, solo sigo con mi vida.
Miranda afirma: —Igual eres bonita, Karlie, alguien más se fijará en ti.
La verdad ahora mismo no me interesa nada de eso. No quiero pensar en el amor ni nada de eso, mi corazón está demasiado frágil y no tengo energía para intentarlo de nuevo.