El Chico Menos Probable

Oh, no.

 

Ha pasado un mes desde el baile y muchas cosas han cambiado.

Realmente me alejé de Adam. Claro, es mi vecino y hermano de dos chicos que no tienen la culpa de nada pero lo he ignorado y él parece poco interesado en arreglar las cosas.

Es mejor así.

Mi familia lo ha notado, sus hermanos también. La última vez que vi a Trevor me preguntó si estaba enojada con Adam, le dije que no y que solamente estábamos ocupados pero él no me creyó al igual que mis padres. No creo que nadie me crea pero no hay forma que les explique toda la historia.

Los miércoles por la tarde vamos a la casa de Oscar y Brenda está ahí, a veces tiene que irse rápido pero siempre la veo y ella me ha aconsejado muchas cosas en relación a todo lo que ha estado sucediendo.

Me agrada saber que puedo hablar con ella de todo esto, es genial.

Un par de veces Rossy y Mel nos han acompañado, ellas están ocupadas con el club de arte y que bueno, cada día su relación es más y más formal por lo que sé que disfrutan tener tiempo a solas, pero aun así, todas intentamos juntarnos tanto como podemos.

También he pasado tiempo en casa de Mason, con él y sus hermanas. Conocí a sus padres quienes se veían emocionados, lo cual me pareció adorable. Ellas eran tan divertidos y solo podría definir su personalidad como: confeti en el aire.

También conocí al esposo de Anabelle cuando llegó por ella, Anabelle me lo presentó con una gran sonrisa en su rostro. No sé por qué pero encajaban perfectamente, a pesar que su esposo lucia serio y formal, excepto cuando hablaba con ella.

Me he hecho un poco más cercana a Lila y Miranda. Y obviamente, a Mason, quien ha estado a mi lado figurativamente, desde el baile. Bueno, también físicamente, ya que tenemos muchas clases juntos.

Aunque creo que estoy mejorando, aún hay algunos días donde lloro por todo lo que ha pasado con Adam. A veces lo veo desde mi casa y lo extraño. Algunas noches solo recuerdo todo lo bueno que vivimos. No ha sido fácil y tampoco lo es cuando Raquelle se la pasa besándolo todo el tiempo.

Pero estaré bien, lo sé. Tal vez en cien años pero lo estaré.

— ¿Cómo es que el clima puede cambiar tan rápido? —Me quejo con Rossy y Melanie.

Hoy parece que todos recibieron el aviso que el clima estaría mucho más frio y aunque mi blusa es de mangas largas, no es suficiente. Rossy tiene un suéter de lana azul y Melanie está usando un sudadero con flores amarillas. Las personas tienen dos o tres capas de ropa, solo yo tengo una blusa y nada más.

Melanie junta su mano. —Pues sí, quedan tres meses para que se acabe el año, ¿no? La temporada cambia.

Suspiro y froto mi brazo con mi mano. —Sobreviviré, solo tengo que mentalizarme que estoy en una playa con una sol radiante, palmeras y tiburones, muchos tiburones.

— ¿Tiburones? —Pregunta Erick cuando se acerca con Mason—. ¿Dónde hay tiburones?

—Karlie se está mentalizando estar en una playa para no sentir frio —le explica Melanie a él, quien tiene un sudadero gris.

Entrecierra los ojos. — ¿Y cómo te está yendo con eso?

Abanico mi cara. —Genial, ¿no notas mi bronceado? Aunque hace un rato casi me muerde un tiburón.

Mason suelta una risa. Él tiene un sudadero negro, lo tiene cerrado con el zipper hasta arriba. Los veo y me siento fuera del lugar. Pensé que no estaría tan frio hasta en unas semanas y lo gracioso es que en días más cálidos, he traído suéteres.

—Entonces —digo, aclarando mi garganta—. Supongo que es momento de irnos a clase —señalo a Mason—. Compañero, vamos antes que los tiburones te muerdan.

Mason asiente y le da una palmada a Erick, yo me despido de los demás y caminamos en direcciones contrarias.

Mason y Erick son básicamente nuestros amigos cercanos ahora y bueno, Mason conmigo sigue comportándose igual que siempre. Él es genial en todos los sentidos y sigo sin poder olvidar eso que me confesó en el baile.

He confrontado a Mason un par de veces sobre esa noche, sobre porqué cantó esa canción de One Direction y porqué dijo que quería cantársela a la chica de la cual él estaba enamorado.

Pero Mason siempre evade mis preguntas.

— ¿No tienes un suéter? —me pregunta, juntando sus cejas.

Niego. —Lo olvidé, no el suéter. Olvidé que el clima está cambiando y por eso, ni siquiera pensé en un suéter.

Mason se detiene de repente, yo también lo hago. Él se baja el zipper y comienza a quitarse el sudadero, lo junta entre sus manos y me lo acerca —Úsalo.

Sonrío porque esto es algo que Mason haría pero, no voy a aceptarlo. Es un día frio y fue mi error. —No Mason, no es para tanto.

Vuelve a acercarlo. —Hazlo, no importa —insiste con ese tono de voz grave que lo hace bastante atractivo—. Estaré bien.

—No —repito, alargando la vocal—. Yo puedo con el frio, es más, ahora mismo tengo calor.

Eso no es cierto, voy por el segundo escalofrío del día.

Mason rueda los ojos y se acerca a mí para colocarlo sobre mis hombros, me toma de una mano y comienza a intentar meter mi brazo dentro de la manga.

—Espera, espera —suelto una carcajada nerviosa—, um, yo puedo.

Mason sigue sosteniendo una de mis manos. —Sé que puedes hacerlo sola pero me gusta ayudarte.

Trago saliva. —Lo sé —contesto, mi tonto corazón ha vuelto a acelerarse.

Yo asiento y termino de ponérmelo, Mason toma el cierre y lo sube lentamente hasta mi barbilla, luego me coloca la capucha y sonríe. —Adorable.

—Adorable —repito, arrugando la nariz—. No era necesario, te lo daré después de entrar en calor.

Mason suspira —Eres demasiado necia, quiero dártelo. Quiero que lo uses porque te queda bien, te ves bien así.

Cosquillas en mi estómago de nuevo.

Me bajo la capucha —Gracias, si tienes frio me dices y te lo devuelvo.

—Tengo una mejor idea —Mason toma mis manos y mi corazón pega un salto—. Podría solo abrazarte si tengo frio, ¿Qué te parece?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.