El Becky's estaba patas para arriba, Marsias tenía a todo el mundo trabajando duro. Colocó a algunos hombres a sacar todas las camas de las habitaciones y a las prostitutas a limpiarlas, mientras que él y Josh colocaban mesas dentro de ellas, también construyó unas ocho con ayuda de Josh, el resto de empleados pintaban las paredes.
— ¡Billy! —Llamó Marsias al cocinero de Becky — ¿Colocaste el anuncio que no íbamos a abrir en esta semana?
—Si Erling. Hice que el más chismoso del sector regara la noticia que el Becky's será ahora una casa de juego
Marsias sonrió —Bien ¿Cómo lo ves? —le preguntó a este. Según había escuchado, llevaba en el Becky's hace más de veinte años. Era bajito y gordo; tenía entrada y su piel estaba bronceada, pero tenía una mirada bastante amable.
Billy le echó una mirada al lugar —Sé que será todo un éxito. Ha sido una idea estupenda, Erling
—Lo sé, para nadie es un secreto que este lugar iba caer en la más absoluta quiebra sino se pensaba en algo
—Tu llegada no ha podido ser más oportuna
Marsias sonrió —No me atribuyo todo el crédito, Josh me ayudó mucho
—Ese chaval le ha sido muy fiel a Becky, luego que esta lo recogiera pensé que sería un caso perdido, pero demostró ser un trabajador
—Nos hemos hecho buenos amigos
En ese momento se escucharon gritos provenientes de la planta baja. Marsias bajó de inmediato y el viejo Billy le seguía los pasos. Pudo ver que Lilian tiraba la escoba al suelo y miraba a Josh echando chispas por los ojos.
— ¡Tú a mí no me das órdenes! —Exclamó esta — ¡No eres más que un criado!
Marsias se colocó junto a Josh — ¿Qué ocurre? —preguntó
—Ocurre que esta... señorita —comenzó a decir Josh —No quiere colaborar con la limpieza del bar porque es "la prostituta estrella del Becky's"
Marsias sonrió —exprostituta estrella dirás, a partir de la otra semana será sólo una mesera como las demás
— ¡Eso es imposible! —exclamó esta
—Si es muy difícil para ti allí está la puerta
Lilian se echó a reír —Tú no tienes la autoridad para echarme
—Él no, pero yo sí —le dijo Becky mientras entraba a la estancia —Lucy lleva esto a la cocina, Billy por favor, ayúdala
—Si Madame —dijo este y se acercó a tomar las bolsas.
—Lilian —continuó Becky —La casa de juego Becky's necesita meseras no prostitutas. Si no necesitas el empleo o esto no cumple tus expectativas puedes irte Lilian resopló pero no dijo nada
Marsias pudo notar el semblante pálido de Becky, iba a decirle algo pero Josh lo interrumpió.
—Becky saldré a buscar las cajas de vodka —le dijo Josh-pero necesito a alguien que...
—No puedes salir Josh —le dijo ésta muy seriamente
— ¿Por qué? —este frunció el ceño confundido
—Porque no. Y eso va para todos.
— ¡He dicho que no maldita sea! —Exclamo Becky furiosa y todos se sobresaltaron — ¡Nadie va a salir de aquí hasta que yo lo diga! ¿Quedo claro?
Todos susurraron un confundido "Si".
Becky se pasó la mano por la cabeza —Creo que tengo migraña. Lilian dile a Lucy que me suba un té a mi habitación —y al decir esto subió a las escaleras.
Marsias miro a Josh y este asintió. A continuación Marsias fue tras ella. Becky abrió la puerta y Marsias la cerró tras sí.
—Quiero estar sola —dijo ella al acercarse a la ventana.
Él se colocó tras ella — ¿Que te sucedió?
—Nada —dijo ella mientras se apartaba de la ventana y se dirigía al tocador
—Sabes que puedes confiar en mí ¿verdad? —Ella dio media vuelta y lo miró con los ojos llenos de lágrimas — ¿Qué te pasó muñeca?
Ella lo abrasó —Nunca podremos estar juntos... —le susurró
— ¿Por qué mi amor? —Marsias la estrechó con más fuerza
—porque soy una puta
—Lo eras, ya no. Ahora serás una mujer común y corriente. Por eso apenas que la casa de juego comience a dar sus frutos, vivirás en otro lugar conmigo
Ella lo miró — ¿Aún quieres saber quién eras? —Le preguntó mientras se separaba de él — ¿Es... importante para ti?
Marsias suspiró. Su pasado no lo dejaba dormir por las noches y el hecho del disparo muchísimo menos, pero tenía miedo de saber que era una persona horrible...
Marsias la miró —Quisiera empezar de cero, contigo. Quisiera tener una nueva vida, claro solo si tú lo deseas también.
—Oh Erling... —exclamó esta mientras se abalanzaba hacia él y lo abrasaba — ¿Estás seguro?
—Si hermosa —Marsias bajó la cabeza y la besó. Este no sabía con cuantas mujeres había estado Becky sabía a gloria. Él la estrechó más hacia él y le dio un pequeño mordisco en el labio inferior.