El Círculo De Marsias

Capítulo 16

—Me trataron como si estuvieran deseando librar al mundo de mi presencia en caso de que hubiera una forma legal de hacerlo-le dijo Becky a Lilian mientras se tiraba de espaldas en la cama.

—Pues te fue mejor que a mí—le dijo esta mientras se sentaba junto a ella—Esos criados son estiradísimos, tuve que dejarles claro que era tu doncella para que me respetaran. Aunque te confieso que esos mozos de cuadra están para comérselos ¿Cómo te trató el duque?

—Fue bastante cortés, supongo que no le caí tan bien ya que se empeña en llamarme "Lady Marsias", Uriel es bastante agradable y no le caí nada bien a la hermana mayor de Marsias ¿puedes creer que le pegó en los testículos?

Lilian se echó a reír—¿en serio?

—Si. Y luego se puso a gritar una cantidad de obscenidades tan impropio de una dama

—No te lo puedo creer

—¡Créelo! —exclamó Becky mientras se colocaba de pie y se sentaba en el tocador—pero tiene algo que no la hace ver vulgar, supongo que es ese aire aristocrático que se manda. Ayúdame a quitarme estas plumas Lilian, el duque quiere verme en media hora en el comedor y quiero llegar puntual

—Bueno—le dijo Lilian mientras tomaba el cepillo—tienes que aceptar que sobreviviste al encuentro

—Y todo gracias Iuola

Lilian se echó a reír—que nombre tan ridículo

—Ni te atrevas Lilian, es encantadora. Tiene solo quince años y me recibió con mucho agrado. Es la hermana favorita de Marsias

—Está claro que la otra es un ogro

—Hay algo que me ha dado vueltas la cabeza desde que vi a las hermanas de Marsias

—¿Qué es?

—No se parecen mucho a ellos. El tono de su piel es canela

***

—Y eso es todo-le dijo Marsias a su hermano mayor. Este se encontraba detrás de su escritorio de roble dentro de su amada biblioteca.

La biblioteca de Wolfram fue diseñada para que los sirvientes, sus hermanos menores convocados por alguna fechoría y los invitados indeseados fueran conscientes de su insignificancia al estar en la misma estancia de aquel hombre que ostenta todo el poder que ellos carecen. Marsias, Uriel y Georgia estaban de pie frente a él, por el simple hecho de que Wolfram no los había invitado a sentarse. Su hermano tenía las manos entrelazadas cerca de sus labios y lo miraba fríamente.

—Marsias—Georgia fue la primera en hablar—¿te casaste con una meretriz? —Uriel emitió una carcajada

—Que sea la última vez—le dijo Marsias a su hermana mientras le lanzaba una mirada asesina—que te dirijas de esa manera a mi esposa Georgia. Pasaré por alto el hecho de que eres mi hermana y lo tomaré personal.

—Es una meretriz—le recalcó esta—y eso es algo que nunca va a cambiar, su pasado está manchado. Esa mujer...

—¡¡Esa mujer me salvó la vida!! —le gritó Marsias furioso

—¡Y estamos agradecidos! Pero no puede ser la marquesa de Westhampton, Marsias. Piensa en la reputación que tiene esta familia por Dios

—Nuestra reputación me importa una mier...

—Yo no veo problema—le dijo Uriel mientras reía—la meretriz de Marsias me cae muy bien —este lo fulminó con la mirada-¿Ves lo que haces Georgia? Le has roto el corazón a Marsias

—Lo único roto va ser tu cuello sino te callas, Uriel—le dijo Marsias y este alzó las manos en señal de rendición sin poder para de reírse.

—Es suficiente—ordenó Wolfram y los tres guardaron silencio—Uriel y Georgia no recuerdo haberlos invitado a esta conversación, sino van a guardar silencio que tengan un buen día—ninguno de los dos se movió un ápice y guardaron silencio-Bien—continuó Wolfram—Marsias tú eres el marqués de Westhampton, eres el que me va a sustituir cuando muera al ducado y sabes muy bien que el papel de duquesa no es nada fácil.

—Estoy seguro que...—comenzó a de Marsias

—Estoy agradecido—lo interrumpió Wolfram—con la persona que le salvó la vida a mi hermano independientemente de quien sea y sus orígenes, sin embrago...

—¿No podemos hacer esto de la forma que se hace normalmente Wolfram? —le dijo Marsias enojado—yo traigo a casa a mi esposa, tu finges que te cae bien y tú y yo mantenemos correspondencia cuando haya una festividad importante-Wolfram recorrió a Marsias con esa mirada gélida suya que este sintió que se había bajado la temperatura—No debes preocuparte Wolf, mi mujer y yo viviremos en Bristol, lejos de todos para no perturbarlos

Wolfram se llevó el monóculo al ojo—¿Acaso nunca has visto un atlas Marsias? Londres y Bristol estás tediosamente cerca. Veo que tenías algo preparado, permíteme ilustrarte de lo que se va hacer. Puesto que te casaste con ella ya han corrido voces

—¿Qué voces?

—De tu matrimonio. El barón Sir Simon Philips incluso me escribió la semana hace unos días dándome las buenas nuevas, lo curioso es que su carta llegó antes que la tuya



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En el texto hay: amor puro, nobleza, prostitutas

Editado: 07.06.2020

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