Ashly Pov.
Hoy es día de descanso lo que significa dos posibles cosas: hacer algún postre que se me antoje o leer, tengo ganas de un pastel, pero no sé de qué hacerlo con exactitud.
¿Y si hacemos el de oreo? Es nuestro favorito.
Tienes razón, pero tenemos que ir a comprar y no hay mucho dinero para hacerlo.
Podemos pedir prestado.
—Vamos a hacer compras —hablan los gemelos entrando al cuarto como Juan por su casa.
Técnicamente es su casa...
Eso... El cuarto es como mi espacio personal así que puedo decir eso.
— ¿A dónde?
—Son las compras de la semana.
—Okey —mencionó mientras los miro— Pueden ponerse un letrero para diferenciarlos que no se con quién estoy hablando son como el perejil y el cilantro —se empiezan a reír por mi último comentario.
—Averígualo tú sola —habla uno de ellos sentado en el suelo.
— ¿Sabes que eso se malinterpreta? —pregunto mientras el otro gemelo asiente.
—Entendiste a lo que me refiero.
—Tendrás que descubrir con que es con lo que nos diferencian los demás —señala el otro recargado en la pared.
—Le preguntare a Elizabeth —habló parándome de la cama.
— ¡No! —escucho el grito y lo siguiente que siento es como alguien me taclea y caigo en la cama.
—Eso dolió —suelto un quejido— Deberías estar en el equipo de fútbol americano.
—Lo estuve.
—¿Ya nos podemos ir? —regaña el que estaba en la puerta.
—Claro cosa 1 —digo mientras me paro de la cama tomando mi celular.
—¿Cómo me dijiste?
—Cosa 1, así lograré diferenciarlos cosa 1 —lo señalo— y cosa 2.
—Esto será divertido —habla cosa 2.
¿No se te pudo ocurrir un mejor apodo?
Carezco de creatividad para apodos además es la forma más fácil de que se estresen y me digan quien es quien y como diferenciarlos.
No lo creo, pero como quieras cosa 3.
No me parezco a ellos y no soy su hermana.
No biológica...
Te voy a ignorar, llegamos al estacionamiento del supermercado y recordé que quería hacer un pastel por lo que tendré que pedir dinero porque no tengo y ni siquiera traje algo de cambio.
— ¿Me prestan dinero? —cuestiono saliendo del auto.
— ¿Para qué lo quieres? —responde cosa 1.
—Quiero hacer un postre —respondo mirándolos con cara de perro abandonada.
—Solo si nos das —propone cosa 2.
—Hecho.
Y con eso entramos al súper e hicimos primero las compras a las que nos mandó Eli y después fuimos por lo necesario para el cheesecake de oreo, aunque me perdí varias veces en los pasillos.
Hay que ser muy tontos.
No es mi culpa que el lugar sea un bendito laberinto.
Si te hace sentir bien...
(...)
— ¿Siempre terminas así de manchada? —interroga Elizabeth entrando a la cocina.
Siendo sinceros de alguna manera siempre termino sucia, aunque esté haciendo las cosas más simples ¿Lo peor? Siempre es de la cara y de las manos y sé que debería de tener más cuidado, pero no importa que tan cuidadosa sea siempre estaré manchada, aunque sea con una pequeña mancha.
—Es algo que está dentro de mí —respondo vaciando la mezcla.
—Debes ser más cuidadosa.
—Lo seré.
Evitemos que se entere de eso.
—Vamos a ver unas películas mientras tu postre esta.
— ¿Van a estar cosa 1 y 2? —pregunto sin pensar, pero apenas las palabras salen de mi boca me di cuenta de lo mal que estaba eso.
— ¿Quiénes? —interroga graciosa.
—Me refiero a los gemelos, es que no sé cómo diferenciarlos así que a uno le puse cosa 1 y al otro cosa 2 pero si le molesta no les digo más así —habló apresurada dando una explicación y esperando un no por respuesta, pero en su lugar obtengo risas.
—No te preocupes, ya te habías tardado en ponerles un apodo —sale de la cocina dejándome confundida.
Meto el cheesecake al refrigerador y empiezo a limpiar, tomo mi desastre que usualmente hago, escucho mi celular sonar y recuerdo a los del aeropuerto y mi maleta que todavía está extraviada así que corro a contestar no quiero que piensen que no me interesa.
— ¿Bueno?
—Hablamos del aeropuerto para avisarle que su maltea llegara entre hoy y el lunes, pero lo más seguro es el lunes después de la una para que venga a recogerla.
—Entendido y muchas gracias.
—Hasta luego y que tenga un bonito día.
—Hasta luego e igualmente.
Regrese a lavar los trastes, pero alguien ya me había ganado sacándome de onda pues se supone yo debo limpiar mi desastre.
—Querida, vete a bañar yo término aquí.
—Pero...
—Ya hablé y no quieres llevarme la contraria —sentencia señalándome con un batidor por lo que salgo de ahí para ir al cuarto por mis cosas y seguido correr al baño pues cosa 2 quería entrar.
Si se cambian vamos a valer.
Descubriremos cómo diferenciarlos.
(...)
Desmoldo el cheesecake que para mi suerte fue muy fácil, tomó el cuchillo y los platos para servirlo pues estaremos viendo películas en compañía del postre que hice.
— ¡Apúrate cosa 3! —grita uno de los gemelos.
— ¿Cómo me dijiste? —pregunto saliendo con los platos en mano.
—Cosa 3 —contesta cosa 2, este hombre no le teme a la vida y mucho menos a lo que alguien molesto puede hacer, se nota cuánto le gusta estar en este tipo de situaciones.
—Debería ser la número 1 pero me conformo —digo sentándome y dedicándole una sonrisa junto a un guiño a mi contrincante si así se le puede llamar.
Empezamos a varias películas de comedia, toda la tarde junto a parte de la noche se nos fue viéndolas y comiendo pizza que pedimos pues nadie quería cocinar ni siquiera la señora Elizabeth lo cual fue gracioso de ver pues los gemelos le reclamaron que debía de hacerlo, pero ella ganó la pelea diciendo que siempre es ella la que cocina por lo que optaron por pedirla.