Dylan Pov.
Tengo la tarea de artes frente a mí, termine con una hoja en blanco porque realmente no sé cómo hacerle para avanzar le, el otro boceto no era malo pero siento que no le hacía justicia a su persona. Son las 10 de la noche y la tarea se entrega mañana, había dejado el dibujo hasta el último porque no sabía cómo hacerlo.
En estos días pude verla haciendo su dibujo pero nunca pude ver exactamente lo que hacía, hasta Cathi le estaba ayudando aunque era un poco en broma para ella pero vi que si metía ideas de mi hermana.
Tengo el viejo boceto en mi mano pero también tengo las fotos que saque hace un tiempo, específicamente una donde ve directo a la cámara con su gran sonrisa. Recuerdo ese día buscando alguna idea pero mi cerebro solo es capaz de recordar nuestro casi beso, me quedo mirando sus ojos que siempre han sido muy expresivos cuando escucho la puerta abrirse.
Por reflejo cierro la computadora y cubro mi cara sintiendo como el calor sube a mis mejillas.
Debes estar jodiéndome.
— ¿Todavía te falta mucho? —entra mi madre con una taza en manos.
—Si me falta algo.
—No te desveles tanto.
Sale dejando la taza de té en mi escritorio, empiezo a dibujar el fondo el cual no es algo en específico más bien son muchas cosas desde una biblioteca pequeña en el fondo, una dulcería porque siempre está comiendo dulces y no tengo la menor idea de dónde los saca a excepción de los que le regalo, unas notas de música porque he descubierto que sin la música no es nadie. Dejo también un pequeño camino de libros con algunos títulos que he visto que tiene y a leído, pienso en dibujar a los chicos pero prefiero dejar un pequeño rastro de ellos, como por ejemplo una pelota para Cathi, un marcador de libros para Darcy, y así me voy con los demás chicos ocupando más espacio del que pensaba.
A la hora de hacer el rostro y hombros lo último que dibujo es su cara, pienso en las posibilidades para hacerla pero recuerdo las paletas que le he dado y como las disfruta con una felicidad así que decido hacer eso solo que con un toque distinto.
Me dan las 12:30 por lo que hago unos pequeños detalles y me voy a la cama, dejando todo en el escritorio como esta.
(…)
Puse el dibujo en un folder para que no se manche porque lo termine haciendo totalmente con carboncillo. Me siento más nervioso porque ella lo vea que por la calificación, es la primera clase por lo que todo el camino estoy tratando de relajar mis nervios.
Se que no soy mal dibujante porque mi madre me metió a cursos de pequeño pero de alguna forma siento que el dibujo esta feo, estoy en frente de la puerta y siento mis manos sudar.
—Hola, ¿no vas a entrar? —pregunta ella acercándose a donde estoy por lo que limpio mis manos rápidamente.
—Si, ya voy.
Entramos y realmente no sé qué dice mis pensamientos están centrados en el folder que esta frente a mí.
— ¿Estas bien? —interroga tocando mi hombro.
— ¿Por qué no lo estaría?
—Bueno estas un poquito pálido.
Malditos nervios.
—No es nada.
La maestra entra y trato de relajarme para no entrar en pánico.
—Espero y todos tengan su dibujo y les aviso que serán dos calificaciones y después promediamos. La primera la darán sus compañeros les dará la calificación considerando los puntos de la pizarra y podrán dar un punto más si sienten que va con su persona. La calificación que yo daré también se consideran estos puntos, empiecen por favor.
La volteo a ver mientras ella busca en toda su mochila.
—Si lo traes, ¿verdad?
—Si, solo que el folder está muy atrás.
Me quedo mirando ambos folders con mis nervios muy notorios. —Si quieres vemos primero el mío juntos y ya después vemos el tuyo —lo dice con una sonrisa que logra calmar mis nervios un poco, asiento dejando el folder en la mesa.
—Hice lo mejor que pude.
Abre lentamente el folder y lo que me sorprende es que está en colores, el fondo es muy disperso, hay unas sombras con la figura de los chicos y de mi familia. Hay fotos tiradas en la parte de atrás además de poner un árbol de limones en una esquina que ocupa gran parte del fondo.
Me causa gracia que pusiera los limones, también puso algunos dulces y mi rostro es con una sonrisa, pero es la misma que tenia cuando regresamos de tomar las fotos aunque no estuvo muy consiente de eso.
—Esta… muy colorido —eso ultimo sonó más a una duda.
¿No pudiste decir otra cosa?
—Bueno seguí los consejos de algunas personas.
—Me gusto.
—Creo que es mi turno.
—Tienes razón.
Le extiendo el folder y lo abre empezando a reírse.
—Se supone que el dibujo es mío no sobre ti —dice con gracia señalando el limón en sus labios.
— ¿Quién dijo que era yo?