El Club de los Ex

Capítulo 3: Nian.

Viernes 5 de Marzo, 2022. 
11:45 a.m.

¿Qué hace ella aquí?

Saliendo de mi pequeño shock miro a Pol avergonzado.

–Perdón Pol, fue un accidente...no quise golpearte ¿Estás bien? ¿Traigo el botiquín?

El nombrado acaricia su frente y nariz adolorido, pero se mantiene en silencio negando.

–Ven siéntate– dice ella tomándolo del brazo para guiarlo a una de las sillas en la barra –Nian, trae hielo– dice sin mirarme.

Escucharla decir mi nombre, como si nada, después de tantos años, hace que me de media vuelta para no decirle todo lo que he guardado desde la última vez que nos vimos. Obedezco su petición, pero no por ella sino por mi jefe y mi futuro en este trabajo.

Vuelvo a la cocina. Del mini refrigerador saco una cubetera, algunos cubos de hielos que retiro de ella los cubro con el primer trapo que encuentro y le hago un nudo. Rápidamente salgo y le coloco suavemente el hielo en la zona afectada.

–¿Quieres que vayamos a un hospital a revisar que no sea grave?– pregunta ella acariciando su hombro.

Me aguanto las ganas de rodar los ojos. Siempre exagerando.

–No, no, no tranquila– sonríe él –Estoy bien, solo fue la sorpresa del golpe pero no fue tan duro.

Suspiro aliviado y toco su frente buscando algún chichón, que tal vez aparecerá en un rato.

–Perdóname Pol, si quieres puedes ir a casa y yo me encargo del lugar hasta que te sientas mejor.

–Chicos no hay problema, enserio. Mírenme– se levanta y camina con normalidad por el lugar –Estoy bien.

Antes de que agreguemos algo más, el celular de Charissa suena, se disculpa y atiende mientras se aleja hasta un rincón cerca de la puerta.

–Bárbara ¿Ya estás cerca?– logro escuchar.

Escucho como mi jefe vuelve a su asiento y se aclara la garganta, por lo que vuelvo mi atención a él.

–¿Qué pasó en la cocina?

–Estaba trayendo algunos vasos cuando...– evito decir "la ví y las manos me temblaron tanto las manos que dejé caer la bandeja" –...cuando me pisé un cordón, casi caigo pero recuperé el equilibrio y accidentalmente dejé caer la bandeja.

El canoso pero conservado hombre me mira con sospecha, seguramente intuyendo que es mentira. No estoy caracterizado por ser torpe y él lo sabe.

–Está bien...entiendo– alza una ceja y mira discretamente hacia la rubia –Se conocen ¿No?

Claro que sí.

–Claro que no– digo con rapidez.

–Dijo tu nombre– me quita de las manos el hielo y se lo coloca en la frente.

–Osea sí, si nos conocemos...pero no mucho– le resto importancia.

No me gusta hablar de mi vida privada, y mucho menos si el tema principal es mi ex.

–Voy hacer como que te creo, parece ser un tema delicado. Ahora dame un trago por favor.

Con gusto me coloco del otro lado de la barra y del estante saco la botella que siempre le sirvo a él: Ron. Se lo entrego en un pequeño vaso de vidrio y de paso me sirvo otro para mí.

–Disculpen, me tengo que ir...La persona con quien me reuniría me acaba de cancelar– vuelve ella guardando su celular.

Aliviado retengo un suspiro y de un solo trago me tomo todo el contenido de mi vaso.

–¿No quieres tomarte algo con nosotros?– propone Pol.

Antes de que ella responda me disculpo, informo que iré a limpiar la cocina y me largo de ahí apresurado, como todo un cobarde que evita mirar a los ojos a la persona que en un pasado fue la más especial que haya conocido. 

tentando dispersar esos pensamientos de mi cabeza, me concentro en barrer los trozos de vidrios del suelo, luego los junto en una palita y los arrojo a la basura. 

Los minutos pasan y continuo con el aseo en la cocina, mesada y utensilios utilizados el día anterior.

–Ya se fue– se apoya en el marco de la puerta.

–Okey– desinteresado continuo con mi tarea.

–Teniendo en cuenta que tienes cara de funeral, cosa que no es extraña, pero esta vez se te nota aun más, supondré que la causante de eso es la hermosa rubia que viene acá cada fin de semana pero es la primera que se encuentran.

–Que perspicaz– suelto con sarcasmo.

–Nian si no me vas a contar al menos cambia esa cara o te mandaré a casa por hoy. Trabajar con mala gana es igual a no trabajar.

¿Ir a casa? Paso.

–Me tendré que servir otro ron... – suspiro y dejo la esponja a un lado.

–Entonces básicamente tu enojo hacia ella se debe a que te dejó

–Entonces básicamente tu enojo hacia ella se debe a que te dejó.

–Fue mi primera novia, no esperaba que esa experiencia fuera tan...mala– digo sirviéndome otro trago.

–Nadie se prepara para enamorarse, chico. Es algo que solo sucede– rasca su nuca –Aún así no entiendo por qué fue que lo hizo si llevaban tanto tiempo juntos.

Asiento de acuerdo, ni yo sé la razón, no importó cuántas veces le pregunté siempre me decía lo mismo:

–"No soy buena para ti"– gruño y tomo el contenido de mi vaso –Si no fuera así ¿Por qué habría de estar con ella? Dejar a tu pareja sin explicarle la verdadera razón es una bajeza.

–Concuerdo...Me recuerda cuando mi ex esposa me abandonó– sonríe con amargura –Con la diferencia que ella sí me terminó explicando sus razones de desamor.

–¿Qué fue lo que te dijo?

–"Lo siento, ya no te amo. Estoy saliendo con otra persona"




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