Capítulo 3
Mientras Karla también vivía su propio calvario. Por lo que una vez más buscó enfocarse en sus tareas habituales. Al fin al cabo eran dos personas x distantes que no tenían nada en común y nada podría arruinar su felicidad,
Le habían aprobado su proyecto de para trabajar con los niños de la comunidad, se mentalizo en eso y dejo todo el estrés que le provocaba fantasear con Jeison todo el tiempo.
Como estaba previsto el proyecto tuvo sus dos frecuencias programadas para la semana en la del martes realizaron una actividad que incluía dibujar algunas de las leyendas e historias de la comunidad local. Pero el jueves sacó los niños de excursión con la ayuda de la maestra, y fueron hasta uno de los sitios cercanos, también se incorporaron algunos padres.
Como era cerca fueron caminando, el contacto con la naturaleza fue fantástico, los chicos están emocionados, y ella parecía una de ellos corrió, saltó jugaron, y les enseño de los árboles más comunes en la zona
El clima comenzó a cambiar rapidísimo por lo que hubo que recoger todo y regresar lo antes posible, después de todo andaba con 15 niños, 5 padres y la maestra, estado a 3 km del pueblo era poco probable que no se mojaran.
De pronto una camioneta aparcó a su lado
Creo que hoy me tocas salvarte a ti. Dijo Jeison. Vamos los llevo.
Creo que no cabemos todos. La camioneta era de mediano tamaño pero en condiciones normales no hubiera podido llevar más de diez personas —— Monta todos los niños y a la maestra, y a los padres que puedas dijo Karla
Se montaron todos apurruñados como pudieron todos excepto Karla que dijo tranquilos, déjenme a Alejandro en casa yo voy a caminar de vuelta a casa. Sin darle las gracias, haberle dirigido la palabra, más allá de lo necesario, ni siquiera mirarlo. con una sonrisa de victoria por el orgullo intacto, hecho andar. Mientras el con cara de odio la miraba por el retrovisor.
Como era de esperar empezó a llover a cantaros, se arrepintió enseguida de su orgullo. Por la intensidad de la lluvia apenas podía caminar, sin hablar del frio, la ropa le pesaba.
Avanzó cerca de un kilómetro cuando vio acercarse a toda velocidad a la camioneta del susodicho que le pasó por al lado, dio media vuelta y se le posiciono al lado.
Monta,
no gracias me gusta caminar
No lo puedo creer. Se rascó la cabeza abrió la puerta del conductor—— Eres la misma inmadura y malcriada de siempre— dijo mientras rodeaba el auto y la cogía por la mano. Pero sabes qué, otro día das la perreta. Te montas o te monto.
Karla le viró los ojos y se dejó arrastrar porque se había quedado embelesada, mirado como caminaba hacia ella, en el pasado una de las cosas que más le atraía de él era su ¨tumbao ¨ como ella solía decir, con las piernas ligeramente abiertas, siempre le gusto imaginar que su miembro se balanceaba en el proceso. Tampoco puedo evitar tragar en seco ante la imagen en su cerebro.
Y para que lo sepas sé que fuiste tú la que me encontró y me llevó al hospital, también sé que te quedaste hasta que estuve fuera de peligro. Lo que no entiendo es porque me dijiste aquello mientras me llevabas.
Sí y no tiene ninguna importancia.
Si claro. Jeison se rio y fijó la vista en el camino. ¿Cuál es la intriga? ¿todavía te gusto?
No, claro que no
Entonces ¿porque lo escondes?
Yo no escondo nada, simplemente no quería que lo supieras.
Qué supiera que me ayudaste o qué me confesaste que aun te importo.
Claro que no, me parece que quedaste con secuelas, vete eso.
Ok, como tú digas. Pero quiero que sepas que eres la causa que este aquí no porque me llevaras al hospital sino porque saberte ahí y lo que dijiste me dieron fuerzas para aferrarme a la vida. Paro la camioneta, le sostuvo y le dio un beso en la mejilla.
El rose del pelo mojado le hizo una ligera cosquilla, la suavidad de la piel húmeda, lo trastocó sabía que se arriesgaba, con el carácter de ella ya en el pasado se ganó unas cuantas cachetadas, tuvo que contenerse para no retenerla y besarla en los labios.
Ella en cambio, adoró la sensación del rose de sus labios, definitivamente no había perdido el toque de ser agresivo y delicado posesivo pero sin pasar los limites. Karla se soltó rapidísimo y se tiró del auto mientras él se quedaba riendo a carcajadas. Karla se bajaba hecha un demonio, dándole un tirón a la puerta.
Suave que si lo rompes lo pagas y ya yo encontraré una forma divertida de cobrar. Guiñándole un ojo y poniéndole la cabeza de lado
Con la mano en la puerta aun Karla la abrió y se volvió a montar en el asiento del copiloto. Aquello era el límite de la desfachatez.
Quien carajos te crees. Golpeándolo repetidas veces en el hombro con el dedo índice. —— Hasta hace unos días te era indiferente, quédate donde estabas y no jodas más. Lo que pasó no significó nada, en absoluto. Eras una persona en apuros y no tuve elección era eso o dejarte morir, créeme ganas no me faltaron y ya me estoy arrepintiendo, después de todo sería un imbécil menos en el mundo.
Habló tan rápido que no tuvo tiempo a reaccionar, mientras ella se bajaba del auto más molesta que antes.
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Editado: 21.02.2024