Capítulo 5

Ya llevaba 2 días aquí y este tal Alexander Wilson ya me andaba jodiendo, que pesado.

¡Dios, dame paciencia!

Y hablando del rey de Roma.

-Hola, lindura. ¿Cómo dormiste hoy, mi amor?, ¿Soñaste mucho en mi?

-¡Ja! Ni en tus sueños, baboso-sonrió cínica alzando las cejas.

-Que dura-se hace el indignado-bueno, levanta tu trasero y vamos a comer, a menos de que te quieras morir de hambre.

-Contigo no iría ni a la esquina, pero tengo hambre y solo por eso puedo soportar tu horrible cara.

Dicho eso me levanto de la cama y me voy toda empoderada de esa habitación, escuchando una gran carcajada de su parte, ruedo los ojos.

¿No les pasa que ven a alguien sumamente guapo, pero al abrir la boca las caga todas y ni bañándose se les va lo idiota?

Bueno, eso me paso a mi con este, ¿Cómo llamarlo? ¿Idiota?

(...)

La verdad es que no me puedo quejar de la comida que el castaño me da porque es riquísima. Pero de lo que si me puedo quejar es que solo me deja salir para comer y luego tengo que volver a esta aburrida habitación que no tiene completamente nada de divertido. Lo único bueno de aquí, es la cama.

Ni siquiera tengo ropa, eh estado por días con la misma ropa y al bañarme me tengo que poner la misma.

Me dirijo hacia la puerta golpeando esta fuertemente-¡Oye estúpido horroroso!-grito lo mas fuerte que puedo mientras sigo golpeando esta.

Al cabo de unos minutos aparece Alexander sin playera.

-¿Que quieres?-dice serio mirándome con desinterés y superioridad.

-¿Que que quiero?-pongo cara pensativa mirando por todos lados excepto a donde esta el, frunzo los labios para luego mirarlo mientras lo apunto con mi dedo índice-Ah, no lo se. ¿Puede ser ropa o al menos un jodido libro?-digo amenazante.

-¿Y para eso gritabas y golpeabas tanto la puerta como una verdadera loca?-alza una ceja.

-Si, para eso. ¿No es obvio?-levanto también una ceja.

-No, no lo era, lamento romper tus ilusiones preciosa.

-Necesito cambiarme de ropa y entretenerme con algo, ¿Qué podría hacer aquí, encerrada y mas encima usando la misma ropa por días?-lo fulmino con la mirada.

-Deberías agradecer que no estas en una pocilga, amarrada y muriéndote de hambre mientras estas en un maldito suelo, sucio y frio, cariño.

Bueno, debo de admitir que en eso tiene razón: no estoy amarrada, no me muero de hambre, no estoy en el suelo ni mucho menos en una pocilga.

ruedo los ojos cruzándome de brazos-gracias-digo bajito.

-¿Disculpa, que dijiste?-dice sonriente.

-Lo siento-digo rápido.

-Perdón, no escuche-dice divertido.

Aprieto mis labios-No lo repetiré de nuevo-digo entre dientes.

Este sonríe y asi se va de la habitación.

¿Y a este que mierda le pasa?

Espero y al menos me traiga ropa, el muy imbécil.

(...)

Ya era de noche, había oscurecido hace como 1 o 2 horas y el castaño no se aparecía por ningún lado.

Quizá era mucho mejor dormir que tener que esperarlo.

Creo que fue un poco tonto de mi parte esperar que alguien como el podría darme algo a mi, una simple chica secuestrada, por el.

(...)

Alexander.

Estuve de compras toda la jodida tarde y no saben cuan cansado estoy, pero todo valía la pena, que Celeste estuviera entretenida y que tuviera lo que me pidió, no se, me ponía feliz. Y no pregunten por que.

Llegue a casa con variedades de tipo de bolsas, con ropa, libros, maquillaje y útiles de aseo, hasta toallas higiénicas tuve que comprar por si las moscas.

Creo que no fue muy buena opción pedirme ayuda a Andy, mi mejor amiga.

Si no la hubiera llevado o pedido ayuda creo que ya estaría muerto para mañana.

Esa chica esta totalmente loca y desquiciada, pero fuero de eso: es totalmente hermosa, divertida, risueña, amable y vengativa. No te querrás meter con ella, ya que es la hija de uno de los narcotraficantes mas conocidos de California.

Su padre le enseño de todo para defenderse, hasta atacar con una simple goma de borrar, que se convierte en una arma mortal en los manos de ella.

Aunque ahora que me doy cuenta, Andy compro ropa muy llamativa, con muchos escotes, conjuntos y demás cosas muy sexys. Tacones que si yo me pondría llegaría a tocar el techo de mi mansión, zapatos comunes, con y sin taco, zapatillas para correr, hacer ejercicios o comunes, que se pueden usar con muchos outfit, bolsos, carteras, etc.

Si sabia de moda y cosas que estaban de moda, era todo gracias a ella.

Ni siquiera se que seria de mi sin ella, mi mejor amiga y hermana, que si bien no estaba de acuerdo con lo que hice o hace su padre, al final no podía hacer nada, porque no era su vida ni le incumbía, pero claro esta que se emociona cuando le piden ayuda sobre chicas o chicos.

Ella era muy amable, una persona de buen corazón, pero si la dañabas o le dabas de sospechar aunque sea un poco, te cortaba dedo por dedo hasta saber tus intenciones con ella o lo que le importaba.

Me dirijo hasta la habitación de la pelirrubia con todas las bolsas y hasta un espejo de cuerpo completo que Andy me obligo a comprar, con la excusa de "es necesario".

Todo pesaba demasiado ya que el espejo era muy grande y algo ancho, las bolsas eran mas de 20 y contenían como un millón de prendas, lencería-que no me dejo ver-, bolsos, carteras, calzado, maquillaje, etc.

No se como pero logre abrir la puerta de la habitación de Celeste, ella ya hacia dormida y era mucho mejor asi, sino no se como reaccionaria y admito que las reacciones de las mujeres me dan algo de miedo. Suficiente con Andrea, gracias.

Deje todas las cosas en el sofá de la habitación, sofá que habían puesto hoy en la tarde para que Celeste se pueda acomodar para ver la televisión.

Todo se puso hoy en la tarde, pero para la televisión demoro mas tiempo, ya que estaba todo cortado, desenchufado y mordido. Tuvieron que remplazar y conectar todo para poder estar todo listo hoy mismo.