Muchas veces solemos escuchar el famoso “La distancia separa cuerpos, no almas”...
Y es tan real, hay días en que sentimos que nos hemos roto, se siente un vacío tan grande y todo va mal en nuestro día que pensamos que lo merecemos...
Pero ¡venga ya!, que bueno es saber que al igual que un girasol tiene al sol para tan bello florecer, yo tengo a esa persona que aún estando lejos ha creado una bonita historia en mi vida, y es considerado por mi subconsciente como el "arcoiris después de la tormenta".
Aquella persona con quién puedo ser yo misma sin temor al rechazo, que está ahí para arreglar un mal día, y con quien los consejos nunca faltarán... una distancia larga en kilómetros, pero corta en sentimientos.