El corazón de Rubí

EL HOMBRE MISTERIOSO

De camino a la mansión de la baronesa una mujer robusta y con una lengua bastante afilada para muchos, pero para Rubí aquella mujer era fascinante, ya que no se callaba nada, todos comentaban que la mujer no poseía ningún tipo de filtro y que su lengua era afilada y venenosa, la joven sentía curiosidad por aquella mujer ya que no tenía placer alguno de conocerla.

Rubí absorta en sus pensamientos no se percató de que su madre le estaba hablando, su padre disimulada mente le dio un codazo para que respondiera a su mujer y al fin esta guardara silencio.

- Entonces querida ¿me dirás el motivo de tu comportamiento?

- Perdón, pero no comprendo (Rubí trato de hacer que no comprendió la pregunta en si ya que si se daba cuenta que no la había tomado en cuenta como muchas veces lo hacía terminarían en una discusión)

- Me refería a por que optaste por llevar un atuendo tan vulgar para una señorita te de estirpe y clase.

- Perdón madre, pero no encuentro vulgaridad en mi ropa el día de hoy, solo encuentro originalidad y clase si me permite.

¿Es que te has vuelto loca? ¡¡¡Pareces una mujer de la vida!!! -¡¡¡ Como que clase jovencita!!!!

Los gritos de la madre de Rubí en el carruaje y sus palabras provocaron la ira de su esposo

- ¿Acaso no te piensas callar mujer? Que maneras son esas de gritar, en mi parecer mi hija se ve esplendida en ese vestido, y déjala tranquila de una buena vez, no porque este ocupando otra cosa distinta a las otras jóvenes sin cerebro de su edad quiere decir que se vista como una ramera

- Pero mi lord

- Mi lord un cuesco, deja tus berrinches que no eres una jovencita y compórtate como lo que eres una marquesa.

Rubí

Después de que mi padre se enfadara y llamara la atención de mi madre, el camino fue en un silencio algo incómodo, pero prefería eso a tener que escuchar a al perico de mi madre regañarme en todo momento.

Al bajar del carruaje caminamos hacia el vestíbulo de la mansión, en la puerta se encuentra la baronesa con una postura impecable y al lado de ella un hombre no muy mayor, debe ser su hijo, pero como lleva mascara no soy capaz de distinguirlo, la saludamos de manera protocolar y nos retiramos, pero cuando estábamos a punto de hacerlo la mujer habla

- Marquesa veo que tiene una hija realmente hermosa y con carácter

- Muchas gracias baronesa

- Querida pero no lo dije como un cumplido asía ti sino que a esta hermosa jovencita, no tenías por qué responder tú,

- Muchas gracias por su cumplido mi lady, es todo un agrado viniendo de su persona.

- Hay niña deja las zalamerías con migo me carga la hipocresía

Ante tal comentario Rubí no fue capaz de contener una carcajada, la cual fue mirada con horror por su madre ante tal desfachatez

- Perdón mi lady pero no me pude contener

- A eso me refería jovencita no dejes de ser tu misma, y que no te importe lo que digan todas esas mujeres que tienen complejo pavos reales incluyendo claro está a tu madre

Otra carcajada salió de la boca de Rubí esta vez su madre no pudo más y se fue ofuscada del lugar.

- Gracias por tan amena noche, ha logrado que mi estancia aquí sea bastante agradable y satisfactoria

- Niña ya te dije no tienes que ser tan protocolar solo se tu misma.

Luego de esas palabras Rubí se fue en busca de su amiga lady Benet pero luego de un rato se dio por vencida, mientras se paseaba por la estancia muchas miradas se posaron en ella desde las jóvenes casaderas y las llenas de sus madres como de los hombres solteros y casados, causando así ser la envidia de todas las mujeres del lugar.

Esto es incómodo siento las miradas de todos sobre mí, cuando quise colocarme este vestido no pensé en que esto me pondría tan nerviosa, las viejas alcahuetas me quieren sacar los ojos con sus miradas y para qué decir de las jóvenes casaderas que si las miradas mataran uf ya estaría 10 metros bajo tierra

 Mientras caminaba buscando a mi supuesta amiga que me deja plantada siento una intensa mirada en mi hasta que la diviso veo se ve un hombre de complexión fuerte bastante guapo diría yo pero no me deja ver su cara ya que lleva un antifaz, su forma de mirarme no me intimida pero si me causa curiosidad ver quién es el apuesto hombre, me quedo viéndolo fijamente, sé que eso es poco educado de mi parte pero me importa un cuesco los demás quiero saber quién es ese hombre que ha cautivado tanto mi atención.

Empiezo a caminar descaradamente a donde él se encuentra sé que es inapropiado que me dirija a un caballero desconocido estando sola pero algo en el me llama, cuando me voy acercando a él veo que se aleja de la multitud para dirigirse al jardín me da una mirada y me hace un gesto con la cabeza, con solo eso me doy cuenta que quiere que lo siga y con mucho gusto si eso va a dejar satisfecha mi curiosidad, no sé por qué pero él no me inspira desconfianza en lo absoluto y no tengo la menor idea de quien pueda ser, a paso rápido me dirijo a la salida para encontrarme con él, pero una mano me toma del brazo y me hace voltear.




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