El corazón del playboy |#1|

Capitulo tres

El sonido de la chicharra había anunciado el fin de la tercera clase y todos mis compañeros se habían retirado del salón, sólo quedaba yo y el profesor de Ciencias; me apresuro a recoger mis cosas de mi asiento antes de que el profesor Bill decida hacer un comentario para nada agradable, no tiene tan buena fama entre el alumnado femenino por esa razón, ¿Qué les pasa a los maestros mayores hoy en día?

Termino de recoger mis cosas y me apresuro a salir del salón, una vez afuera (entre el mar de estudiantes) puedo reconocer a mis dos amadas primas, Charlotte y Chalse Brooks.

—¿Qué tal estuvo tú clase con el pervertido Bill?— pregunto Charlotte una vez que empezamos a caminar a una de las mesas de la cafetería. Le di un empujón con mi hombro derecho a lo que ella sonrió.

—Escuché que a Rebeca le dio la calificación máxima en su clase sólo por haberle enseñado las piernas— comentó está vez Chelse mientras dejaba su charola de comida en la mesa y se sentaba en la silla frente a ésta, Charlotte y yo imitamos su acción y nos sentamos a la mesa donde solo estábamos las tres.

—Dejen en paz al pobre hombre, por tantos rumores de seguro y hasta el director ya lo sabe— dije comenzando a devorar la comida frente a mí.

—Actuas cómo si no conocieras al profesor Bill, te dan ganas de correr lejos de él nada más lo ves que se acerca con esa sonrisa de pervertido—.

—No todos tenemos sonrisa bonita, Chalse— comente en un vago intento de defender mi postura, pero ¿A quién engañó? Ese hombre realmente da miedo cuando sonríe y que tenga historial de pervertido, no ayuda en nada.

—Ajá, lo que tú digas—

Dejamos de hablar sobre el pervertido Bill y cambiamos nuestro tema de conversación, Charlotte y Cloe hablaban sobre su cita del próximo viernes, ambas gemelas habían acordado hacer una ridícula cita doble a lo que yo predije que sería todo un desastre.

Yo también tendría una cita, no sería una cita doble, pero definitivamente sería una cita.

Estuve esperando esa cita por años y al fin ese día había llegado.

¿Acaso no se sentirían felices si la persona que les gusta los invita a salir? Pues multipliquen ese sentimiento por mil.

—¿Realmente James y tú van a salir?— pregunto nuevamente Chalse. ¿Qué acaso mi sonrisa de oreja a oreja no era suficiente respuesta para ellas?

—Ya te dije que si— dije comiendo de mi hamburguesa, desde que entró la nueva cocinera al colegio la comida es mejor que antes, adiós a las gachas de avena.

—Nunca creí que él fuera capaz de pedirte una cita, pero al fin lo hizo, me siento feliz por los dos— Charlotte me sonrió con ternura a lo que yo le respondí igual de sonriente.

—Lo que dijo ella por dos— menciono Chalse después de terminar su hamburguesa.

—Iré a la biblioteca por la investigación que dejó la profesora de historia— dije levantándome de mi lugar, me despedí de mis primas y me dirigí a la biblioteca. Ni siquiera sé porque la profesora de historia quería una investigación a la antigua si existe Internet, y ni siquiera sé porqué le estoy haciendo caso cuando podría mentirle y sacar la información de internet. 

— Buen día, Brooks— dijo la bibliotecaria contestando secamente a mi saludo, no era ninguna novedad que la bibliotecaria me odiara, desde que supo mi apellido su trato conmigo cambio, según ella mi padre había sido partícipe de las ofensas hacia ella cuando eran jóvenes, pero yo definitivamente no tengo la culpa de eso. Ni siquiera conocía a mi padre porque él me había abandonado.

Seguí mi camino hacia los estantes de libros y fui directo al último pasillo, sabía que ahí estaban los libros de historia, aunque no me esperaba una emboscada.

—  Brooks — Escuchar su voz me había causado escalofríos. Rodé los ojos fastidiada por su presencia.

Quitarmelo de encima iba a ser más difícil de lo que creí.

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.