No tengo la noción de cuando será la próxima vez que la pudiese tener frente a mi, he escuchado a personas decir que la historia que un día se llevo acabo, ahora ha concluido. Y aunque sus palabras atraviesan mi alma como una espada hiriente, en este hombre, aun existe esperanza.
La única sabiduría que ha quedado en mi, ha sido nuestra promesa, y sé que la época en cuanto ella aparezca, será bajando del crucero en alguna de las muchas vísperas de Navidad. Sin embargo, no quiero interrogar a Dios ni estar en contra de los planes de mi destino...
Al girarme, decidido a marcharme a casa con el cabizbajo, un individuo se interpuso en mi camino. Al alzar la vista, pude notar que se trataba de Rosalie y su equipaje por un lateral, entonces abrió sus brazos listos para estrecharlos con los míos, y después de esto, cómo era costumbre en años anteriores, me besó. Al finalizar capté su mirada con un brillo en sus ojos fija en la mía, y con su delicada voz mencionó mi nombre.
-Edison.- Sus ojos se cristalizaron y comenzó con un llanto ligero.
Su tía Sussan no estaba junto a ella, pues en el año 2015 había partido a donde sus padres se encuentran desde el año 2000, dejándola sola contra el mundo, haciéndola caer en un mar de desaliento y postración.
Entonces me incliné junto a ella.
Antes de haber llegado al muelle de Santa Catalina esta mañana, he comprado el mismo obsequió que había guardado desde al año 2015, pero por indignación y angustia lo había desechado en el año anterior, este significativo obsequio, se trataba de un anillo de compromiso, pues había tomado la decisión en ese entonces, de pasar el resto de mi vida con ella.
Y esperé su respuesta.
(...)
La estrella ha sido colocada en la punta del árbol de Navidad, ahora Navidad es como debe ser.
Sin embargo, al día siguiente, he tenido que despedirme nuevamente, regresar a Europa pronto será complicado para Rosalie, y esa es la razón por la que se ha tomado una decisión.
Desde la banca detallada de tan distinguida madera en el muelle de Santa Catalina en Londres, es posible apreciar una majestuosa vista al océano Atlántico, sentados uno al lado del otro, la promesa se ha anulado, y por supuesto, se ha creado otra.
He tenido que despedirme nuevamente, pero ahora lo he hecho de mi país, hemos tomado el crucero con destino a Nueva York en América.
"... y juntos posteriormente, regresaremos a Londres".