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Y aquí estaba enfrente de él mirándolo fijamente sin miedo alguno en mí, sabía perfectamente que me iba a terminar de destrozar yo misma, pero prefería eso a estar en este maldito infierno porque eso era lo que sentía, ya no me desviaba de mis sentimientos, me sentía yo!

Lo observe, detallando cada pieza de él y solté lo que me estaba pesando tanto

-Que quieres de mí? Le dije directamente sin titubear

-Quiero que seas mía siempre. Cuando me dijo eso sentí un poco de rabia, ya que sabía que solo eso le interesaba de mí el maldito sexo

Lanza la pregunta ya sin rodeos y sin miedo a lo que pasara…

-Es ella o yo? Vi como abrió los ojos asombrado, jamás pensó que yo fuera capaz pero si.

-No me hagas esa pregunta sabes cuál es la respuesta. Yo ya sabía eso.

-Habla dime ya si es ella o yo, si es ella te dejare ir, ya no me pesara te lo juro, pero si soy yo buscaremos ayuda para superar todo y estar bien. Dije lo que sentía por Dios lo hice!

-No estaremos juntos, estoy con ella y no la dejare. Dijo sin rodeos y me gusto su sinceridad

Esto me hizo más fuerte y así como caí en sus mentiras logro pararme e irme de allí, sin nada más tome mis cosas me vestí y sentía esa paz en mí, si fui una masoquista me deje lastimar hasta lo último, salí de allí y él fue atrás de mi me pidió que no me fuera, me rogo que no lo hiciera que estuviéramos así, que estúpido sínico dije en mis pensamientos  y con una lagrima saliendo de mi le dije:

-Ya no te pondré más de primero, esta soy yo, mi nueva versión mejorada así que rodete. Su cara fue de impresión pues jamás pensó que yo la niña con la que jugo durante tantos años al fin tomara esta decisión y me gustaba que pudiera ver que si que mi vida puede seguir muy bien sin el en ella.

Trato de tocarme la cara con su mano pero lo pare.

-Ya no más, no quiero que me vuelvas a tocar. Dije firme y confiada en mi.