El juego

¡Me excita, me prende!!

Cuando toco esa piel fría me olvido de todo. Mis labios rozan su carne y no se estremece, no se mueve. -suspiro y me río- es nuestro juego, mi juego favorito. Puede que no me lo demuestre pero sé que me quiere, sé que me desea desde lo más profundo. Me acomodo para sentir su olor-¡Ahh!- ese olor a abandono, a falta de cariño. ¡Mmmm! Delicioso. 

Empieza el juego de verdad. Me acomodo sobre él, ya que por razones que desconozco no puede levantarse. ¡No importa, yo estoy aquí para complacerlo, solo a él, esta noche! Sudamos, gemimos, lo araño, me abraza, creo que me dijo-me encantas- el frío de su piel y el calor de la mía hacen un contraste espectacular. Cabalgamos, juntos, en este raro salón solo se escuchan mis gemidos, lo estoy haciendo mío. Pero nadie debe saberlo, nuestro amor nunca será aceptado. La gente lo vería como algo asqueroso. ¡¡Ignorantes!! Si supieran que hombres así son los mejores. Son fieles a mí. Siempre que tengo ganas están ahí y no se mueven de lugar. No miran a nadie, no desean a nadie, no tocan a nadie. ¡Solo a mi! Entré a este lugar escondida de los que me quieren lejos de ellos.¡Tengo que huir! ¡Ya vienen! -Nos veremos otra noche mi amor, mi pecado-. ¡Malditos aquellos que por mi adicción a ustedes, los inmóviles, me encierran! Esa palabra con que me clasifican nunca me gustó..."Necrófila". Yo diría mejor "amante de los olvidados". Por mis venas corre sangre, por las suyas... Mi deseo.