El despertar de los guardianes.

Capítulo 2. Dilema

Capítulo 2.

Dilema.

 

Alexandra.

 

Relatividad.

El buen Einstein dijo "cuando un hombre se sienta junto a una mujer bonita una hora para él sería como un minuto, pero si esté se sentará en una estufa caliente un minuto se convertirá en una hora, eso es relatividad", en ese momento estaba sintiendo los mismo, era prácticamente igual, solo que con otro ejemplo, sentía que llevaba horas viéndolo cuando para los demás habían pasado solo unos segundos, todo depende de cómo observemos las cosas, de la perspectiva que tengamos del tiempo, ese era el momento más relativo de mi vida.

— ¿Alexandra? — ignoré la voz de Adrián llamándome, esperaba que no sea esquizofrenia, pero era la voz de Adrián así que lo dudaba. — Alexa ¿Por qué parece como si estuvieras en alguna clase de trance vegetativo? — ignore de nuevo sus palabras, tenía que ver que era lo que había cambiado en él, si de verdad era él, tenía que asegurarme de que no fuera una alucinación o una simple fantasía que se formó en mi cabeza ¿Cuántos Jesús López Arango podría haber en el mundo?

Me encontré con sus ojos adornados por una expresión, sorpresa. ¡No! ¡No puede ser! No pudo haberme reconocido estoy muy cambiada.

— Entonces decidí hacerle un baile erótico a Felipe, justo en medio de ese parque lleno de niños... — ¡¿Qué demonios?!

— ¡¿Qué ustedes dúo de idiotas hicieron que cosa?! — Giré rápidamente hacia la voz que dijo eso, con lo idiota que es Gerardo nada me sorprendería, pero Felipe, tenía más expectativas de él. — ¡Pensé que eran heterosexuales! — solté un suspiro de resignación. — Los guapos nunca lo son, bueno tú no eres precisamente guapo. – Mire a Gerardo que abrió su boca con indignación. – Debí pensarlo de Felipe... aun así ¿Por qué decidieron sacar su verdadero ser en medio del parque? Saben el posible trauma que abrumara a esos niños el resto de sus vidas. ¡Para eso están los moteles!

— ¡No es cierto! Eso no paso ¡Está mintiendo! —Felipe saltó a su defensa. Gerardo se reía de la cara de Felipe, lucía terriblemente humillado y avergonzado. Par de idiotas, un día de estos los encontrare teniendo uno de esos momentos cariñosos entre amigos que dicen no gustarse.
Me reí con Gerardo, estos dos idiotas, les he tomado cariño.

— Bueno no importa si Gerardo y Felipe deciden salir o no, el caso es que reaccionaste con el posible hecho inventado que Gerardo hizo. ¿En qué pensabas te quedaste miles de años perdida en el infinito? — Rodé los ojos, Adrián siendo un exagerado.

— No puedo con tu alto nivel de exageración, da igual, pensaba en la producción que tienen los frijoles en el mercado negro ¿Por qué? — Adrián rodó los ojos y Gerardo hizo un comentario acerca de que los frijoles si han sido pedidos recientemente en el mercado negro, lo cual provoco una gran ganancia para los países que lo producen. No sé cómo demonios sabe tantas cosas que no tienen sentido.

Giré mi cabeza cuando escucho una suma nada agradable de palabras que no me beneficiaria en nada: ayuda + nuevo Estudiante= Alexandra. — ¡¿Qué yo que?! — Esta bien que sea una nerd, pero me molesta que algunos profesores se aprovechen del poco poder que tienen sobre sus estudiantes, según las reglas de la libertad, su libertad se acaba dónde comienza la de otra persona.

No solo es el hecho de que se aprovechen, sino que ponen a los alumnos a realizar el trabajo que ellos no quieren hacer. No soy tan estúpida, ni tan sumisa.

Además, que duda puede tener el, es un nerd, al igual que todos aquí, puede preguntarle a cualquier persona donde puede defecar y acicalarse.

La orientadora soltó un suspiro. — Sabia que pasaría esto. — susurró sobándose las cienes como si le doliera la cabeza.

Yo le causaría dolor de cabeza.

Que no se supone que la persona que debe dar el tour tiene que ser amable, yo soy amable, a veces, pero hoy en especial amanecí de mal humor, mi habitación da asco, me desperté antes que la alarma, no golpee a Adrián lo suficiente y los nuevos vecinos posiblemente no tengan un gato, ¿Qué falta? Que mi crush de hace tres años regrese y yo le tenga que dar el maldito tour.

El peor día de mi vida.

Tranquila, tranquila, tranquila.

Buscó el equilibrio, tenía que calmar...




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