Estábamos en la casa dormidos. Sentí un ruido muy bajo y era Rachel haciendo de comer a Julian, ya se habían despertado. Encendí la televisión para ver si había señal como en las otras veces, pero en esta ocasión la señal estaba caída.
Salí a la calle para tomar aire fresco y divisar el paisaje. Se veían columnas de humo a lo lejos en varias partes de la ciudad. Entré de nuevo a la casa y Mariana ya se había levantado. Fue a ducharse y fui a dialogar con Julian acerca de nuevas novedades ya que él se mantenía muy informado de todo.
Entre a su habitación y allí estaba recostado sobre la cama con un pequeño radio de bolsillo a todo volumen. Al parecer había una señal viva y muy fluida. Me senté al lado para escuchar lo que allí se hablaba.
El mundo ya estaba infectado, todo el globo terráqueo estaba pasando por lo que en mi ciudad había comenzado. Las fuerzas militares de todo el mundo estaban tratando de combatir la amenaza pero cada vez eran mucho más. En la radio decían también de un posible comportamiento extraño en los zombies, varios científicos estaban en un laboratorio ubicado en Canadá, un laboratorio subterráneo de máxima seguridad. A Julian y a mí nos extrañaba ya que eso debería ser un secreto de ese gobierno... pero viendo el caso, ya todo el mundo estaba muerto... era lógico, habían pocas personas vivas en el mundo que casi nadie estaba escuchando lo que se emitía. La radio seguía hablando de que el virus se torna más agresivo con el tiempo, propagándose a velocidades extremas (lo cual ya se había visto), si se tenía una herida habría que tratarla justo a tiempo y protegerla de todo tipo de infecciones. Trataban de hacer una cura para el resto de personas que se encontraran vivas pero era imposible. La cadena del virus se hacía más fuerte lo que impedía el avance de las investigaciones al igual que desarrollaba resistencia a los fármacos. Si llegara el caso de que se hiciera una cura, llevarían a cabo un operativo en casi todo el mundo con puestos llamados "puestos de salvación", allí se estaría dando la cura o la vacuna, pero eso llevaría mucho tiempo.
Nos seguían advirtiendo de que hubiese una posible mutación lo cual haría a los caminantes mucho más resistentes y ágiles, pero esto se llevaría a cabo con el estado del cuerpo en el que el virus habitaba.
La emisión se detuvo. Ya había terminado y lo único que pensaba era en qué consistía dicha mutación. Me estaba asustando ya que esas bestias irían evolucionando a medida del tiempo.
Mariana salió de la ducha y se vistió. Sentía como un ruido de arenisca, como si estuviesen arrastrando los pies seguido de unos débiles gemidos. Se asomó a la ventana con mucho cuidado y allí vio varios zombies rondando el vecindario. Fue a buscarnos y nos advirtió de lo que había afuera.
Nos asomamos pensando en lo que la radio había informado. La actitud de algunos zombies era extraño. Temblaban mucho, pareciera que fuesen a explotar, los brazos se iban poniendo muy gruesos a medida del tiempo.
—¿Qué les está pasando? —Murmuró Rachel muy curiosa.
—No lo sé pero no debe ser nada bueno —Contestó Mariana.
Los Caminantes se mezclaban y eran pocos los que temblaban, la mayoría eran normales. En la calle había un olor a carne podrida y en la casa apenas se empezaba a sentir. No pasó mucho tiempo y apareció otro zombie muy extraño. Este se movía demasiado rápido como si algo lo hubiese poseído.
Se paseaba en medio de los demás caminantes haciendo un sonido como risueño, parecido al de las hienas pero mucho más apagado. Pasó por el frente de la ventana en la que nosotros estábamos observando y sin más empezó a golpear la puerta con mucha fuerza. No entendía lo que estaba sucediendo. Nadie hizo ningún ruido para no alertarlo pero aquel ser seguía golpeándolo hasta que varios se empezaron a unir.
¿Cómo nos había detectado?, esa era la pregunta del millón. Ahora teníamos que movernos y escapar. La casa constaba de 2 pisos y decidimos subir a una pequeña terraza que se encontraba subiendo unos escalones más. Julian se asomó desde arriba y los que estaban temblando los brazos en la parte de los bíceps un músculo crecía rajando la piel muerta de aquellos caminantes. ¿Acaso estaban teniendo fuerza? ¿Qué carajos les estaba pasando? Sus brazos temblaban cada vez más y la parte del pecho también se anchaba. Todos perdimos el sentido de la lógica. El virus sin duda estaba haciendo algo en esos cuerpos... Claro, la mutación que en la radio había escuchado, pero; ¿Y el otro loco que golpeó la puerta sin razón?, la curiosidad me invadía y subí a la terraza donde estaba Julian y lo observé, tenía algo en la nariz, no sé cómo describirlo pero sus fosas nasales estaban muy abiertas. ¿Acaso tenían olfato sensible? Me empezaba a formular miles de preguntas pero lo que había que hacer era salir de ese lugar de inmediato.
Pensaba en el auto ya que ahí teníamos la comida y el medio para transportarnos. Todos estaban al frente golpeando la puerta con mucha fuerza. Desde arriba Julian empezó a disparar a los que golpeaban la puerta pero esto alertó aún más y empezaron a disparar. Poco a poco salían más de las esquinas del vecindario pero no eran muchos. Yo decidí ir por la Famas y también empecé a disparar. Las muchachas estaban viéndolo todo y también se nos unieron. Todos los zombies cayeron muertos pero... los que temblaban; eran 5, se levantaron y sus brazos se veían mucho más gruesos y fuertes y sus pechos se veía con mucha masa muscular. Empezamos a disparar y las balas impactaban en los cuerpos de los caminantes musculosos pero no caían al suelo. Les disparábamos en la cabeza pero eso solo los hacía retroceder. Uno de ellos tomó del suelo un escombro de tamaño mediano, lo agarró sin problemas y lo lanzó hacia nosotros. Nos agachamos con mucha rapidez y el escombro pasó por nuestras cabezas rozándonos el cabello y finalmente chocó contra la pared. Esto era grave.