Capítulo 8: Genocidio En El planeta Gygax

Universo: Gygax

Ubicación: Desconocida

Horario: 10:00 horas planeta Tierra (Mismo tiempo de los sucesos que sucedieron contra Rislek)

—¡Maravilloso… excelente —suena el grito de Tubalcaín(*) mientras que observa que todos sus compañeros se acercan hacia él lentamente, debido a que cargan muchos víveres en diferentes tipos de costales.

—Bastante fácil… Estos dioses han dado un excelente trabajo —informa Nieal (*), siendo acompañada por Zorín (*), Luke (*), Jane (*), Isen (*), Toesc (*) y Nanvia (*).

Ubicados todos en un pequeño pueblo que está cerca de un pequeño lago. Se logra ver que miles de ciudadanos, han sido asesinados de forma aterradora por este grupo y algunos hogares; están siendo consumidos por el fuego.

—Tenemos bastante ventaja —dice Isen, soltando uno de sus vivieres hacia el suelo para que miles de monedas de oro salgan de su costal, no prestándole mucha atención sus compañeros, ya que algunos comienzan a dirigirse hacia Tubalcaín y otros deciden sentarse en el suelo en posición de flor de loto para comenzar a sacar algunas monedas de oro.

—Excelente, excelente… —comenta Tubalcaín, volteando a ver alrededor de él con una sonrisa—. Necesitamos dirigirnos hacia otro universo, quizá otro más desarrollado. Siendo escuchado por sus compañeros.

—¿No se enojarán los dioses? —pregunta Luke.

—No… jajajaja, mejor enfóquense en el trabajo principal —responde Tubalcaín—. Todos ellos están enfocados en sus problemas. Comenzando a avanzar hacia otro lado confiadamente.

—Escuché que existen ciertos universos extraños que nunca los toman en cuenta, uno de ellos se llama Nyberg, otro Eifell… que yo recuerde hasta ahora —informa Nanvia, llamando la atención de todos hacia ella.

—Excelente… por ahora puedo sentir un aura bastante fuerte en… —habla Tubalcaín, siendo interrumpido en ese momento, ya que se acaba de detener bruscamente delante de todos.

—Jefe… ¿está todo bien? —inquiere Zorín, decidiendo acercarse hacia Tubalcaín junto con todos sus demás compañeros.

Comenzando todos a ver que una gran niebla oscura se comienza a desprender desde el suelo que está enfrente de ellos; aproximadamente a unos cuantos metros de distancia.

—Qué extraño… se puede sentir que una presencia maldita se acerca —responde Tubalcaín, preparándose para el combate.

—Hmm, es algo extraño este acontecimiento, pero… hmm… ¡Maldita sea! —grita Jane, viendo completamente asustada hacia la gran niebla de color oscura que se expande lentamente hacia su alrededor.

—Lo sientes, ¿verdad? —inquiere Tubalcaín, volteando hacia ella para añadir—. ¡Todos, retirada! Comenzando todos a retroceder rápidamente en ese momento, mientras que deciden dejar sus mercancías para poder escapar rápidamente.

—¡Esto es imposible… ¡Posiblemente se dio cuenta de esta situación! —suena el grito de Luke mientras que todos corren apresuradamente.

Avanzando todos rápidamente por varios terrenos y lugares mientras que buscan un lugar para ocultarse.

—¡A la derecha! —avisa Zorín, logrando todos escucharlo para lograr ver que su objetivo es una pequeña cueva para que puedan ocultarse.

—¡Deprisa! —grita Tubalcaín, entrando todos rápidamente a la cueva en ese momento.

Deteniéndose todos para guardar silencio por unos momentos.

—¿Por qué este cambio tan repentino, jefe? —pregunta Zorín, viendo a su líder completamente confuso delante de todos, ya que algunos integrantes no logran entender que está sucediendo.

—¿Alguien pudo sentir esa presencia? —inquiere Tubalcaín, ignorando la pregunta de su compañero, empezando Jane a afirmar con su cabeza.

—Yo sí —responde Jane, decidiendo voltear completamente asustada hacia Zorín delante de todos—. Se puede sentir una presencia bastante maligna y poderosa, posiblemente sea un dios que se haya dado cuenta de nuestra presencia. Sorprendiendo a Zorín y a varios compañeros en ese instante.

—Es imposible… No… esto es imposible. Tengo entendido que cada dios tiene encargado cierto universo junto con un compañero, esto es confuso, Azathot y Hastur nos encargaron este trabajo, pero nos dijeron que no llamáramos la atención... Algo salió mal en nuestros planes —expresa Zorín delante de todos.

—Hmm, maldición, recuerda, recuerda… ¿Quién es el maldito dios que está encargado de este planeta? —inquiere Tubalcaín, decidiéndose asomar un poco hacia afuera mientras que todos esperan; silenciosamente—. ¿Hastur? ¿Azathot?... No, ellos son los dioses encargados de la continuidad del tiempo... es imposible que ellos hayan venido a este lugar, ya que nos encargaron exterminar esta amenaza. Volviéndolo a recordar en voz alta mientras que voltea seriamente hacia sus compañeros .

—Es imposible… La energía maligna que se pudo sentir anteriormente; los supera con gran facilidad. De seguro es un dios malévolo bastante poderoso… ¿Un dios de la muerte? —pregunta Jane preocupada.

—No… es una energía mucho más grande, maldita sea y eso que exterminamos a todos los habitantes de este planeta —responde Tubalcaín—. Esta energía es mucho más grande que varios dioses existentes, esto… Siendo interrumpidos todos por una voz extraña en ese momento.

—¿Estamos jugando al escondite? —inquiere la voz de un extraño ser desde afuera de la cueva, sorprendiendo a todos en ese momento—. Esto será una gran fiesta. Saliéndoles al encuentro un ser espectral de forma humanoide de color oscuro desde la neblina, ya que Tubalcaín y todos sus compañeros se asustan bastante al verlo.

—Es imposible… Ese… maldita sea… tenemos un gran problema —responde Tubalcaín mientras que sus compañeros, retroceden completamente asustados a excepción de Zorín que observa confuso al ser malévolo.

—¿Quién es ese extraño ser? —inquiere Zorín, preparándose para el combate.

—Hmm, no lo sé… quisiera tener la oportunidad de poder investigarlo en la Gran biblioteca —argumenta Tubalcaín mientras que al extraño ser le aparece una corona de color roja en su cabeza de manera extraña.