PREFACIO

La rutina. Comer. Dormir. Estudiar. Y sobre todo devorar un sin fin de novelas románticas hasta no poder. 

Era una verdadera fangirl llena de obsesión por esos personajes ficticios, tan atractivos como arrogantes (o más bien idiotas) tan perfectos qué ningún ser mortal se pudiera comparar con ellos por no decir que no tiene ningún defecto, después de todo son los protagonistas, ¿cierto?. ¿Porque ellos deberían carecer de belleza y perfección? Para ser exactos no hay una razón refutable y tampoco sentido para hacer una pregunta estúpida, ¿o si?, no, Por los siglos de los siglos desde el primer héroe ya olvidado, Gilgamesh asta el último héroe Hércules que a diferencia del primero fue reconocido y alabado por la multitud. Desde el primer día que alguien escribió las hazañas de estos, fueron descritos como personas de gran fuerza e intelecto a la par con su belleza, ¿no es eso una combinación perfecta?. Un héroe tanto como un protagonista de un libro son comparables, Ese es el estereotipo de las novelas románticas incluso las de terror.

Por otro lado en el siglo XV y XIX los antagonistas de cada trama eran mayormente monstruos mitológicos como las furias o dragones y las mujeres bellas que simbolizaban a las víboras al acecho de su presa ideal y de ahí leyenda de la primera mujer Lilith, muy sexualisado, ¿cierto?, ahora en el siglo XXI nada ha cambiado las mujeres todavía son sexualizadas en muchos aspectos tanto en muchos otros espacios donde intentan incursionar por primera vez.

Los villanos, los personajes secundarios y los sub-protagonistas sólo fueron títeres que se movían al antojo del escritor con el mero propósito resaltar a los protagonistas a tal punto de hacer que pierdan la vida. Suena absurdo pero los personajes deben sobresalir de alguna u otra forma, por ello el protagonista siempre debe tener una buena posición social, belleza incomparable e inteligencia insuperable (vaya adjetivos), Bueno a excepción claro de la protagonista alguien de un mundo diferente, tan opuesto al suyo, una persona con valentía y coraje únicos, jugando papeles que ponen en peligro su vida, y en ese mismo instante nuestro infame protagonista la rescatara, superarán todo tipo de dificultades, condenarán a los villanos y al final todos vivieron felices comiendo perdices.
Nah, eso pasó de moda hace más de tres décadas, el contenido cambia mucho, siguen el mismo patrón predecible llamado cliché, los más habituales en las novelas románticas ambientadas en la época  medieval son tantas que podría abrir un canal de YouTube sólo para hablar sobre ella.

Pensándolo bien…¿a quién le importa eso cuando todavía no te cansas de leer por undécima vez tu libro favorito?,  ¿de leer embelesada las descripciones casi en verso sobre la interacción de los protagonistas? y  ¿de sentir vergüenza y frustración cuando la protagonista hace algo vergonzoso?, cada proceso es algo que una fangirl obsesiva no podría permitirse perder, fantasear como el protagonista masculino incluso ser capaz de darlo todo para entrar a las páginas de un libro para contemplar su hermosura desde la distancia incluso como un simple personaje de apoyo. Siendo sinceros ese no era mi sueño, si bien me gustaba la trama y (no voy a negarlo) babeaba por el protagonista masculino, no iba dejar mi familia, mi futuro y todos los demás Sólo por un personaje del libro ¿o si?, pues había quiénes pensaban de que no era así, ciertamente no era de mi incumbencia.

Mis días como estudiante eran tranquilos, hablando con mis amigos sobre temas triviales y libros clásicos que había leído cuando apenas tenía 8 años de edad, si bien mis días en el instituto no eran lo mejor estaría exagerando si dijera que eran aburridos. Max. Su nombre era Max estamos en la misma clase se sentaba un par de asientos adelante y por ello no podía evitar comérmelo con la mirada, era perfecto (claro en sentido figurado), el cabello rubio peinado a los lados, largas pestañas envidiables, y ojos azules que se ceñían al reír, los labios carnosos como fruta madura y fresca llamándote para probarlo y por último su perfecto cutis con los pómulos marcados, la piel cremosa y blanca que contrasta con su cabello ridículamente bien. Nunca cruzamos palabra y tampoco una sola mirada a pesar de encontrarnos innumerables veces por los largos pasillos del instituto, claro por supuesto no era tímida ni mucho menos conformista, solamente no deseaba aumentar su ya  hinchado ego quién estaba a punto de estallar en cualquier momento y causar severos daños colaterales. Pero siempre hay un "pero”, él un era chico bueno por así decirlo ya sabes el típico chico hijo del director capitán del equipo de fútbol americano que está de novio con la porrista que enseña de más y bla bla, tampoco buscaba un chico con chaqueta de cuero y vaqueros rasgados, no estamos aquí para exagerar y tampoco para buscar un chico ideal,(al menos no para mi).

Los chicos ideales, van desde un chico perfecto hasta uno problemático, desde uno misterioso hasta uno que aparenta ser algo que no es… son perfectos a su manera, desde uno frío y destartalado hasta otro psicópata y divertido.

La perfección se pierde con el tiempo, la belleza es como una luciérnaga que te ilumina por un breve instante, la locura y el misterio son sólo un juego para rato y los libros  son sólo un pasatiempo para salvarte de la depresión.
Creo que la vida tiene muchos giros drásticos y no son simplemente por la mala suerte o buena suerte, si bien depende del azar también te da un derecho a elegir y cambiar el curso de la historia o tu propio destino… así como los días pasan los problemas llegan sin avisar cuando crees qué tienes todo tu futuro resuelto y una vida de lo más normal todo eso desaparece en un segundo y cuando abres los ojos habrá un mundo diferente donde cuánto más te veas en el espejo más te costará asimilar la realidad, no puede haber mas mentiras de la que ya hay ¿verdad?. Nos estamos yendo por las ramas, ¿no crees?.