9. El Despertar del Fénix

Llegando a la primera lección, me sorprendió bastante ver personas del Reino Inmortal y el Reino Oscuro convivir sin problema. A lo qué no pude evitar preguntarle a mi tío sobre este hecho.

– ¿Habitantes del Reino Oscuro conviviendo con los inmortales? ¿Qué clase de milagro es este? – pregunté sorprendida.

Mi tío sonrió por un momento y respondió:

– Luego de tu muerte. – dijo, en voz susurrante. – El Reino Inmortal y el Reino Oscuro llegaron a una tregua. Como ambos querían honrar la memoria de la Diosa Fénix, al construirse este palacio, se permitió que algunos habitantes del Reino Oscuro, refinen su poder aquí.

Mi rostro no dejaba salir de su asombro, mientras Zhou seguía explicando.

– No todos están capacitados para hacerlo, pero quienes sí en este lugar son uno más.
– Puedo verlo, parece que muchos inmortales aceptan a los habitantes de este lugar, sin ningún problema.
– Así es. Pero al principio no es tan fácil, algunos inmortales siguen desconfiando de ellos y otros, simplemente no lo aceptan.
– Lo puedo imaginar.

En ese momento, llegó a nosotros Leizhen, con una gran sonrisa.

– Bienvenidos. ¿Cómo están?
– Muy bien. – respondió Zhou. – Mei Feng está lista para empezar.
– Si es así. Adelante.
– Gracias. – respondí.

En un principio, como no tenía un arma, empezaría con simples ejercicios de qi.
Esto no tendría que resultar difícil para mí, los recordaba perfectamente, pero tampoco pretendía destacar por ello.

Controlar tu energía espiritual (o qi), es indispensable para dominar las artes marciales, con ella, tú cuerpo y tu arma son uno, lo que ayuda a potenciar la fuerza, la precisión, la velocidad y tu agilidad con ella.
Pero para lograrlo, se requiere de una gran disciplina mental y espiritual constante, lo que puede llevar años de práctica.

Para ser mi primera lección, estuve bastante bien y aunque traté de no destacar mucho, no pude evitar la admiración del maestro Leizhen.

– Lo has hecho muy bien, eres sin duda una estudiante centrada, creo Zhou... – dijo, mirándolo. – Que ya puede elegir su arma.
– ¿Está seguro? – pregunté. – A penas estoy empezando.
– Con esa concentración que ví en ti al dominar tu energía espiritual; es suficiente para que puedas elegir tu arma. Se ve que anteriormente has estado practicando, confirmando lo que Zhou me comentó, cuando por primera vez llegaste aquí.

Miré a mi tío y pensé:

"Así que sabía que esto podía pasar, aunque intentará no destacar."

Luego de esto, salí de aquel lugar y fui llevada por Zhou al salón de las armas sagradas; debía elegir un arma entre ellas que representará mi propósito en esta vida.

Ingresando al salón, muchas de ellas estaban flotando en el aire y algunas en urnas de cristal a la vista de todos.

– ¿Cuál de todas estas armas crees que te representa en esta nueva vida que llevas? – preguntó mi tío.

Pensándolo un poco, le respondí:

– En mi anterior vida, fui alguien pasivo y no necesité de ningún arma para enfrentar el final de mi destino. Pero esta vida que llevo es diferente... mi regreso debe simbolizar fuerza, determinación y sobrevivencia. – decía, mientras observaba todas las armas. – Esos objetivos en mi mente, me ayudarán a enfrentar mi pasado y mi presente, mientras que mi futuro sea un misterio. Si quiero hacer destacar en esta vida todo lo que me guiará para ser una diosa, lo mejor sería una espada, pero no cualquier espada... sino aquella forjada en lo más profundo de las llamas.

En ese momento, pasé frente a una espada que destelló al yo pasar. Tomé la espada y pasando mi dedo índice por su hoja afilada la misma se empezó a incendiar hasta que lo hizo completamente. Está era el arma que estaba buscando, "la espada del fénix".

Se la mostré a mi tío y al hacerlo se apagó, y antes de que mi tío dijera algo, expliqué:

– Está es la "espada del fénix", una antigua reliquia sagrada que la primera Diosa Fénix, forjó con el poder de Fenghuang y antes de abandonar este mundo, la ocultó, pues sino llegará a usarse sin cuidado, podría desatar un desastre en los tres reinos. Este hechizo fue creado de tal manera que solo la poseedora del fénix pudiera sostener esta arma y activar su poder.
– Pensé que solo era una leyenda, no creí que fuera cierto.
– Fenghuang en mi anterior vida me lo comentó, en una noche de lo más normal, pero simplemente no fui a tomarla porque sabía que en esa vida, no la necesitaría. Pero ahora, estoy segura de que sí.
– Debes ser precavida en usarla, está nueva etapa que empezarás, puede que esté llena de desafíos.
– No te preocupes tío. Fenghuang mantendrá al margen su poder al usar su espada.
– Quedó más tranquilo, pues, probablemente el siguiente maestro que tengas, sea Li Wei…