Único Capitulo

Junio 
-¿Enserio? 
-¿Crees que mentiría con algo como esto? 
-Pero, ¿Tú madre está de acuerdo? 
-Ella dio su autorización. Voy a estar bien, no tienes que preocuparte enana. 
-Yo también quiero. 
-No. -Negó él varias veces con la cabeza 
-Oh vamos! No seas así. 
-Definitivamente no. Estas loca. 
-¿Quién es el maldito poste que se va a tatuar? -Ella se cruzó de brazos mientras levantaba una ceja y pronunciaba esas palabras con voz demandante  
-Este poste tiene una autorización -Comento él mostrando aquella hoja escrita de la progenitora de aquel poste, dando autorización y una advertencia si algo le pasaba a su pequeño, escrita a puño y letra y firmada, junto al número de teléfono -Tu abuela no te va a dar ni la hora para poder tatuarte, tendrás que esperar hasta que seas mayor. 
-Mi abuela tal vez no me deje, pero conozco a alguien que si -Sonrió mientras sacaba su celular 
-No lo hagas. 
-Muy tarde -Ya había marcado el número, justo en ese momento se escuchó la voz del otro lado -¿Hola? ¿Mamá? 
-Maldita loca -Dijo él rodando los ojos. 
La enana se levantó y se alejó para poder hablar tranquilamente por teléfono, no sin antes sacarle el dedo del medio a su amigo el poste. 

Después de unos minutos de rogar y suplicar, la enana consiguió que su madre le mandara la foto de la carta escrita a mano con su firma en donde daba la autorización de que su niña de 16 pudiera tatuarse. 
-La conseguí -Comentó feliz mientras le mostraba la foto a su amigo -Ahora, la iré a Imprimir, y para que tu no te vayas sin mi, me acompañaras. 
Levanto al poste y empezaron a caminar hasta el café internet que se encontraba en aquel centro comercial. 

-Todavía tienes tiempo de arrepentirte enana. 
-No, quiero hacerlo, he querido este tatuaje desde los 12. 
-Bien, iré primero ¿Te parece? -Comentó caminando hacia un chico de cabello negro -¿Qué más bro? -Pregunto mientras chocaban manos con aquel chico 
-¿Por fin te decidiste?  
-Seh  
-Bien, ¿Tú novia también se tatuara? 
-Okey, ella no es mi novia -Aclaro él mientras la abrazaba -Ella es mi enana, mi hermana de otra madre, si a ella le pasa algo yo te rompo el hocico ¿Entendido? 
-Tranquilo -El pelinegro levanto las manos en forma de inocencia -Están en buenas manos. 
-Bien. Yo voy primero. 

Los minutos pasaban y el tatuaje iba cogiendo forma, el poste había decidido tatuarse un ancla en el brazo derecho, la maquina de tatuar pasaba por la piel, el poste tenia el brazo estirado y la palma de la mano hacia arriba, un ancla de color negro rodeada de una cuerda gruesa estaba ocupando esa parte antes de llegar a la muñeca. 
-¿Por qué un ancla? -Pregunto la enana, estaba parada al lado del pelinegro cruzada de brazos 
-El ancla representa firmeza y estabilidad, pues esa es la función de este objeto: mantener el barco fijo en la tierra para que no vaya a la deriva -Comentó el pelinegro con tranquilidad 

El primer tatuaje estaba terminado, lo que la enana no sabía era que el poste tenia planeado hacerse otros dos tatuajes, uno de ellos sería un lobo aullando a la luna, este tatuaje se lo haría en el pectoral izquierdo y el otro sería en el hombro derecho, sería la fecha de nacimiento de su enana. 

-¿Por qué no me dijiste? -Pregunto ella enojada mientras se acostaba, ahora le tocaba a ella hacerse ese dibujo el cual la acompañaría toda la vida 
-Tenia planeado hacerme sólo dos, pero me acordé que una vez me dijiste que querías que nos tatuáramos la fecha de cumpleaños del otro. 
-¿Qué quieres hacerte?  
-Quiero una media luna con una estrella negra al lado, como la imagen que tengo ahí -Dijo señalando la mesa. 
-Bien, ¿En qué parte? 
-Al lado del abdomen, por favor. 
-Okey, sentirás unas pequeñas punzadas, tal vez un cosquilleo o como si te estuviera quemando en esa parte, si no aguantas dímelo y paramos un momento ¿Lista? 
-Si. 

-Gracias. 
-Adiós! 
-¿Dolió? 
-No, sólo sentí unas punzada, pensé que dolía mucho más. 
-¿Si te gustó nuestro tatuaje? 
-Cada vez que me vea al espejo veré la fecha más importante de mi mejor amigo, gracias por cumplir uno de mis deseos. 
-Cuando quieras enana -Dijo con una sonrisa mientras acariciaba la cabeza de su mejor amiga -A mi también me gustó, además, nos hicimos los tatuajes en tu día especial. 
-¿Este es tu regalo? 
-Una parte. Iremos a otro lado, así que llama a tu abuela y dile que llegarás un poco tarde, hoy te divertidas y retiras como nunca. 

-¿Qué son estas horas de llegar? 
-Te dije que iba a llegar un poco tarde. 
-Si, pero no me dijiste que ese “poco tarde" sería a la 1 de la mañana. 
-Lo siento. 
-¿Quieres que ese chico te lleve por el mal camino? Siempre lo supe, él no es buena influencia, primero llegas tarde, ¿Después que? Te tatuas, te haces piercings, te tinturas el cabello, tomas, fumas, vas a fiestas, descuidas tus estudios y terminas como tu mamá. 
-A mi mamá no la metas en esto. Y No, nada de eso va a pasar, los tatuajes y tinturarme el cabello si, y lo sabes, pero el resto no. 
-Todavía no sabes tu identidad. 
-Si lo se, lo se desde pequeña, se todo lo que quiero. 
-Hasta que no cumplas 18 no te dejaré hacer nada de eso. Vete a dormir. 

Julio 
-Tu abuela se pasa. 
-Y si se entera que me tatué estaré castigada hasta los 30. 
-Exagerada. 
-Tal vez, pero lo del castigo es cierto, sin salir, sin celular, de la casa al colegio y viceversa. 
-Tranquila pendeja, no se va a enterar, te hiciste un tatuaje en un lugar donde no se ve, no usas ombligueras, no se va a enterar. 
-¿Se te olvida que entra a mi cuarto sin tocar? 
-Pues te cambias en el baño. 
-Gracias señor sabelotodo. 

Septiembre 
-¡Me van a tumbar la puerta o que mierda! -Grito él mientras caminaba de mala gana para abrir la puerta 
-Hola… 
-¿Qué pasa enana? 
-¿…Puedo pasar…? 
-Claro, dale. 
-Perdón por venir sin avisar. Mi abuela se entero, tuvimos una pelea muy fuerte, salí de la casa directo para acá, tenia planeado llamarte para avisarte pero deje mi celular -Dijo ella rápidamente esperando que su amigo le entendiera. 
-Enana -La abrazo y ninguno de los dos volvió a hablar. Quedaron en silencio un buen rato, él consolándola a ella, sin palabras, sólo con un abrazo, un abrazo sincero, un abrazo el cual transmitía tranquilidad, apoyo, compañía… 

Marzo 
-Sabes que te quiero ¿Verdad Enana?