Día 131.

Hoy fue un día productivo. Hemos hecho un gran proceso avanzando para llegar a Atlanta lo más rápido posible.

Yo intento aprovechar al máximo el poco tiempo que me queda junto a Daryl.

Hoy nos hemos encontrado un bar en donde pasar la noche. Al menos esta noche.

Me cuesta escribir debido a los tragos que me he tomado. Daryl me acompañó con una botella de tequila ya que no había aguardiente.

Estuvimos cerca de besarnos esta vez, hasta que abrí mi estúpida boca.

Incluso, casi le confieso mis sentimientos en nuestra discusión sobre, sobre... algo. No sé.

No recuerdo sus palabras exactas, pero me dijo que yo era una princesita que siempre lo tuvo todo y que no sabía la crueldad del mundo antes de este estúpido Apocalipsis, ya que comía o caminaba entre las nubes o algo así me dijo.

En fin, ahora se fue quien sabe a donde y quien sabe si regresará.

Tengo miedo de no volverlo a ver de nuevo. Incluso, cuando sé que cuando esto acabe y él se reencuentre con su hermano y yo me vaya tengo miedo de no estar a su lado cuando despierte en medio del bosque sola.

Tan solo de pensarlo comienzo a llorar como una Magdalena porque me duele. Me duele tanto que...

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