Una palabra que a simple vista puede parecer muy simple, pero en realidad es tan grande, importante, especial, y peligrosa al mismo tiempo; confiar en alguien no es fácil cuando en la actualidad las personas han olvidado lo que esta palabra significa y lo hiriente que puede llegar a ser si se emplea de forma incorrecta, como romper los muros que albergan el secreto de una persona y de esta forma causar que el contenido se esparza entre la multitud y traiga consigo un caos total.
La confianza es como un candado, mantiene seguro lo que alberga el cofre, más sin embargo, esto puede llegar a su fin si rompes ese candado, tú y solo tú tienes la llave, debes saber cómo, cuándo, porqué, y ante quién abrirlo y cerrarlo, pero ojo aquí, lo que una persona te cuenta en plan de confianza no puede ser revelado a nadie más, no debes contarlo a nadie más, por más que sea una persona de tu suma confianza, si varias personas confían en ti, no debes mezclar la información de carácter privado unos con otros, debe haber una capsula para cada cual que confíe en ti, y solo abrirse y cerrase en su presencia, y una vez que la conversación con ella se termine, debes bloquear el acceso para que nada escape, y pueda llegar a oídos equivocados.
La confianza no llegó a mí hasta hace apenas unos años atrás, ¿por qué?, bueno creo que la respuesta salta a la vista, no había logrado confiar en nadie, los dos locos en mi cabeza siempre habían dictado una sentencia negativa, con cualquier persona con la que había interactuado, y agradezco el haberles hecho caso, al menos en su mayoría, fui en contra de su veredicto un par de veces y me fue muy mal, en ese tiempo lo viví, y en la actualidad lo analizo, y es cuando me doy cuenta de que en aquel tiempo no tenían idea de lo que era saber mantener los labios sellados, de todo corazón espero que eso haya cambiado.
Pueda sonar un tanto egoísta y cruel, pero hay personas en las que no se puede confiar, en lo personal puedo decir que la lealtad es un don, una virtud de la que no todos pueden gozar, algunas veces por propia decisión de la vida, por no querer suministrarte esa herramienta, y otras veces por propia decisión nuestra, por no querer darle albergue en nuestro interior; como sea, el punto es que en medio de todo tu grupo social hay alguien que no posee de un destino seguro para tus secretos cansados y temerosos, no sabría cómo protegerlos, y terminarían siendo raptados, tanto por corazones bondadosos, como por mentes crueles.
Para ser honesto, años muy atrás, yo era una persona en la que no se podía confiar, no sé exactamente a qué se debía, tal vez se debe al hecho de que nunca nadie me explicó lo que eso significaba, cuando se es niño muchas veces no te pones a analizar ese tipo de cosas, únicamente te preocupas por vivir tu infancia feliz y plena, pero conforme vas creciendo las dudas y preguntas van ocupando más tiempo en tu subconsciente, obligándote a darles audiencia y escuchar sus demandas, y terminan convenciéndote de que has caído en un error, que el uso que le das a información ajena no es el correcto, y una vez que lo aceptas, comienzas a trabajar para reivindicarlo; y la voluntad te guía a tus metas, conseguí erradicar eso, y ya no forma parte de mí, en la actualidad soy un mejor amigo, leal y real, y me esfuerzo día con día para ser el mejor.
Ahora bien, quisiera abordar un enfoque muy importante dentro de esto, la confianza en uno mismo, pues al principio y al final del cuento, viene siendo lo más importante, y tomaré como base el papel que ha jugado dentro de mi vida, yo siempre he sido un chico muy inseguro, y la confianza en mi mismo de por sí estaba escasa cuando un evento muy penoso en la primaria acabó con el poco poder que ejercía en mí, yo perdí mi confianza por completo en el dos mil diez, yo he escrito desde que pude hacerlo, siempre me gustó plasmar mis pensamientos, ideas y emociones en el papel, literalmente el papel era mi mejor amigo, mi más grande confidente, y luego de que una de las tantas cartas que había escrito hasta el momento llegará hasta manos de mi némesis en la primaria eso se acabó, plasmé información muy personal en aquella carta, y escuchar el cómo lo divulgaron en voz alta frente a todo el salón me devastó, luego de que salí de clases, llegué a mi casa, reuní todos los escritos existentes hasta ese momento y los deshice, los rompí, y a los diez años de edad yo me juré jamás volver a tocar el papel para estos fines, ese día perdí dos cosas: a mi mejor amigo y la confianza en mí mismo; para la mayoría de las personas comunes esto sería algo sin importancia y lo dejarían pasar, pero yo soy muy poco común, y esto me afectó en un alto grado.
Por muchos años me mantuve firme en mi decisión, por una causa un tanto especial hice una excepción en el dos mil quince, pero hasta ahí, y entonces ¿qué fue lo que sucedió?, podría decir que la vida es tan sabia, Dios es tan acertado y preciso, y el destino es un excelente ordenador de eventos, pues cuando saben o ven que no eres capaz de lidiar con algo tú solo, te mandan refuerzos, y eso fue lo que pasó, me mandaron a una osada, fuerte y leal guerrera, pusieron en mi camino a la que se convertiría en mi más grande amiga y confidente, en la persona que lograría que abriera mi corazón por primera vez, el ser que me enseñaría lo que es ser un mejor amigo, lo que es tener un refugio al cual acudir en tiempos de tormenta, lo que es vivir un día a la vez; al combinar todo esto día con día, un aura fue iluminando todo mi contorno, y se volvió tan luminosa que mi confianza se sintió tentada a conocerla, y hace unas semanas, volvió por completo, la tengo de nuevo conmigo. Si hay dos cosas que la caracterizan a ella es que es muy terca y modesta, la conozco tan bien que al leer esto puede decirme que le doy demasiado crédito, pero yo estoy muy consciente de por qué y a quién debo darle mi entera gratitud, yo no había tocado el papel en muchos años, hasta que ella apareció, con ese aura extrovertido que te cambia el día con tan solo escucharla reír, yo volví a escribir por ella, quería sorprenderla, pero después de unos años, el sorprendido fui yo, aquél día perdí a mi único mejor amigo, pero años después la vida me lo regresó y con un acompañante igual de increíble que él.