El Disfraz De La Realidad

XVIII

Un mes después y miles de intentos por parte del Laird de convencerme para que lo acompañara, Deimon marcho a su ruta por los clanes vecinos. Yo sabía que el recorrido que debía hacer era largo, mantener la paz y la armonía entre pueblos tan orgullosos y rudos era difícil, por eso era tan importante la labor del Laird. Deimon me había explicado que cada año le tocaba a uno de los Lairds visitar al resto, era una especie de tradición. Por lo visto, durante ese tiempo nadie podía atacar ese clan, por lo que los MacMin estábamos a salvo, o por lo menos lo estaríamos hasta que nuestro Laird volviera. Deimon subrayó la importancia de reestablecer nuestra relación con el clan más cercano, los Clan Duglas. Cuyas tierras visitaría en último lugar.

Mi corazón se encogió al verlo alejarse de mí, pero sabía que estaba haciendo lo correcto. Mis escusas para quedarme eran bastante fundadas, era cierto que uno de los dos debía quedarse para dirigir al clan y además tenía ganas de volver a ver a French. No obstante, Deimon no había desaparecido de mi campo de visión y yo ya lo echaba de menos.

Intenté pasar los días ocupada, entrenaba el doble, ayudaba en las tareas del castillo, pasaba más tiempo con John y de esta manera, al caer la noche estaba tan exhausta que apenas pensaba en Deimon.

-He dicho que deben acondicionar las habitaciones de French, según tengo entendido llegará en pocos días...- Mi visión comenzó a nublarse y tuve que agarrarme de un mueble para no caer. Llevaba un par de días igual, había llegado a tal estado de malestar que decidí bajar un poco el ritmo de mi entrenamiento, ya que deseaba distraerme, pero no matarme.

-¿Te encuentras bien?- dijo la señora Kate al verme agarrada del mueble.- Estás un poco pálida.

-Sí, no te preocupes. Ya he bajado el ritmo de los entrenamientos- añadí al ver su mala cara.

-Gloria, yo no creo que tu cansancio y tu malestar se deban sólo a tus esfuerzos...- respondió dejando la frase en el aire.

-¿Qué quieres decir?- Pregunte intentando aclarar mi visión.

-Bueno, tu apetito ha aumentado estos últimos meses, y estas un poco hinchada. Mary ha comentado en varias ocasiones que ha tenido que ensancharte la cintura de los pantalones porque te quedaban apretados... además, asegura que no has sangrado desde tu boda...- La señora Kate dijo todo aquello con una gran sonrisa en su boca, pero yo no comprendía sus palabras.

-¿Qué estas queriendo decir? Puede que esté engordando un poco, pero no me importa- dije cruzando mis brazos en el estómago intentando cubrirlo.- Y... bueno no había pensado en lo de... bueno en el sangrado.- dije bajando la voz.

-¡Ais Gloria!- Exclamó emocionada.- ¡Estas en estado!-Dijo llevando sus manos a mi vientre. Yo procesé la información. ¡Qué estúpida había sido!

-Yo .... No-no tenía ni idea- Murmuré intentando justificándome.

-¿Cómo lo ibas a saber si nadie te lo había explicado?- dijo con una gran sonrisa.- Ven, te inspeccionaré para estar seguras, pero yo ya lo estoy.

Cuando la señora Kate salió de mis habitaciones asegurando que estaba en cinta, yo no pude evitar levantarme la camiseta y contemplar mi vientre ligeramente abultado en el espejo. Realmente casi no se percibía, perfectamente podría ser esa mi barriga habitual, pero la verdad es que no lo era. ¡Iba a tener un bebe! ¡IBA A TENER UN HIJO DE DEIMON!

........

Debido a mi nuevo estado decidí dejar de entrenar, pero gracias a Dios surgió un nuevo y apasionante trabajo. La verdad, desde que había llegado al clan no me había preguntado sobre la educación que recibían los niños, ni siquiera sabía si recibían una. Por ello, me puse manos a la obra, con la ayuda de la señora Kate, me reuní con la mujer encargada de instruir a los niños del clan. Una charla con ella me bastó para saber que la pobre no daba abasto. La clase estaba formada por 46 niños de entre 5 y 14 años, y la verdad los conocimientos que poseía no abarcaban mucho más que las bases de la escritura y la lectura.

-No podemos tener un clan de ignorantes- Exclamé ante la propuesta de la señorita Declan de dar clase solo hasta los 10 años.

-No serían ignorantes Señora. Sabrían leer y escribir ¿Qué más podrían necesitar?

-Yo llevaré a los niños de entre 10 y 14 años. Seguro en la biblioteca del castillo encuentro libros sobre diferentes áreas de conocimiento.

-Pero Señora... en su estado y con todo el trabajo que ya tiene... ¿no cree usted que es excederse?- preguntó preocupada.

-Cuidar de los míos nunca es exceso. Además, pienso buscar a alguien que pueda ayudarme en mi labor, porque como bien dices debido a mis otras obligaciones quizás haya días en los que no podré dar clase.

Y ahí comenzó mi nuevo proyecto. La verdad es que los anteriores Lairds habían hecho un gran trabajo construyendo un edificio con el único fin de ser una escuela. Estaba compuesto por dos pisos y en cada uno de ellos había dos amplias salas. Tras una exhaustiva búsqueda en la biblioteca del castillo conseguí un par de libros sobre geografía, biología, matemáticas, arte y música.

La señora Declan no parecía muy conforme con tener que hacer algo más que enseñar a leer y escribir a los alumnos, pero obedeció a las órdenes que le di e incorporó las matemáticas y algunas canciones a su enseñanza.

Yo me dediqué a preguntar entre los aldeanos si había alguno desocupado y finalmente di con Skiend, un joven que debido a una lesión en la pierna no podía ejercer tareas en el campo, ni pelear. Además, resulto un enamorado de las letras, por lo que aceptó encantado el nuevo cargo de maestro.

-Buenas tardes- dije saludando a la clase.- Sé que muchos consideraran la tarde de los jueves como un desperdicio, tendemos a pensar que la pintura y la música no son importantes. Más yo os invito a aprovechar esta oportunidad. – Los 20 jóvenes que conformaban el grupo de los mayores me miraban un poco incrédulos. Había decidido que los jueves por la tarde daríamos la clase en el castillo, concretamente en mi estudio de arte, lugar en el que había incorporado un piano. Todos parecían demasiado sorprendidos de estar en el castillo como para atreverse a pronunciar palabra.



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En el texto hay: escocia, epoca victoriana, amor

Editado: 22.01.2021

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